miércoles, 30 de noviembre de 2011

Capítulo 44. Todo vuelve a la normalidad.

Cuando quise darme cuenta ya era hora de empezar el programa. Flo nos llamó, como todas las tardes, y yo salí con ganas de divertirme un rato. Abracé a Flo y nos quedamos esperando a Dani. Me miró y sonrió, y esta vez, igual que antes, me abrazó. Durante el programa no paraba de mirarle; probablemente Flo ya lo habría notado y después quizá me preguntaría, pero me resultaba imposible dejar de mirar a Dani.. Y muchas de las veces se giraba, me miraba y yo me ponía roja.. Lo sé, parecemos dos niños pequeños, bueno, en realidad yo parezco la niña pequeña pero es que Dani me puede.. Es muy especial.

Terminó el programa y Miki me llamó. Estaba hablando con él y riéndome de lo que decía mientras salía de mi camerino y cerraba la puerta, justo entonces me giré y vi a Dani. Se dio cuenta de que estaba hablando con Miki, porque estaba hablando catalán y se fue enseguida con una cara un poco.. ¿triste? Terminé de hablar con Miki y busqué disimuladamente a Dani por el plató. Tras buscar un rato sin recompensa me dirigí a la salida, y justo lo vi saliendo por la puerta.

-¡Dani! -grité.

Se giró rápidamente y, tras buscar un poco con la mirada, se fijó en mí y se dio cuenta de que había sido yo la que lo había llamado. Al instante sonrió y levantó las cejas como preguntándome qué quería. Sin decirle nada me fui acercando a él, sin prisa, pero sin pausa.

No sé si os ha pasado alguna vez esto.. Es decir, es una sensación increíble. Estoy caminando en dirección al chico más especial que hay en mi mundo mientras lo miro a los ojos, y de vez en cuando miro hacia otro lado porque si clavo los ojos en él probablemente me tropezaré. Y cada paso significan cinco latidos del corazón, y siento cómo, al verle ahí de pie esperándome llegar me sudan las manos, pero a la vez las tengo congeladas. Y no sé si ir sonriendo como una estúpida y acercarme a él con una expresión indiferente, como haciéndome la importante.. Y de a poco lo voy teniendo más cerca de mí, y es ahora cuando me tiemblan un poco las piernas y me sale la risa tonta, la que ya no se puede controlar y me ve sonreír y él se ríe, y aunque no sepa exactamente por qué lo hace, me gusta que lo haga.

-Cuqui.. -me dice con esa voz de seductor que tiene, y arrastra la última letra de la palabra "cuqui" para que suene aún más seductor si cabe, y al final, sonríe.
-¿Te vas ya? -le pregunté aún con la sonrisa de tonta en la cara.
-No, me quedo aquí a cenar.. ¿tú que crees? -dice mientras se ríe.
-Bueno, bueno.. -dije riéndome y mirando ya al suelo.

De pronto se produjo un silencio, pero no de éstos incómodos, como los de los ascensores cuando subes con tus vecinos, no, sino uno de estos silencios que existen porque las palabras sobran, porque en este instante lo mejor que podría haber sería este silencio, y por supuesto, una mirada. Levanté los ojos del suelo y lo miré. Estaba ahora apoyado en la pared con las manos en los bolsillos del pantalón, mirándome con una mueca que parecía una sonrisa, pero no estaba del todo segura de lo que significaba esa media sonrisa. Noté que él no diría nada, así que preferí decir algo yo, tras unos segundos de silencio.

-Bueno.. Me voy ya a casa y eso.. -dije.
-¿Quieres que te lleve? -dijo separándose de la pared.
-No, no, tranquilo, prefiero caminar un poco.
-Vale -dijo sonriendo, esta vez mostrando sus dientes.

Me acerqué un poco a él para darle los besos y así, despedirme. Le agarré del hombro derecho con la mano izquierda, y coloqué la derecha en su cintura y él a mi, me agarró de la cintura también. De pronto, me vino uno de esos flashbacks de los que tanto se hablan en las pelis.. Esta misma postura es la que teníamos cuando nos besamos en tonterías las justas.. Y aunque no fuese la primera vez que lo besé fue muy especial, porque por aquel entonces yo ya estaba saliendo formalmente con Miki, pero con aquel beso me replanteé demasiadas cosas.. Fue, fue increíble ese día.. Estaba nerviosísima aunque no lo pareciera..

-¡Anna, vuelve a la tierra! -dijo Dani casi gritando y despertándome de mi flashback.
-Ah, ehh.. sí, jaja, me quedé empanada.. -dije centrándome un poco.
-Ya veo, ya.

Ahora sí, le di un beso en la mejilla y él a mi otro, en la otra mejilla. Me separé, nos dedicamos otra sonrisa y me fui. Me giré, como de costumbre, y él se estaba yendo en dirección contraria, supongo que al parking para coger el coche e irse. En esto que seguía mirándole, cuando de pronto se gira él también y me mira. Yo seguía con mi mirada clavada en la suya cuando de pronto veo que empieza a hacerme señas con los brazos y a gritar mi nombre. Extrañada, miro al frente y ¡ZAS! Me coloco la mano en la nariz y cierro los ojos muy fuerte.

-¡Mierda de farola! -grito.

Retiro la mano de la nariz y veo un poco de sangre. ¡Genial! Ahora me sangra la nariz.. Me giro un poco y veo a Dani a pocos centímetros de mí, con una cara divertida; supongo que se estaba riendo de mi y mi torpeza..  Veo como se acerca, aunque a duras penas, ya que tengo los ojos entrecerrados, en acto reflejo al dolor que siento en la nariz.

-A ver abuela.. eso le pasa por ir mirando cosas que no debe de mirar.. -me dice mientras se ríe.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Capítulo 43. Trato hecho.

EN cuanto me oyó entrar se quitó las manos de la cara y se echó hacia atrás, haciendo cómo que no pasaba nada. Cerré la puerta al entrar. Me quedé ahí de pie, sin saber qué decir. Él miraba hacia todos los lados, menos a mi. Me senté en la silla, cosa que le desconcertó, pude verlo en su cara. Creo que se pensaba que me sentaría a su lado, y no sé si debía hacerlo o no. Una vez sentada, me armé de valor y lo miré fijamente, aunque él seguía sin mirarme.

-¿Vas a hablar? -dije sin pensármelo dos veces.
-¿Qué esperas que diga? -me dijo muy seco.
-¡No me toques las narices Dani! Dios, es que me hartas. Te busco por todo el plató para hablar contigo tranquilamente y cuando te encuentro estás aquí, ¡en mi camerino! Y encima borde, ¿por qué estás así conmigo?
-¿Y tú qué? -dijo mientras se levantaba del sofá- Te recuerdo que fuiste tú la que se fue de mi casa a toda hostia, y yo como un idiota llamándote para que me explicaras. ¿Te parece normal eso?

Di un paso adelante. Me puse cerca de él, muy cerca.

-¿Y qué es eso de que estás mal porque no quieres perderme? Ahora delante de mi te haces el chulo, pero por detrás me vas echando de menos, ¿a qué sí? -dije con toda la chulería del mundo.
-¿Y tú qué, eh? Bien que rebuscas entre mis cosas y me miras las fotos.. Y no, no pongas esa cara haciendo como que no sabes nada, porque sé que cotilleaste bien en mi casa. -dijo acercándose aún más a mi.

No sabía qué decir. Tenerle así, a centímetros de mi cara sólo aumentaba mis ganas de besarlo, y disminuia las ganas de seguir discutiendo. Y me acordé de todos los momentos en que lo tuve así, y más aún de los que acabaron en un beso de película. Y en todos esos ratos en que me miraba, me sonreía y yo me sentía la única chica en el mundo. Y recordé, aunque nunca me hubiera olvidado, de que éste era el chico del que me había enamorado, éste era el único capaz de hacerme temblar. Y que le quería demasiado como para guardarle rencor por todos los momentos en los que me lo hizo pasar mal. Apreté los dientes, intentando que las lágrimas no salieran. Mi respiración había aumentado y noté cómo la suya también.

