lunes, 31 de octubre de 2011

Capítulo 30. Mike y Susan.

Miré el reloj. Las 4:22. Buf.. Creo que he conseguido dormirme durante un rato, pero ahora ya.. Mejor me levanto. Iré a la cocina a por un vaso de agua, yo qué sé.. Me destapo y me levanto de la cama despacio. Abro la puerta, que está entreabierta y salgo. Voy casi de puntillas, para no despertar a Dani. Cuando llego a la cocina, enciendo la luz de la campana, cojo un vaso y lo lleno de agua. De pronto empiezo a escuchar ruidos. Dejo rápidamente de beber y coloco el vaso en la encimera. Miro hacia un lado y ahí está, el causante de los ruidos.

-Hola.. -dice con los ojos casi cerrados.
-¿Te he.. despertado? -le digo.
-No.. no.. tranquila.. Apenas he dormido..
-Ah.. pues como yo..
-Eh.. Me gustaría.. eh.. hablar contigo..
-Sí.. la verdad es que hay cosas de las que hablar..
-Si quieres, vamos a tu habitación y hablamos allí..
-Vale..

Ambos caminamos hasta mi habitación. Nos sentamos en la cama, yo con las piernas encogidas, en posición india y él igual que yo. Estamos frente a frente.

-Lo siento. Eso lo primero. Sé que he sido un cabrón y todo eso.. Nos besamos y ahora se supone que estoy con Cristina pero.. puedo asegurarte que entre nosotros no hay nada serio..Fue ella la que se me abalanzó y.. sí, yo también la besé pero.. ¿qué podía hacer? ¿quitarme y montar un espectáculo? Lo siento.. de verdad.. -me miraba muy fijamente a los ojos; sí, puedo ver que está arrepentido de veras..
-Tengo que confesarte una cosa.. Por la mañana te oí hablar con Cristina en la terraza.. Te oí decir que..
-¿Que estoy enamorado de ti?
-Eh.. sí.. seguro que estabais hablando de otra cosa y escuché mal, o lo interpreté mal..
-No, lo interpretaste bien..
-¿Estás..?
-Enamorado de ti.. sí..

Y sonreí. No pude evitarlo. Aunque la habitación estuviera a oscuras, había un poco de luz, causada por la luna, que hoy casualmente brillaba mucho y la luz que venía de la cocina. Y pude ver cómo él también sonreía. Y se me olvidó todo. El beso con Cristina, el espectáculo que monté en el bar.. Todo.

-Bueno.. Debería irme a dormir al salón.. O a seguir intentándolo.. -estaba nervioso, muy muy nervioso, lo notaba en su voz.
-Quédate..
-¿Qué?
-Que te quedes a dormir conmigo..

Volvió a sonreír, aunque mirando a otro lado. Ahora sí que se había puesto nervioso.

-Métete en la cama. Voy a apagar la luz de la cocina y.. me quedo aquí contigo.

Le hice caso y me metí de nuevo en la cama. Parezco tonta.. aquí, sonriendo.. Es que él es capaz de todo. Y ahora mismo, creo que no podría ser más feliz..
Apareció él de pronto. Se acercó a la cama, retiró las sábanas y la manta y se metió dentro conmigo. Nos tapamos casi hasta arriba y ambos nos pusimos de costado, mirándonos.

-¿Y qué se supone que va a pasar ahora? -le dije.
-Pues.. No sé.. Las cosas no es que estén muy bien..
-Ya.. Me gustaría que esto fuera una película.. La gente siempre tiene un final feliz..
-Rubia.. ¿y si hacemos de esto una película?
-¿Cómo? Esto es la vida real..
-Bueno, pues hagamos de nuestra vida una peli.
-Estás loco..
-Tú me tienes loco.. Bueno, a lo que iba. Nosotros somos los protagonistas, pero necesitamos otros nombres..
-¿Por qué otros nombres?
-Porque así es más divertido.. Vale, lo tengo. Tu serás Susan, y yo Mike. ¿Te gusta?
-Jajajajaja! Qué tonto eres.. -tonto sí, pero me encanta..
-Y.. Miki será Phil. Y Cris.. Cris.. ¡Alison!

