sábado, 5 de noviembre de 2011

Capítulo 32. Paradise.

Con las yemas de mis dedos rozaba lentamente sus costillas. Él, había comenzado a acariciarme los muslos. A pesar de ello, no habíamos parado ni un segundo de besarnos. Tomándome el asunto más en serio me levanté para quedar sentada sobre él. Dani sonrió al verme feliz y con ganas de entregarme a él. En consecuencia, se levantó también, aunque no se pegó mucho a mi. Aprovechaba esa distancia para poder quitarme la camiseta. Me encantó la forma en que lo hizo; lentamente, con amor, rozando con la piel de sus manos cada parte de mi cuerpo. Cuando por fin pudo tirar la camiseta al suelo, aproveché la posición para hacerle a él lo mismo.

Una vez ambos en las mismas circunstancias me eché sobre él de nuevo y lo empujé sobre la almohada. Colocó sus manos en mis caderas e introdujo sus dedos dentro del pantalón de mi pijama, que por suerte es muy ancho. Empujó de él hacia abajo y para ello dejó de besarme un par de segundos, porque no aguanté la distancia y volví a juntar nuestras bocas.

Una vez en ropa anterior, aproveché para dejarlo a él igual. Me las apañé como pude para desabrocharle el cinturón y quitarle el vaquero. Tras que sus pantalones se perdieran en algún rincón de la cama, mezclados con las sábanas y también con mi pantalón, me agarró muy fuerte y entrelazó sus brazos alrededor de mi cuerpo y yo le acariciaba el pelo una y otra vez, justo como a él tanto le gusta. De pronto se separó de mi y apartó mi cuerpo del suyo.

-S.s.eg.gura.a? -dijo casi jadeando.

No quise contestarle, quise demostrarle que esto estaba siendo la mejor decisión de mi vida. Volví a sentarme sobre él y desabroché el enganche de mi sujetador, dejándolo así caer sobre la cama, y después, al suelo. Me pegué de nuevo a él y, no pudiendo aguantar más la pasión, ambos nos deshicimos de nuestra ropa interior.

Y de pronto mi habitación dejó de serlo y se convirtió en el paraíso. Nunca pensé que un lugar de mi casa pudiera convirtirse en el mismísimo cielo. Nunca nadie, ni Miki, ni la persona con la que lo hice por primera vez, hizo despertar en mi las sensaciones que Dani estaba consiguiendo en ese momento. Tenía ganas de pegar nuestros labios a cada segundo, pero la pasión y emoción del momento me lo impedían, haciendo que sí que simplemente tuviera fuerzas para seguir demostrándole de esa manera que estaba enamorada de él y que nadie nunca podría reemplazarle.

4 comentarios:

  1. GUAOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!! QUE PASADA ABUELAAAAAAAAAAAA! sin palabras en serio... madre mia... no, no puedo describirlo! jajaj Eres la lechee! preciosoooo me encanta como describes todo! perfecto! SIGUIENTEE

    ResponderEliminar
  2. MADRE MÍA... te has salido!!! Qué pasada de cap!!! Yo tampoco puedo describirlo... es precioso. Me encanta tu forma de escribir, ya te lo he dicho des de tu primer capítulo!!;) Me emocionas, siguiente por favor!!

    ResponderEliminar
  3. *-* casi lloro y todo jejeejej. qué cuquish SIGUIENTE

    ResponderEliminar
  4. ¿no veas no? vaya capitulazo!! me ha encantado, siguiente cuando puedas :D

    ResponderEliminar