De pronto, noté cómo su mano comenzaba a rozar la mía. Con su dedo índice rozaba la palma de mi mano, y no paraba de subir, haciéndome cosquillas en la muñeca. Volvió a bajar su mano y poco a poco intentaba entrelazar sus dedos con los míos. Mientras lo hacía me miraba a los ojos y yo a él también. No lo impedí, e hice que nuestras manos se agarraran, mientras nuestros dedos estaban entrelazados. Pegó su frente a la mía y yo cerré los ojos. Juraría que una lágrima cayó de mi ojo derecho, pero al sentir el corazón en todas las partes de mi cuerpo, no podría asegurarlo.

-¿Por qué discutimos? -decía mientras su respiración golpeaba mi cara - no lo entiendo.. Anna, no quiero hacerte daño, te lo juro.. pero todo esto se nos está haciendo más cuesta arriba de lo que nunca pensamos..
-Dani yo.. Yo no quiero estar así contigo.. Pero es que no sé si voy a poder ser tu amiga, haciendo así cómo que nunca ocurrió nada entre nosotros.. -dije aún con los ojos cerrados.

Separó su frente de la mía y eso me hizo abrir los ojos. Colocó la mano que no tenía entrelazada con la mía y la colocó en mi mi cara.

-Voy a prometerte algo. Voy a prometerte que algún día, en algún lugar del mundo y en algún momento de nuestras vidas vamos a estar juntos, pero para ello ahora hay que llevarse bien.. Tenemos que ser amigos, dejar de discutir, de gritarnos.. Cada vez que me veas, piensa en esta promesa, piensa que si finjes y haces cómo que sólo somos amigos algún día conseguiremos ser felices.. ¿Trato hecho?

No dije nada, sólo lo agarré de la nuca y lo atraí hacia mi. Pegué su cuerpo al mío y con mis brazos le rodeé la espalda.. Noté cómo sus dedos recorrían mi espalda y me hacían cosquillas. Me estremecí y coloqué mi cabeza entre su cara y su hombro. Me agarró más fuerte y yo le susurré unas simples dos palabras que en realidad lo decían todo.

-Trato hecho.

Capítulo 42. Charla pendiente.

La tarde pasó más tranquila de lo que esperaba. Desde que llegué de casa de Dani no había parado de pensar en todos los errores que he cometido hasta ahora. El primer error de todos, y el peor, fue besarle. El segundo, volverle a besar. El tercero.. todos sabemos cuál fue el tercero. Y aún cuando Flo nos dijo todo eso yo no acabé de convencerme a mi misma de que tenía que dejar esta estupidez llamada "Daniel". Hoy por fin ya he caído en la cuenta de que esto está mal y por suerte he cortado de raíz.. o eso espero. Cené y me fui a la cama. Antes de dormirme miré el móvil. Tenía siete llamadas y un mensaje de Dani. Cerré todas las llamadas y el mensaje sin leerlo. Punto y final.

La semana pasó justo cómo esperaba. Dani y yo no hablábamos ni para darnos los buenos días, ni para despedirnos. Esa semana estuvo muy pegado a Cris, y eso, aunque en el fondo me molestaba, me hacía sentir bien, ya que era lo que yo pretendía, que se fuera con ella y estuvieran felices juntos. Miki vino un día al programa, y estuvo toda la tarde conmigo. Está muy cariñoso.. Demasiado. Pero no puedo quejarme, la vierdad es que estar con él hizo que me olvidara un poco de Dani, y eso me vino muy bien. Flo estaba un poco preocupado por nosotros, pero le convencí para que nos dejara tranquilos diciéndole, y cito: "Todos tenemos nuestros malos rollos y nuestros roces, no te preocupes, se nos pasará" y parece que se lo creyó. En general esperaba encontrarme peor, pero lo asimilé bastante bien.. creo. Cuando peor me encontraba era en el programa; teníamos que fingir que entre nosotros estaba todo bien sólo porque el guión lo exigía; es decir, parecía que nos llevábamos genial sólo gracias a un puñetero papel.

Volvía a ser lunes, y yo me dirigía al programa. Había llegado pronto, así que como me aburría me fui al camerino de Flo para que me diera el guión y me cotara un poco qué haríamos hoy. Fui a abrir la puerta cuando, de pronto, se abrió desde adentro. Levanté la vista y lo miré a los ojos, algo que no hacía desde hacía una semana. Él hizo lo mismo y no reconocí muy bien lo que vi en sus ojos. Su mirada me desconcertó, al igual que sus gestos, sus muecas.. él entero me desconcertó. Bajó la mirada y sin decirme nada se fue. Lo miré mientras se iba.

-Anna, me dijiste que esto pasaría y aún seguís igual -dijo Flo desde dentro del camerino.

Me sobresalté y entré dentro, cerrando la puera trás de mi. Suspiré apoyándome en la puerta y noté cómo Flo se levantaba y se acercaba a mi.

-Anna.. Yo quiero que estéis bien, como antes.. Y, aunque no debería, voy a contarte por qué Dani estaba aquí.. ¿me vas a escuchar? -dijo Flo mientras me levantaba la cabeza agarrándome de la barbilla.

-Claro.. -dije mientras nos sentábamos en el sofá.
-Esta mañana cuando llegué, él ya estaba aquí. Me pareció muy raro porque Dani nunca ha llegado tan pronto. Lo noté muy agobiado y le pregunté qué le pasaba. Anna, Dani está muy jodido, nunca lo había visto así..
-¿Y.. y qué le pasa? -pregunté con miedo.
-¿Qué le va a pasar? Tú le pasas. Está destruído porque no quiere perder todo lo que tenía contigo Anna.. Está hecho una mierda porque sabe que te ha perdido. Yo intenté convencerle de que aún no estaba todo perdido, y podía arreglar las cosas contigo pero.. es muy cabezota.. Anna -dijo mientras me agarraba de las manos- habla con él, dile que no quieres ser más su amigo o dile que quieres recuperar todo lo que antes teníais, pero dile algo, no sabe qué hacer..
-Vale, voy ha hablar con él ahora.

Flo me sonrió, me abrazó y me dio fuerzas para decirle a Dani lo que tenga que decirle. Llamé a su camerino, pero no había nadie. Me fui a la terraza, pero tampoco estaba. Entré incluso en el camerino de Cris, y en el de Raúl, pero nada, no estaba por ninguna parte. Preocupada, me fui a mi camerino pensando en todo lo que le diría cuando consiguiera encontrarle. Abrí la puerta de mi camerino y, todo lo que pensaba decirle, se esfumó al verle sentado en mi sofá con las manos en la cara.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Capítulo 41. Culpable.

Le respondí que vale y volví a la habitación. Rebusqué de nuevo en los papeles pero ya no había nada más interesante. Decidí abrir el armario. Madre mía.. que cantidad de camisetas, camisas, vaqueros y sudaderas.. ¡Y convers! La virgen.. Y luego las mujeres somos las de la ropa.. Rebusqué entre las cajas de zapatos y, al fin, encontré algo interesante. Era un buen taco de fotografías. Me senté en la cama y empecé a mirarlas. En la mayoría salía él con sus amigos, entre ellos Broncano, Rovira, Dani Martín, Quequé.. Y me fijé en que había mogollón de Cristina y él.. Y lo cierto es que salían muy bien.. Me había fijado en que hacían muy buena pareja, pero creo que nunca lo había pensado tan detenidamente. Y en las fotos se les ve tan felices.. Y pensar que yo estoy en medio de esta relación.. No es justo -me dije- no es justo que me interponga entre ellos, ¡se les ve felices! y en realidad lo son.. Aunque Dani me diga esas cosas, que no se puede olvidar de esa noche y esas cosas sé que la quiere y que puede ser feliz con ella.

Dejé las fotos donde estaban y me fui al salón a asomarme a la ventana. Lo hice con cuidado al darme cuenta de que estaban justo debajo sentados en un banco. Y ahora me doy cuenta de lo mala que soy, de que no es justo ésto para ella.. Ni para ella ni para Miki.
Seguía mirando por la ventana y los veía reír.. ser felices, besarse, quererse y me entraron unas ganas horribles de desaparecer. ¿Cómo puedo ser así? ¿Cómo he podido sucumbir a los encantos de Dani? Joder, que tengo ya casi mis 30.. Si alguna vez tuve algo con Dani lo mejor será dejarlo aquí, se acabó. Dani tiene que estar con Cristina y yo con Miki. Es lo que debe ser, y lo que tiene que ser. Me separé de la ventana y me eché en el sofá. Mi móvil sonaba, pero casi no lo oía porque lo había dejado en la habitación y había entrecerrado la puerta. Se está tan a gusto aquí que.. que..