No dije nada más, simplemente sonreí de nuevo. Me acerqué más a él y le agarré la cara con mis manos. Ahora sé por qué le quiero. Le quiero porque hace las cosas fáciles, porque con él todo es sencillo, saca siempre el lado positivo de las cosas, y lucha, siempre lucha. De alguna manera siempre consigue hacerme sentir bien, y cuando me mira de esta manera en la que me está mirando me hace sentir la única chica en el mundo..

-En.. en las pelis, cuando los protagonistas están solos y nadie puede verles.. se besan.
-Dani.. no podemos..
-Ey, ey. Soy Mike. Susan.. ¿quieres besarme de una vez?

Pegué mi frente a la suya y cerré los ojos. Escuché cómo sonreía y me hizo sentir tan bien.. Me agarrró de la cintura con sus manos y me acercó aún más a él. Esta vez la que sonreí fui yo. Froté mi nariz con la suya y le acaricié la mejilla con mi mano derecha.

-Te quiero tanto Mike..
-No más que yo a ti, Susan..

Sentí su respiración en mi cara y creo que eso fue lo que me dio el valor que me faltaba. Me hizo sentirme segura y protegida. Y comprendí que era ahora o nunca. Pegué con cuidado mis labios a los suyos y no pude ser más feliz. Giraba su cabeza al compás de la mía. Y mientras me besaba yo acariciaba su nuca. Y me hizo volar cuando decidió hacernos girar y colocarse encima mío. Había subido sus manos, de mi cintura a mi cabeza y mientras seguía compartiendo su saliva con la mía me acariciaba el pelo. Probablemente con este beso, esté haciendo que todo cambie, o que todo se quede como siempre. Quizás con esto solo conseguimos empeorar las cosas pero.. Mike y Susan se quieren, y nadie podrá parar esto nunca.

Capítulo 29. Hogar.. ¿dulce hogar?

Llegué a casa derrotada, cansada, no era ni yo. Dejé el bolso en la entrada y colgué mi chaqueta empapada por la lluvia. Fui a mi habitación a ponerme el pijama. Pantalones largos azules y camiseta larga un poco ceñida a juego con el pantalón. Me recogí el pelo y me eché en el sofá. No quise encender la tele, no quise cenar. Simplemente no pensar en nada, o pensar en todo. Me veían imágenes sueltas a la cabeza. Todas esas imágenes eran Dani. ¿Qué me pasa? Se supone que tengo la vida perfecta.. Tengo un novio que me quiere, y que yo a él también le.. ¿quiero? bueno sí.. pero de la manera que no es..

Comencé a escuchar unos ruidos. ¿Están.. están llamando a la puerta..? Me levanté despacio, ya que si lo hacía rápido me daría con algún mueble porque no había ni encendido la luz. El salón se iluminaba con la luz que había en la calle y con la luna. Llegué hasta la puerta y miré por la mirilla. Dios mío.. Es Dani, tengo que abrirle, parece que está empapado.. Abrí la puerta con cuidado y me quedé apoyada en el marco de la puerta mirándole.

-Pue.. puedo.. pasar.. ?
-Sí..

Abrí más la puerta y me retiré un poco para que entrara. Cuando ya estaba dentro, cerré la puerta intentando no hacer mucho ruido. Me giré y estaba mirándome fijamente.

-¿Qué.. haces aquí.. ?
-Uf.. te seguí cuando te fuiste.. tenía miedo de que te pasara algo.. entonces cuando llegaste aquí y entraste, me iba a ir a mi casa, pero se ha puesto a llover más y.. mira cómo estoy.. mi casa está un poco lejos.. y..
-Vale.. vale.. puedes quedarte. Ehh.. date una ducha si quieres.. yo me quedo aquí en el salón.
-Pero.. me tendré que cambiar al menos la camiseta.. está empapada.. salí tan rápido del bar que no me acordé de coger la chaqueta.
-Ah sí.. bueno, seguro que tengo alguna camiseta tuya en el armario de cuando.. ay, nada.. que seguro que tengo.

Fui a mi habitación, rebusqué en el armario y, efectivamente había una camiseta suya. Volví al salón, se la di y se fue a ducharse tras darme las gracias

En vez de echarme en el sofá, lo abrí. Es un sofá-cama, así que abrí la cama y puse una sábana y una almohada. Cogí una manta que había por allí y la puse encima. La verdad es que hacía un poco de frío.. Me senté en la cama ya preparada para que durmiera él y coloqué las manos en mi cara apoyando los codos en mis rodillas. No me puedo creer que esto esté pasando.. Hemos "discutido" hace un rato y ahora está aquí, y va a dormir en mi casa.. A quién se le cuente.. Oí cómo cerraba el agua y me levanté. Me di cuenta de que no quería verle otra vez.. No podría aguantar las lágrimas.. Así que es mejor que me vaya a mi habitación. Abrí la cama y me eché. Me tapé un poco y me quedé boca arriba mirando el techo.

-Anna.. -era Dani, que se había asomado a mi habitación y tenía la cabeza apoyada en el marco de la puerta.
*Me levanté, quedándome así, sentada en la cama* -Dime..
-He dejado la camiseta mojada en el baño y.. los pantalones también.. para que se sequen y eso..
-Vale.. Te he abierto la cama del salón, no es muy cómoda pero.. al menos se puede dormir.
-Muchas gracias.. en serio..
-Nada, nada.. Buenas noches.
-..Buenas noches..

Y se fue. Me eché de nuevo en la cama, pero esta vez de lado, intentando así dormir. El caso es, ¿podré dormirme sabiendo que el único chico que me hace estremecer cada vez que sonríe está durmiendo a pocos metros de aquí?

domingo, 30 de octubre de 2011

Capítulo 28. Y una frase inacabada.

-¡Anna! ¡Anna vuelve! ¡Anna!

Dani no paraba de gritar mi nombre y yo cada vez lloraba más y más. No estaba corriendo, no tenía fuerzas, tan sólo andaba rápido. Ya había dejado de oírle pronunciar mi nombre. Ya no gritaba. Me tranquilicé un poco y comencé a caminar de forma pausada y tranquila.
De pronto noté cómo alguien me agarraba suavemente del brazo. Me asusté. Agité mi brazo para que me soltara. Sabía que era él. Reconocía perfectamente la forma en que me tocaba. Volvió a agarrarme y yo volví a soltarme.

-¡Anna joder!

Frené en seco. Estaba temblado y podía oírme respirar de forma agitada a mi misma. Él estaba detrás mío, pero ya no me agarraba. Y de pronto estallé de nuevo. Coloqué mis manos en mi cara, tapándola totalmente, como si no quisiera que nadie me viera, aunque en mi posición, ni él podía verme.

-Anna.. Joder.. Para..

Aunque yo seguía con las manos en mi cara, noté como se ponía en frente de mi. Y me abrazó. Creo que no pensó en nada más. Me abrazó, sólo eso. No pensó en si yo me quitaría, le pegaría o simplemente me quedaría tal y como estoy. Yo no me moví. Él me apretaba cada vez más, pero yo no me movía.

Debieron pasar unos segundos, quizás un minuto, pero no más que eso. Se separó de mi. Dejó de abrazarme y yo aparté despacio las manos de mi cara. Y lo miré, lo miré directamente a los ojos, aunque mi vista estuviera un poco nublada por la cantidad de lágrimas que había derramado. Pude ver su cara de dolor. Entonces entendí que, de alguna manera, él también sufría con esta situación.

-Lo siento. He sido un idiota.. como siempre.. -dijo de forma leve, en voz baja.

Tragué saliva para poder hablar, aunque no supiera muy bien qué iba a decir. Le tenía ahí delante, pidiéndome disculpas.. En este momento parece tan indefenso.. tan frágil.. al igual que yo, supongo.. Y en realidad no quiero hablar, sólo abrazarlo, abrazarlo de verdad, de corazón.. aunque será mejor que diga algo.