Oía unos ruidos un poco lejanos. A medida que pasaban los segundos los oía más fuertes y los sentía más cercanos. Meneé la cabeza e intenté abrir los ojos. Poco a poco lo conseguía y entonces sentí que había alguien más conmigo.

-¿Te he despertado?

Abrí un poco más los ojos. Vi a alguien sentado al otro extremo del sofá, con mis pies colocados en sus pantorrillas. Estaba mirándome de manera divertida, mientras sonreía y estaba tan guapo.. Llevaba una sudadera azul clarita y estaba mucho más despeinado que de costumbre, y encima sonríe, con esa sonrisa que me transmite tanta paz, tanta seguridad y sobre todo, tanto amor y tanta dulzu.. ¡Anna calla! -me dije a mi misma- me levanté del sofá a toda prisa y al hacerlo casi me caigo al suelo. Volví a mirarle a los ojos y vi que estaba riéndose, riéndose a carcajadas.

-¡Abuela! -dijo Dani divertido.
-T.t.tengo, q.q.que irm.m.me -dije aún adormilada.
-Puedes quedarte.
-¡No!

Busqué mi bolso, entré en su habitación para coger mi móvil que, extrañamente, recordé que estaba allí y cogí la cazadora mientras oía cómo me llamaba y me preguntaba qué pasaba. Me limité a escuchar sus gritos, y a callarme, a no decir nada que pudiera evitarme salir de la casa de Dani. Abrí la puerta y salí al portal. Me dispuse a bajar las escaleras, pero esta vez gritó más fuerte mi nombre. Me detuve y miré al suelo. Quise volver atrás como siempre y decirle que no pasaba nada, que no se preocupase, pero esta vez sí pasaba algo. Si no hubiera seguido bajando las escaleras y me hubiera dado la vuelta para decirle algo, ese algo habría sido parecido a un "se acabó"

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Capítulo 40. La carta.

-¿Y.. quieres olvidarte de esa noche? -a la par que hablaba lo miraba a los ojos.
-No, claro que no. Fue.. -y sin terminar la frase se rió.

En este momento sólo me apetece besarle. Quiero dejar de hablar, para besarle, y no parar. Pero lamentablemente no puedo.. no podemos..
Seguíamos mirándonos muy fijamente. Podría quedarme aquí toda la vida. De pronto, y ya por costumbre, sonó su móvil. Hizo una mueca y resopló. Cogió el móvil y se alejó un poco de mi.

-¿Eh? ¿Ahora? ..Vale.. No, no. Sí.. ¿Aquí abajo? ¡No! Vale.. Sí.. adiós, adiós.

Se guardó el móvil en el vaquero y me miró con cara de susto.

-¿Qué pasa?
-Cris que.. Hemos quedado y tal, pero hay un problema..
-¿Cuál?
-Está aquí abajo, y si sales, te verá y..
-Ya, ya.. Lo entiendo.. Vale pues, baja tú y yo me quedo aquí, y cuando pase un rato me voy, no pasa nada -dije con una sonrisa.

Se acercó a mi, tanto que me asustó. Me agarró de la mano y sonrió mientras miraba al suelo. Al instante me sonrojé. Me pone tan nerviosa.. Entrelacé mis dedos con los suyos y le agarré muy fuerte de la mano. Subió la cabeza, ahora serio y con la otra mano me colocó el pelo detrás de la oreja. Me mordí el labio inferior y él, poco a poco, se fue acercando a mi oreja.

-Ojalá algún día las cosas cambien y podamos hacer lo que queramos, sin miedo a nada..

Miré hacia un lado y sonreí. Me soltó de la mano tras darme un beso en la mejilla y se fue. Suspiré tras que él cerrara la puerta y decidí sentarme en el sofá. Me tranquilicé un poco y esperé a que mis pulsaciones volvieran a la normalidad para volverme a levantar. ¡Tenía que aprovechar que estaba sola en casa de Dani para cotillearle! Sí, lo sé, está mal, pero todas las chicas en esta situación lo haríamos..

Me fui directamente a su habitación. Hay una pequeña mesa justo en frente de su cama repleta de papeles. Madre mía.. que desordenado es este chico.. Me senté en la silla y comencé a rebuscar un poco entre ellos. Esperaba encontrarme números de teléfono de cualquier persona, notas de bobadas, nombres de canciones, o cualquier cosa de esas pero no esperaba encontrar lo que encontré. Vi una carpeta morada en la que había un sólo papel dentro. Cogí la carpeta y saque el papel. Lo agarré con ambas manos y lo puse más cerca de mi para cerciorarme de que era lo que parecía que era. Y de pronto me vino a la mente aquel día..

Era mi cumpleaños y Dani se presentó en mi casa por sorpresa. 'Estas no son las noticias' ya había acabado, y hacía tiempo que no lo veía, así que fue aún más sorpresa que viniera a mi casa. Al abrir la puerta lo abracé, porque lo había echado mucho de menos, la verdad.. Me dijo que tenía mucha prisa, que sólo venía a traerme mi regalo de cumpleaños. Me lo dio y se fue.
Era un paqeuete de tamaño medio, estaba envuelto en papel rosa clarito y tenía un pequeño lazo a un lado, al que iba una hoja enganchada, doblada un par de veces. Me acordaba perfectamente, porque fue muy especial.. Y comencé a leer la carta de nuevo, como si fuera aquel día..

¡Simón! Seguro que la he pillado de sorpresa.. Hacía mucho que no nos veíamos ¿eh? Tenía ganas de verte, la verdad. Bueno, a lo que iba. ¡Feliz cumpleaños! Que te me haces vieja abuela.. Seguro que ahora has puesto cara de ofendida, como sueles hacer cuando te llamo abuela.. Sé que en el fondo no te enfadas, y te hace gracia, pero me encanta cuando te pones así, y te enfurruñas toda conmigo.. Ojalá no hubiera acabado el programa. Ya me había acostumbrado a verte por los pasillos y estar todo el día juntos haciendo el tonto.. ¡Me he puesto un poco ñoño! No me lo tengas en cuenta.. Bueno, te anticipo que el regalo es un poco mierdo, lo importante de verdad era la nota esta. Quería que supieras que aunque no lo parezca te tengo mucho cariño y me encanta pasar tiempo juntos.. Al menos espero que uses bien mi regalo y no lo dejes guardado en una caja cualquiera al fondo del armario o algo así!!! Bueno, ya acabo, que enrrollo. Te voy a prometer una cosa. Te voy a prometer que siempre vamos a tener la relación que tenemos ahora, y si cambia, será a mejor. Nunca voy a dejar que pases un cumpleaños sola. Siempre estará aquí tu Martínez, dándote el coñazo. 
¡Felicidades de nuevo! 
Un besazo Annita!!!
El Martínez que te aprecia! ;)


No pude evitar que una pequeña lágrima cayera por mi mejilla.. En realidad esta carta debería tenerla yo pero, un día me enfadé mucho con él por una movida y se la dejé en su camerino con una nota que decía que no quería tener nada suyo.. Lo que no entiendo es por qué la sigue teniendo aquí y por qué la tiene guardada en una carpeta.. Sonreí sin quererlo al saber que la guardaba tan bien.

De pronto mi móvil empezó a sonar. Corrí al salón y vi que era un mensaje de.. Dani. "Ni se t ocurra bjar.Stams justo abajo y si sals t vera.Qdate ahi hasta q yo t dga!!!" 

sábado, 19 de noviembre de 2011

Capítulo 39. Miedo.

Y mientras cruzaba la puerta de la salida con Raúl me di cuenta de que no podía dejar que todo esto siguiera del modo en el que está pasando. Tengo que evitar que Dani y yo dejemos de ser lo que hemos sido, que olvidemos la cantidad de momentos bonitos que hemos vividos, que todo quede en un simple recuerdo. No, tengo que evitar todo esto. Tengo que tragarme mi orgullo, darme la vuelta y hablar con él. Tengo que correr si hace falta para que no se vaya de mi vida. Tengo incluso que gritar para que me oiga. Decirle en unas cuantas palabras que aunque las cosas sean difíciles yo le quiero, y todo lo que dije que sentía cuando estaba con él es de verdad, que lo que sentí fue y es cierto, y que ahora mismo no puedo pensar en otra cosa que no sea mirarle a los ojos y sentir que soy su rubia.

-¿Anna? Llamando a Anna, eo, eo. -decía Raúl mientras me tocaba la cabeza con su dedo índice.
-¡Lo siento Raúl, ahora no puedo, tengo que hablar con Dani urgentemente!
-¿Qué le vas a decir? ¿Qué le quieres? -dijo Raúl tan tranquilo.
-¿Qué?
-Anna, puedo parecer tonto pero no lo soy. Sé perfectamente lo que pasa.
-¿Y qué pasa?
-Pasa que Dani está con Cristina y tú con Miki pero os queréis.
-¿Y de dónde sacas eso?
-No debería decirlo pero.. me lo ha contado Dani.
-¿Cómo? ¿Qué te ha contado? -pregunté poniéndome nerviosa.

De pronto vi cómo Dani salía de plató. Tenía que pararlo y contarle todo.

-¡Dani! Espera un momento, tengo que hablar contigo -dije mirándole y haciéndole frenar y fijarse en mi.
-Tengo prisa -dijo de manera muy seca.
-Por favor.
-¿Y qué tienes que decirme? Todo está dicho ya -dijo mirándome muy fijamente a los ojos.
-Chicos, me voy, que veo que tenéis mucho de lo que hablar.. -dijo mirando a Dani- Anna, dejamos lo del batido para otro día. ¡Chao chicos!

Raúl se fue, y pensé que se iría molesto, pero no fue así. Creo que quería de verdad que habláramos y arregláramos esto de alguna manera. Dejé de mirar a Raúl y volví a fijarme en Dani. Estaba plantado en medio de la acera, con las manos metidas en los bolsillos del vaquero y mirándome.

-No podemos seguir así.. Tenemos que hablar en serio. No somos críos.
-Está bien. Tengo aquí el coche, podemos ir a mi casa. Hablar aquí no es muy lógico, así que..
-Vale.

Caminamos en silencio hasta el parking. Una vez allí, abrió su coche y me senté a su lado. Arrancó y puso la radio. Yo iba mirando por la ventana, con las manos agarradas en mi bolso, colocado en mis piernas. De pronto empezó a sonar "Miedo" de Pablo Alborán. Dani subió el volumen de la radio. Me puse a escuchar la letra.

"Empiezo a creer que te quiero y empiezo a soñar con tus besos. Sin embargo no voy a decirlo, hasta que tú sientas lo mismo. Porque tengo miedo, miedo de quererte y que no quieras volver a verme. Por eso dime que me quieres, o dime que ya no lo sientes. Que ya no corre por tus venas el calor que siento al verte. No lo intentes, sé que me mientes.." 

Y me pregunté entonces si Dani ya había dejado de sentir lo que dijo que sentía por mi, o si me mintió y en realidad nunca sintió nada de eso.. Y ya no sabía si decirle que le quería y que seguía sintiendo todo lo que sentí aquella noche, y todos los momentos en los que estuvimos tan cerca del paraíso..

Estábamos ya en su casa. Me había ofrecido asiento, pero le dije que prefería quedarme de pie. Él, hizo lo mismo que yo, así que ambos estábamos de pie cerca de la puerta.

-A ver, dime qué querías.
-En realidad quería hacerte una pregunta.. -dije no muy segura.
-Pues dime.

Y decidí arriesgarlo todo. Lo miré a los ojos y supe que neesitaba saber la verdad, que no aguantaba tanta mentira y tanta confusión.

-¿Qué sentiste esa noche?
-¿Qué noche? -preguntó algo nervioso.
-Ya sabes qué noche Dani.. -dije tartamudeando un poco.
-No sé, no sé qué sentí.. -dijo rascándose la nuca con la mano derecha.
-Sí lo sabes. Dilo.
-¡Anna no sé qué sentí! -dijo gritando.
-¿No lo sabes? ¿Ahora no lo sabes? ¡Eres un idiota Dani! Aunque pensándolo mejor.. la idiota soy yo. ¡Fui una idiota por pensar que sentías por mi lo que yo sentía! ¡Te creí, joder, te creí como una estúpida! -dije ya muy alterada.

Se mordió el labio inferior y suspiró. Colocó ambas manos en sus caderas y miró hacia otro lado. Yo, con una risa irónica, me giré y fui hasta la puerta, decidida a irme. Cuando fui a tocar el pomo la puerta para girarlo, salir de ahí y poder llorar tranquila escuché cómo gritaba mi nombre. Me paré en seco, no giré el pomo y miré al suelo. Escuché sus pasos, y sentí cómo se acercaba a mi. Podía sentir los latidos de mi corazón en todas las partes de mi cuerpo.

-No te vayas.. -dijo.

Me giré lentamente y me quedé frente a él. Pensé que estaría más lejos de mi, pero al girarme, ambos quedamos a unos centímetros de distancia. Eso hizo que me pusiera aún más nerviosa.

-Sé lo que sentí. Estoy segurísimo de lo que sentí.
-¿Y, y qué, qué sentiste? -dije tartamudeando.
-Joder Anna.. ¿en serio tengo que decirlo?
-Sí.
-¿Por qué?
-Porque yo no entiendo nada ya. Porque sé que le dijiste a Flo que estábamos borrachos, y sé que ahora vas de feliz por la vida con Cristina. Y estoy muy perdida Dani. Por eso necesito que me digas lo que sentiste..

Se acercó un poco más a mi y sonrió. No estoy aún segura de por qué lo hizo, pero sonrió.

-Mira, vamos a hacer una cosa. Voy a decirte lo que no sentí. Voy a decirte todo lo contrario a lo que sentí de verdad -y sonrió de nuevo.
-Vale.. -y me reí, me reí de veras.
-No sentí nada. Quería irme de tu cama en seguida. No quería tocarte, ni mirarte, y menos besarte. No quería ver tu sonrisa. Odié la idea de levantarme por la mañana y ver tu cara y también la idea de desayunar juntos. Me pasé la noche soñando con cualquier chica que no fueras tú, ya que quería olvidarme de ese momento que habíamos vivido juntos. Y te odié, te odié como nunca lo había hecho.

Sonreí, pero no lo miré a los ojos mientras lo hacía. Bajé la mirada al suelo, pero sonreí, sonreí como una niña enamorada. De pronto noté sus dedos fríos en mi barbilla. Quería que subiera la cabeza y lo mirara, y así lo hice. Lo miré a los ojos, que le brillaban tanto como aquella noche.

-Le dije eso a Flo porque sabía que si yo mismo le confesaba que no quise hacer eso contigo, se lo tragaría y no seguiría enfadado con nosotros. Y voy de novio feliz con Cris porque lamentablemente tengo que olvidarme de esa noche.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Capítulo 38. Lo que fue y ya no será

"Vale" Tras contestar me quedé pensando. Si es que lo mejor es eso, hablar.. Bueno, será mejor que cene ya, porque si no luego me voy tarde a la cama y no rindo por la mañana.

Sonó el despertador a la hora a la que lo había puesto anoche. Me levanté, aunque me costó un buen rato, comí algo, me vestí y me fui a plató. Por el camino me di cuenta de que no habíamos quedado en ningún sitio en concreto para hablar, pero al entrar me di cuenta de que no tendría que buscarlo para saberlo. Estaba de pie apoyado en la pared que hay nada más entrar metido en su iPhone como siempre. Llevaba puestos unos vaqueros y un polo rojo, a juego con sus convers. Me acercaba lentamente a él, como con miedo, en realidad no sabía cómo saludarle.. Al estar frente a él, me paré y me quedé quieta sin decir nada. Él levantó la vista del móvil y hizo amago de sonreír pero, no lo hizo, tan sólo movió un poco los labios, acabando así todo en una simple mueca.

-Hablamos en mi camerino si quieres.
-Vale. -dije no muy segura.

Se separó de la pared y fue caminando delante de mi hasta su camerino. Casi se choca con la puerta, porque seguía metido en su iPhone. Abrió la puerta, entró y la dejó abierta para que yo pudiera pasar. Cerré la puerta y él, por fin, guardó su móvil. Sin darle tiempo a que dijera nada, me senté en el pequeño sofá y él también. Lo miraba cada segundo, pero no le aguantaba la mirada, al contrario que él, que ni me miraba.

-Bueno pues.. Hablo yo ¿no? -dijo aún sin mirarme.
-Sí, bueno, como quieras.
-Mira, lo de la otra noche fue un error tremendo. Se nos fue la olla completamente y no debimos hacer lo que hicimos. ¡Si es que Flo tenía razón! Somos compañeros, no podemos ir liándonos por ahí, y encima teniendo parejas. Bueno, entonces, ¿todo arreglado?
-Claro.. todo, todo como antes..
-Bien, bueno, me marcho a por el guión y eso eh Annita, nos vemos.

Se levantó del sofá, abrió la puerta y tal como dijo, se fue. Me levanté yo también y al salir, giré mi cabeza a la derecha, y vi cómo Dani y Cris se iban juntos hablando. Giré de nuevo la cara y me quedé mirando a cualquier lado, pensando en las palabras que hacía menos de dos minutos Dani me había dicho. "Lo de la otra noche fue un error tremendo" Esas palabras sonaban en mi cabeza una y otra vez. Lentamente me dirigí a mi camerino, pero de pronto me coqué con alguien.

-¡Anna!

Subí la cabeza y vi a Flo. Había chocado con él por estar pensando en otras cosas.

-Flo..
-Annita, ¿qué pasa?
-¿Estás de buenas hoy? -dije refiriéndome a la discusión del sábado.
-De eso quería hablarte. Lo siento, me pasé un poco, sois libres de hacer lo que queráis, sólo que me molestó que fuérais tan irresponsables.. Pero bueno, Dani me explicó y está todo arreglado. Confío en vosotros.
-Espera, ¿qué te ha dicho Dani?
-Lo que pasó, que estabais un poco, eh, contentos, por así decirlo, jaja, y que entre charla y charla os besasteis y se os fue de la manos. No soy quien para meterme en vuestras vidas, pero confío en que hagáis lo correcto, y por lo que veo lo correcto es que Dani esté con Cris, por el momento, y tú con Miki.
-¿Dani te dijo que estábamos borrachos y nos liamos por eso?
-Sí, ¿no fue así?
-¡Claro, claro! Así fue, jajaja, bueno, pues me alegro de que esté todo bien..
-Claro que sí boba. Ah, toma el guión. ¡Chao!
-Adiós, adiós..

Vale, no entiendo absolutamente nada. Primero Dani me dice que lo que pasó fue un error y ahora me entero de que le ha dicho eso a Flo. Por lo que veo él quiere estar con Cristina.. Pues muy bien, veo que todo vuelve a la normalidad, y que tengo que olvidarme de lo que pasó como él ha hecho.

Tras leer el guión, ir a maquillaje y camibarme de ropa, empezamos el programa. Cuando Flo nos llamó para entrar, no sabía muy bien por dónde tiraría, no sabía si iba a abrazarme como hasta ahora, o qué.. Esperé junto a Flo a que llegara y, tan sólo me tocó un poco la mano y me saludó. Me senté e intenté olvidarme de que la persona sentada a centimetros de mi me está haciendo la vida imposible..

Al terminar el programa y hacerme algunas fotos con los fans, me fui a mi camerino y me cambié de ropa. Miré el móvil y vi que Miki me había mandado un mensaje. Lo leí. Me preguntaba qué tal estaba y que me echaba de menos. Otro raro.. Primero pasa de mi y está con sus colegas y ahora me dice que me echa de menos. *Toc, toc* Me giré rápido y me quedé mirando a la puerta.

-¿Se puede? -Raúl.
-¡Claro! Jajaja, ¿qué pasa?

Abrió la puerta del todo y alargó su brazo derecho. Llevaba un batido de fresa, el mismo que probé en el bar al que fuimos ayer, y en la otra mano, uno de chocolate, el que se había tomado él ayer.

-¿Te hace otro batido? Venga va.
-Jajaja, venga vale, pero vamos fuera a tomarlo mientras damos un paseíto, que aquí no hacemos nada ya.

Recogí mis cosas y salimos del camerino. Ahora mismo, lo que más necesitaba, era un poco de la locura de Raúl. Íbamos caminando por plató en dirección a la calle cuando vi que Dani salía de su camerino. Miré disimuladamente para él y me di cuenta de que estaba mirándonos. Giré la cabeza con todo el orgullo del mundo, miré a Raúl y empecé a decirle bobadas, y lo mejor es que él me seguía el juego. Al pasar casi completamente delante de Dani, Raúl se dio cuenta de que estaba allí.

-¡Hombre Dani! ¡No te había visto macho!
-Pues yo a vosotros os he visto perfectamente. ¿Qué, le habéis cogido el gustillo a eso de estar juntitos todo los días y a todas horas?
-Siempre es un placer estar con aquí mi prima. -me hizo gracia el comentario de Raúl y me reí, aunque no dije nada más.
-Claro, claro.. Pasadlo bien y eso, eh.
-Te puedes venir con nosotros si quieres tío -dijo Raúl.

Miré a Raúl y me giré rápidamente para mirar a Dani. Estaba mirándome a mi muy fijamente, y vi en sus ojos algo que no me gustó nada. Esta muy enfadado, pero muchísimo, notaba rencor y.. ¿celos? No, no puede ser. Sin saber por qué, me entraron ganas de hablar, ahora sí.

-Seguro que tiene que hacer cosas más importantes que tomarse algo con nosotros, Raúl.
-Ah, seguro que has quedado con Cris, ¿no? -dijo Raúl.
-Sí, claro, he quedado con ella más tarde. Ahora que tengo una novia de verdad tengo que aprovecharlo al máximo! -dijo Dani mientras me miraba a mi.
-Se os ve muy bien juntos. Mu cuquis como diría aquí mi rubia de ojos azules. -dijo Raúl mientras se reía.

Al decir "mi rubia" miré de nuevo a Dani y él a mi. Rubía mía.. mi rubia.. así es como Dani me llamaba.. Él captó la idea en un segundo, porque se puso de nuevo serio. Y me di cuenta de que esas dos míseras palabras dichas ahora mismo por Raúl no significaban absolutamente nada, sólo eso, dos palabras, y sin embargo cuando Dani lo decía era distinto. Me sentía tan bien cuando él lo decía.. O cuando me llamaba cielo, o cari.. Bajé la mirada con miedo de que pudiera ver que alguna pequeña lágrima quería salir de mis ojos.

-Bueno, ¿nos vamos Anna?
-Claro.. -dije en un susurro.
-Adiós colega. -dijo mientras le daba una palmada en la espalda a Dani.

Pasamos delante de Dani y nos fuimos a la calle, pero antes de salir, sin saber muy bien por qué me giré para mirarlo otra vez. Y dolió, dolió darme cuenta de que esta vez no se había quedado parado en medio del pasillo mirándome y rogándome con la mirada que volviera..

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Capítulo 37. Raúl, Juange, Dani.

Lo miré mientras se iba. Tenía tanta rabia dentro que podría estarme saliendo humo por las orejas. Odio que me corte así, que me diga adiós porque no tiene nada mejor que responderme, le odio.. Sí, ¡le odio! Y me fui hasta mi casa otra vez con ese pensamiento en la cabeza.

A la mañana siguiente me despertó el ruido del móvil. Di un par de vueltas por la cama y me tapé con la almohada los oídos. Quería seguir durmiendo.. Cuando el móvil dejó de sonar, me desperté del todo y cogí el móvil sin apenas moverme de la cama. ¿Raúl? Me senté en la cama y lo llamé.

-¡Anna! Te desperté ¿a qué sí?
-Pues sí.. jajaja. ¿Qué pasa?
-Ah nada, es que estamos aquí Juange y yo, en su casa, y nos apetece que te vengas y comamos aquí los tres!
-¿Comer? ¿Qué hora es?
-Ay Annita, Annita.. ¡Son casi las dos!
-¡Uf! Vale, pues voy para allá, pero.. Raúl, ¿por qué me llamas si estás aquí al lado? ¿No sería mejor que hubieras llamado al timbre y listo?
-Anda.. no se me había ocurrido.. Bueno, en plan sorpresa ha estado bien! Ahora te veo, ¡chao!

Este chico.. cada día peor. Me di una pequeña ducha y salí por la puerta para ir.. a la puerta de al lado. Qué patético suena..

Comí allí y la verdad es que fue lo mejor que podía haberme pasado. Disfruté, me reí, me olvidé de todo lo malo y pude sentirme bien, al fin.

-Bueno, ¿y qué hacemos ahora? -dijo Raúl tras haber terminado de comer.
-¿Salimos a dar una vuelta o a tomar algo a un bar? -dijo Juange mirándonos. 
-¡Vale! Podemos ir al bar ese que hay en la esquina, que me han dicho que hacen unos batidos.. ¿Qué te parece rubia de ojos azules cristalinos? -cpntestó Raúl muy emocionado.
-Jajaja, ¡genial, genial! -contesté.

Terminamos de recoger y Juange dijo que fuérmos bajando Raúl y yo, que él tenía que terminar de recoger unas cosas. Así pues, bajamos y fuimos caminando hasta el bar sin prisa. La verdad es que Raúl es increíble, puede estar como una cabra, pero es un cielo, siempre me hace reír, y eso me gusta.

-¡Ea, hoy nos vemos todos eh! -dijo Raúl todo contento mirando al frente.

Subí la cabeza y vi a alguien que hizo que recordara todos los problemas que Raúl y Juange habían hecho desaparecer. Dani, ¿quién si no? Venía caminando hacia nosotros, a medida que se acercaba pude ver que su cara no era precisamente de felicidad.. 

-¡Daniéh! -gritó Raúl mientras le daba un abrazo.
-Hola. -dijo Dani casi en un susurro, de manera muy seca y cortante.
-¿Qué pasa, muchacho? -dijo Raúl preocupado.
-Nada, ¿qué va a pasar? ¡No me pasa nada! Absolutamente nada. Tengo prisa ¿vale? Adiós Raúl.

Y se fue sin ni siquiera haberme mirado. Raúl empezó a preguntar qué pasaba entre él y yo, porque evidentemente le había parecido muy extraño que no me hubiera dirigido la palabra. Aún así, quise olvidarme del asunto y seguí caminando al compás acelerado de Raúl.

Pasé una tarde estupenda, y aunque de vez en cuando me agobiaba, me dejé llevar y me reí como nunca. Ya estaba en casa, y me disponía a cenar cuando oí un ruido. Era un mensaje de Dani. "Tenemos que hablar, hay programa mañana y no quiero que este mal rollo influya o Flo se enfadará más. Mañana hablamos, así que intenta estar pronto en plató"

martes, 15 de noviembre de 2011

Capítulo 36. Incomprensión.

La tarde pasaba lenta. No había vuelto a saber nada de él desde el mensaje de texto que me envió, al cual no contesté. Estaba intentando distraerme viendo la tele, pero no había forma. No paraba de pensar en Dani, en la nota y en la reacción de Flo. No sabía qué hacer.. Y de pronto me vino a la cabeza una idea, buena o mala, no estaba segura, pero una idea al menos. Busqué mi móvil entre los huecos del sofá y busqué en la agenda. Una vez encontrado el número que quería, pulsé la tecla de llamada.

*Jajajajaja! shh, shh. ¡Calla, que me llaman!* -Ejem, ¿si?
-¿Miki?
-¿Anna? ¡Anna!
-¿Pasa algo?
-No, claro que no. Estoy aquí con unos amigos.. ¿te pasa algo a ti?
-¿A mi? No, no, sólo llamaba para ver qué tal estabas..
*Jajajaja, ¡cállate hombre!* -Ah, pues bien, muy bien.
-Bueno cielo, te dejo, que veo que estás ocupado.
-¡Vale amor! Ya hablaremos, ¡chao!

Y colgó antes de que pudiera decirle nada más. Buf.. ahora mismo Miki era mi única opción para distraerme.. ¿qué hago? Quiero llamar a Flo y hablar con él pero me da miedo.. También quiero llamar a Dani y que este conmigo, y decirle que le quiero.. Bueno, lo mejor será que me vaya a dar un paseo, a airearme un poco, porque si no..

Rato después ya estoy en la calle, paseando por las calles en busca de distracción. Sin darme cuenta estoy cerca de la casa de Dani. Si es que soy tonta.. Aún me encuentro a unos metros del edificio, pero puedo reconocer a alguien saliendo del portal. No, no es Dani. Me acerco poco a poco, haciéndome la distraída.

-¡Anna! -grita saludándome con la mano y acercándose a mi.
-¡Hola Cris! -digo con una sonrisa un tanto forzada.
-¿Qué tal estás? ¿Qué haces por aquí?
-Ah nada, caminaba simplemente, me estaba agobiando un poco estar metida en casa. ¿Y tú?
-Vengo de casa de Dani, ¡como puedes ver! Jajaja. Le llamé y me dijo que me viniera a casa, pero ahora ha quedado con unos amigos así que me voy. ¡Chao Annita!

Y se va en dirección contraria tras darme dos besos. Osea que, ha estado con Cris.. Ahora sí que tengo claro que lo nuestro no iba a funcionar.. La miro mientras se va, se la ve tan feliz con él.. Va Anna, deja de pensar ya..

-¿Anna?

Me giro y lo veo delante de mí. Quieto, mirándome con el ceño fruncido.

-Ah hola Dani, ya me iba.

Me giré, cabizbaja, encontrármelo así de frente no me había sentado bien..  Cuando ya estaba a unos centímetros más lejos de él decidí girarme disimuladamente. Seguía ahí parado, inmóvil. Volví a mirar al frente y seguí caminando.

-¿Te piensas que voy a ir corriendo detrás de ti para pedirte que estés conmigo?
-¿Cómo? -me giro automáticamente.
-Que si te piensas que te voy a suplicar estás equivocada, Anna.
-¿Qué te pasa a ti ahora? -digo acercándome a él.
-¿Y a ti?
-A mi nada Dani. Sólo que yo tengo los pies en la tierra.
-¿Y yo no, no? Ahora hacer lo que uno quiere es tener la cabeza y los pies en las nubes por lo que veo..
-Hacer lo que uno quiere sin pensar en los demás sí. Es de egoístas.
-Uf.. adiós Anna.
-Adiós Daniel.

Y se fue, rumbo a no sé donde, y lo peor de todo es que a mi sólo me apetecía correr y pedirle que vuelva conmigo.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Capítulo 35. The last time..

-¿En qué tiene razón?
-En todo. Nos estamos comportando como críos. Anoche todo parecía bonito con lo de hacer de la realidad una película, pero hoy todo ha vuelto a la normalidad y somos Dani Martínez y Anna Simon. Y existen los Flos que nos ponen los pies en la tierra, y las Cristinas y Mikis que anoche no eran nada para nosotros.

Se limitó a mirarme. Creo que no se atrevía a decirme nada.

-Vete a vestirte, desayunamos y te vas -dije muy seca.

Salió de la cocina sin decir una palabra y yo me dediqué simplemente a sentarme en una silla, cruzar los brazos, apoyarlos en la mesa y agachar la cabeza. Odio reconocerlo pero Flo tiene razón.. Dani y yo con esto estamos siendo muy egoístas, tenemos que ser más responsables.. parecemos niños.. De pronto apareció Dani vestido con la misma ropa de ayer, pero ahora seca. Cogió la silla vacía que estaba a mi lado y se sentó de malas maneras arrastrando la silla.

Las tostadas estaban ya un poco frías, aunque a mi me hubieran sentado de la mismas manera si hubieran estado calientes. Tenía un nudo en el estómago, y al parecer Dani también, sólo pegó un bocado.

-¿No vas a comer? -dije mirando aún mi tostada.
-¿Tú sí?
-No, supongo que no..
-Me voy.
-Dani..
-¿Qué?

No sabía qué decirle, tan sólo quería que no se fuera, sé que antes le había dicho que se marchara pero ahora.. ahora quiero que se quede conmigo.
Al ver que no respondía nada se levantó de la silla y se fue hacia la puerta. Yo me levanté deprisa e intenté alcanzarle, pero en ese instante sabía que lo mejor era que se fuera. Abrió la puerta, y yo me apoyé en el marco dispuesta a mirarle en silencio mientras se iba pero, antes de empezar a bajar las escaleras se giró y volvió atrás.

-¿Esto significa que lo de ayer no se va a repetir más? -dijo muy serio.
-Supongo..
-No, supones no. ¿Sí o no?

Lo miré a los ojos, estaba dispuesta a decirle que no, que lo de ayer se repetiría ahora mismo, y todos los días de nuestras vidas, pero empezó a sonar su móvil. Lo sacó, miró la pantalla, colgó y volvió a mirarme.

-Quiero una respuesta. ¿Sí o no?

Por su cara supuse que la de la llamada era de Cristina y eso hizo darme cuenta de que esto era la realidad, que él no era Mike y menos yo Susan, que tenemos casi 30 años, que no podemos seguir con esto, que somos sólo amigos y tenemos otros compromisos..

-Sí, significa que ayer fue la última vez.

Y ahora sí, se fue escaleras abajo. Cerré la puerta y resoplé. ¿Por qué todo tiene que ser tan difícil? Mientras me preguntaba eso una y otra vez me acerqué a la ventana. La abrí y aunque hacía un poco de frío me apoyé y miré abajo. Justo entonces pude ver a Dani salir de mi portal. Me quedé mirándole y pensando en la noche de ayer, y en todo lo que me hizo sentir.. Aún absorta en mis pensamientos pude ver cómo él miraba hacia arriba y se encontraba con mi mirada. En seguida agachó la cabeza y se fue caminando mientras escribía algo en su móvil.

Cerré la ventana y me puse a recoger la mesa, aunque de pronto el móvil empezó a sonar. Vaya mañanita con los móviles.. a ver quién es ahora.. ¿Dani? Mensaje de texto. "Mira en la mesilla de tu habitación, hoy por la mañana muy pronto me desperté y lo escribí para ti" Tiré el móvil al sofá y me fui corriendo a la habitación, miré en mi mesilla y vi un papel doblado a la mitad. Lo cogí y lo leí.

Son exactamente las 9:23. Tú estás dormida y yo no sé por qué estoy escribiendo esto. No puedo ser más feliz. Hacer el amor contigo de esta manera es lo mejor que hay en el mundo. Espero que ahora estés sonriendo, porque es lo único que pretendo con esta tontería de nota!! :) 
Te quiero Susan! Firmado. El tonto de Mike.

Si ahora estuviera aquí podría ver que no está ocurriendo lo que él esperaba. No estoy sonriendo, y ahora no puedo echarle la culpa a la lluvia del agua que corre por mis mejillas.

Capítulo 34. Pillados.

Me acerqué a la puerta y miré por la mirilla. ¡Mierda! Tranquila Anna, Dani se está duchando, puedes mentir y decir que es una amiga que ha venido desde Barcelona y ahora se está duchando. No pasa nada, va, venga..

-¡Annita!

Flo me abraza muy fuerte y yo también le abrazo. Siempre es un placer verle, aunque sea en estas circunstancias.. Cuando deja de espachurrarme, se separa y me mira.

-¿Qué tal estás? Ayer te vi muy mal al salir del bar.. ¿Qué pasó?
-Ah nada.. Dani y yo estábamos un poco picados por bobadas, y ya sabes que a la mínima salto jeje.. -río, intentando parecer tranquila.
-¿Está ya todo bien?
-Sí, sí.. no te preocupes..
-Te he traído unos tapers con comida que te van a encantar, ¡ya verás! -dice mientras entra en la cocina.

Rezando porque no se dé cuenta de nada, cierro la puerta y voy a la cocina con él, que sigue hablando de la cantidad de comida que ha traído..

-Y mira, esto está delicioso, es por esto por lo que estoy tan gordo, jaja.
-Muchas gracias por todo! Pero qué quieres, ¿qué me ponga rellenita como tú? Jajaja.

Seguimos riéndonos y bromeando, mientras él me cuenta que todos se quedaron muy preocupados por Dani y por mi, aunque sobre todo por mi. Aunque Flo haya tenido que venir justo ahora, me alegra que esté aquí, eso significa que se preocupa por mi, y me alegra, porque últimamente parecía que prefería antes a Cristina que a mi..

-¡Amor! ¿Ya está el desayuno? ¡Que tengo un hambre..!

Dani aparece por la puerta de la cocina sólo con la toalla puesta, tras haberme llamado 'amor' y con Flo aquí conmigo. ¿Puede pasar algo aún peor que esto?

-¡¿Dani?! ¿Qué haces aquí? -Flo está desconcertado.
-Eh, ah, eh, ¡Flo! Ehh.. yoo... ehh..
-¿Qué coño pasa aquí? ¿Qué haces tú aquí, saliendo de la ducha y llamando a Anna así?

Dani no era capaz de contestar, estaba tan asustado como yo. Creo que ambos estábamos buscando alguna escusa que pudiera ser convincente. Flo seguía preguntando qué pasaba, y ya había empezado a hablar en un tono de voz más alto.

-¡¿Vais a hablar o qué?!
-A ver Flo.. No es lo que parece. -dice Dani. Dios, vaya tópico..
-¿Ah no? ¿Entonces qué pasa?
-Pues.. que.. anoche yo estaba mm, mal, porque Anna se había enfadado conmigo y vine, y le pedí perdón y, claro, pues, ella, me dejó eh, dormir en el salón, y ahora pues, me he duchado, porque me iba ya y pues.. eso.
-¿Te crees que soy tonto o qué? Mirad.. a mi no me vais a tocar las narices, si es que tenía que habérmelo imaginado.. estás liados ¿verdad?
-¡No! -gritamos Dani y yo a la vez.
-Al menos podíais disimular un poco.
-No estamos liados Flo.. -digo yo mirando al suelo.
-¡Dejad de mentirme, joder! ¡Soy Flo! ¡Os conozco! Mirad, no quiero rollos, a mi me da igual si estáis juntos o no lo estáis, pero tú, Anna, tienes novio y tú, Dani, que yo sepa estás con Cris. Si os queréis, pues muy bien, pero primero haced las cosas bien. Parecéis críos, que tenéis casi 30 años ya. No pensé que fuérais así de irresponsables.. Sólo espero que esta haya sido la última vez que estáis juntos, haciendo vosotros sabed qué sabiendo que estáis haciendo daño a otras personas.

Al terminar de decir todo esto, Flo salió de la cocina y se fue dando un portazo al cerrar. Miré a Dani y él me miró a mi. Puse las manos en mi cara y suspiré.

-Anna.. Le ha pillado de sorpresa, no te preocupes.. Seguro que podemos hablar con él y..
-No Dani, no. Tiene razón.

martes, 8 de noviembre de 2011

Capítulo 33. Dos, quizá tres.

En la habitación aún se respiraba todo el sentimiento que habíamos puesto mientras hacíamos el amor. Había pasado ya un rato desde que habíamos parado, y ahora Dani está dormido. Yo, en cambio, no puedo pegar ojo. Son más de las seis de la mañana y no tengo ganas de dormir. Puede parecer cursi, porque en realidad lo es, pero llevo un rato mirándole mientras duerme. Es extraño, pero no puedo dejar de hacerlo. Está tapado con la sábana y el edredón casi hasta el cuello y está de costado con la cara hacia mi. Yo estoy apoyada con mi codo derecho en la sábana y la mano colocada en mi mejilla, para poder sostenerme y a la vez, estar cómoda. Él no se despierta, esta dormido como un tronco. Al estar todo en silencio oigo cómo respira y creo que es por eso por lo que estoy sonriendo. Se le ve tan tranquilo, tan bueno.. parece un niño.

Aprieto los ojos con fuerza. Intento abrirlos del todo pero la luz me lo impide. Dios mío.. Que pare ya esa luz, venga de donde venga. ¡Quiero dormir! Cojo la sábana y me tapo con ella, para que la luz no sea tan fuerte y pueda dormir un poco más.. Sí.. ahora mejor.. De pronto, al girarme para poder estar más cómoda, noto que no estoy sola en la cama. Ahora me doy cuenta, al fin, de lo que pasa. Abro los ojos, a duras penas, pero los abro. Me doy cuenta de que anoche dejé la persiana abierta y ahora está entrando toda la luz del sol. Es decir, es de día, vale, un dato más. Me froto un poco los ojos y esto sí que me alegra la mañana. Veo a Dani, girado hacia mi, aún dormido, y recuerdo la noche que pasamos.. Me pego lo máximo a él y le doy un beso en la comisura de los labios. Al ver que no se despierta, coloco mi mano en su cintura desnuda, al igual que todo su cuerpo, al igual que yo. Sigo besándole en la comisura y en la mejilla hasta que al fin abre los ojos. Esboza una sonrisa y pega su nariz a la mía.

-Buenos días Susan..
-Jajaja.. buenos días Mike..

Y ahora es él quien me besa, pero en los labios. No dejando así espacio entre nuestras caras, ni entre nuestros cuerpos. Me separo un poco de él y le veo aún sonriendo. Sí, quiero despertarme así todas las mañanas de mi vida..

-Venga Dani, no sé que hora es, pero hay que levantarse -le digo sentándome en el borde de la cama.
-Mmmm..
-Vamoooos.. *miro el despertador* son las once y media, ¡venga! -le digo mientras me pongo la ropa interior.
-Ay.. voy.. ya voy..

Al rato estamos los dos en la cocina. Él sentado en una silla bostezando y yo preparando unas tostadas. Parecemos una pareja de novios.. Ojalá fuera así de sencillo. De repente, noto sus manos en mi barriga y su cabeza en mi cuello.

-Cuqui.. voy al baño.. a ducharme.. ¿no te importa no?
-¡Claro que no!
-Te echaré de menos..
-Dani, vas al baño, aquí al lado, ¿cómo me vas a echar de menos? -le digo riéndome.
-Bueno.. Es que contigo nunca es suficiente amor..

Se separa de mi, tras dejarme un beso dulce en la nuca. Le oigo cerrar la puerta y, automáticamente sonrío. Está claro que todo esto es muy bonito pero.. tengo que hablar con él.. se supone que yo tengo novio y él.. algo tiene con Cristina.. Bueno, cuando termine de ducharse, hablamos.

Mientras coloco las tostadas en la mesa suena el timbre. Miro hacia la puerta, y me temo lo peor.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Capítulo 32. Paradise.

Con las yemas de mis dedos rozaba lentamente sus costillas. Él, había comenzado a acariciarme los muslos. A pesar de ello, no habíamos parado ni un segundo de besarnos. Tomándome el asunto más en serio me levanté para quedar sentada sobre él. Dani sonrió al verme feliz y con ganas de entregarme a él. En consecuencia, se levantó también, aunque no se pegó mucho a mi. Aprovechaba esa distancia para poder quitarme la camiseta. Me encantó la forma en que lo hizo; lentamente, con amor, rozando con la piel de sus manos cada parte de mi cuerpo. Cuando por fin pudo tirar la camiseta al suelo, aproveché la posición para hacerle a él lo mismo.

Una vez ambos en las mismas circunstancias me eché sobre él de nuevo y lo empujé sobre la almohada. Colocó sus manos en mis caderas e introdujo sus dedos dentro del pantalón de mi pijama, que por suerte es muy ancho. Empujó de él hacia abajo y para ello dejó de besarme un par de segundos, porque no aguanté la distancia y volví a juntar nuestras bocas.

Una vez en ropa anterior, aproveché para dejarlo a él igual. Me las apañé como pude para desabrocharle el cinturón y quitarle el vaquero. Tras que sus pantalones se perdieran en algún rincón de la cama, mezclados con las sábanas y también con mi pantalón, me agarró muy fuerte y entrelazó sus brazos alrededor de mi cuerpo y yo le acariciaba el pelo una y otra vez, justo como a él tanto le gusta. De pronto se separó de mi y apartó mi cuerpo del suyo.

-S.s.eg.gura.a? -dijo casi jadeando.

No quise contestarle, quise demostrarle que esto estaba siendo la mejor decisión de mi vida. Volví a sentarme sobre él y desabroché el enganche de mi sujetador, dejándolo así caer sobre la cama, y después, al suelo. Me pegué de nuevo a él y, no pudiendo aguantar más la pasión, ambos nos deshicimos de nuestra ropa interior.

Y de pronto mi habitación dejó de serlo y se convirtió en el paraíso. Nunca pensé que un lugar de mi casa pudiera convirtirse en el mismísimo cielo. Nunca nadie, ni Miki, ni la persona con la que lo hice por primera vez, hizo despertar en mi las sensaciones que Dani estaba consiguiendo en ese momento. Tenía ganas de pegar nuestros labios a cada segundo, pero la pasión y emoción del momento me lo impedían, haciendo que sí que simplemente tuviera fuerzas para seguir demostrándole de esa manera que estaba enamorada de él y que nadie nunca podría reemplazarle.

Capítulo 31. Son sueños, que son de verdad.

Había pasado ya un rato desde que habíamos vuelto a besarnos y ahora no puedo dejar de mirarlo. Él se ha colocado ahora a mi lado, y estamos en la posición inicial, colocados de costado mirándonos el uno al otro. En este momento me gustaría decirle que le quiero, pero creo que no hay nada más bonito que este silencio, junto con estas cosquillas que nunca sé de dónde provienen exactamente.

Levantó un poco la cabeza de la almohada, supongo que para mirar el reloj. Llevábamos un rato así, aunque no lo sé con exactitud, porque con él pierdo la noción del tiempo. Nunca sé si el tiempo pasa rápido, o lento.. Nunca sé nada del mundo exterior cuando estoy con él.

-¿Qué.. qué hora es..?
-Muy tarde Annita, las cinco y diez .. Será mejor que nos durmamos ¿no crees? -dijo mientras me frotaba el brazo con su mano.
-Sí.. La verdad es que tengo sueño, sí..

Sonrió y se acercó más a mi. Recuerdo aquel día en que no sabía cómo despedirse de mi. Esta vez no hubo duda. Cerré automáticamente los ojos y sentí de nuevo sus labios en los míos. Se giró sin decirme nada más y supongo que intentó dormirse. A veces no lo entiendo.. Pasa de ser el hombre más romántico de la tierra a ser un tanto frío..

Me pegué a él y coloqué mi brazo izquierdo sobre él, hasta tocar con mi mano su tripa. Lo escuché sonreír. Al instante colocó su mano sobre la mía y al notar el roce, hundí mi cabeza en el hueco que queda entre su cabeza y su hombro. Subí un poco la cabeza, y acabé apoyándome ahí con mi barbilla.

-¿No decías que tenías sueño? -le oí murmurar.
-No tengo sueño Dani, tengo sueños, me expliqué mal.

Apartó su mano de la mía y volvió a girarse para estar frente a mi, con cuidado de no darme en la cara aún apoyada en él.

-¿Sueños? ¿Qué sueños tienes tú? ¿Pasarte la vida en casa viendo todas las películas moñas que haya en el mundo? Jajaja.
-Sí, sí, Dani, tú vacílame..
-A ver cari, ¿qué sueños tienes tú?
-Bueno, uno se ha cumplido ya..
-¿Y cuál es el sueño que ya se ha cumplido? -dijo mientras sonreía de manera vergonzosa, entendiendo ya, cuál era el sueño.
-Tú, esto, estar en la misma cama, besarnos.. pero lamentablemente sólo se está cumpliendo ahora porque el lunes todo volverá a ser como antes..
-No pienses ahora en eso cielo..
-¿Qué has dicho? -pregunté sorprendida.
-Que no pienses en eso.. -dijo mirando a otro lado.
-¿Y qué más?

Se acercó a mi, tanto que pude ver algo en sus ojos que terminó por hacerme saber que estaba disfrutando este momento tanto como yo. Le brillaban tantísimo.. ¿Tengo yo también la misma cara de tontita que tiene él? Dios.. cómo me gusta.. Al ver que no contestaba, hablé yo.

-Me has llamado cielo.. Nunca me has llamado así..
-¿Y te gusta que te lo llame?
-Me encanta..

Sé colocó sobre mí. Poniendo su codo derecho a un lado de mi cuerpo y acercando su cara lo máximo a la mía. Pegamos nuestras frentes y él sonrió. Antes de que dijera algo lo besé y, tal y como él hizo antes, me coloqué encima suyo haciéndonos rodar un poco a lo largo de la cama.

-Dani, Mike, amor, cari, cielo, como más te gusta que te llame, tengo ganas de hacer una locura contigo.. una locura que probablemente mañana o dentro de un par de días me arrepienta de haberla hecho, pero ahora mismo..
-¿Qué quieres hacer?
-Puedo parecerte tonta pero.. me da vergüenza decirlo en alto.. -dije mientras me ruborizaba.
-Digamos que.. Mike y Susan quieren demostrarse su amor.. ¿al máximo?
-Digamos que sí..

Y lo besé de nuevo, aún estando encima de él. Y mientras él recorría mi boca, yo, poco a poco, fui colocando mis manos en el interior de su camiseta, mientras notaba cómo este beso se volvía aún más cálido y a ambos nos latía más fuerte el corazón..