-¿Qué.. qué pasa Dani? No entiendo.. no entiendo nada.. Nos besamos, dijiste que me querías, y cuando yo te dije que estoy enamorada de ti pasaste de mi.. me dejaste plantada.. y desde entonces ni me hablas.. ni me miras.. y yo no sé qué pensar.. bueno, en realidad sí lo sé..
-¿Y qué piensas..?
-Pienso que eres el mismo de siempre, el cabeza loca al que le encanta jugar.. divertirse.. el Dani Martínez que no se enamora.. el que está con una tía día sí, día no..
-Anna..
-¿Qué? ¿Qué quieres? ¡Estoy harta! Harta de tener que aguantar tus jugueteos, tus cambios de humor, que un día me beses y al siguiente ni me mires.. -dije con un tono de voz un poco más alto.
-Pero yo.. joder.. yo..
-Tú nada. Vete con Cristina, estás mejor con ella.

Me di la vuelta sin pensármelo dos veces y me dispuse a seguir el camino que él me había cortado. Pero antes de que pudiera echar a andar me agarró de la mano. Me agarró fuerte, tanto que consiguió que me diera la vuelta y me quedara tal y como estaba antes. Frente a él.

-Anna..yo te qu..
-¿Crees que dos palabras pueden cambiar las cosas?
-¿Qué?
-Has jugado conmigo. Me has besado y ahora te vas con Cristina. Esto no funciona así.

Empezaron a caer pequeñas gotas de agua. Pequeñas gotas que en poco más de 5 segundos se convirtieron en lluvia. Sí.. parece la escena de una película, eh. La escena en la que la chica y el chico se besan bajo la lluvia olvidándose de todo lo que les ha pasado en capítulos anteriores, esquivando así los obstáculos que hay en su relación.. No, esto es la vida real.

-No vas a decir nada, ¿no? -le dije.
-¿Qué tengo que decir para demostrarte lo que siento? Parece que no te vale con que te lo diga.
-..adiós Dani..

Y me fui, y él esta vez no me lo impidió. No puedo asegurar que se quedara ahí parado mientras la lluvia le empapaba porque no me giré, porque no quise mirarle otra vez. De lo que sí estoy segura es de que me sentí como una estúpida, me sentí la idiota. Y volví a llorar, pero esta vez las lágrimas se juntaban con la lluvia y a mi ya no me importaba oírme sollozar, porque el sonido de la lluvia lo tapaba todo. Y en mi mente sólo estaba su imagen y una frase que se quedó a medias. "Anna.. yo te qu.."

Capítulo 27. Viernes por la tarde (parte 2)

Se acercó a él. Creo que intentó besarle, pero él estaba mirándome a mi. Yo giré la cara. Lo mejor será arreglar las cosas más tarde, solos. Poco a poco la gente fue llegando. David, Raúl, Flo, Kiko, María.. Éramos bastantes. Primero fuimos a un bar que no quedaba muy lejos de allí. Juntamos unas mesas y nos sentamos. Hablamos de todo, y la verdad es que lo estábamos pasando realmente bien.

De pronto todo el mundo se levantó y se puso a bailar. Bueno, más bien sólo a moverse un poco. Yo, aunque mis ánimos no estaban por las nubes, también me levanté y comencé a hacer un poco el tonto. Vi de lejos a Dani acercarse, que había ido al baño. Me quedé mirándole y le sonreí, pero él no me devolvió la sonrisa a pesar de haberme visto. De repente vi como Cristina se levantaba y se acercaba a él. Ella lo cogió de las manos y empezó a moverse, intentando que él también lo hiciera. Dani sólo se reía. Dejé de mirar un momento, y seguí a mi rollo con Flo y los demás.

-¡Alaaaa! ¡Mira qué sois descaraos eh! -gritó Raúl.

Me giré rápidamente preguntándome qué pasaba. Pude entonces ver a lo que se refería. Cristina y Dani estaban besándose. Qué digo besándose, puede sonar muy mal, pero se estaban morreando. Ahora sí que no entiendo nada. Él le dijo que está enamorado de mi y por lo que veo a ella le da igual. Se acabó. Me he cansado de sus juegos. Lo que quiere es jugar con las dos, y paso de seguirle el rollo. Yo tengo novio, ¿no? Él la tiene a ella. Ni yo le necesito a él, ni él me necesita a mi. En realidad, lo único que quiero es irme de aquí, pero tendré que aguantar al menos un rato más, para que no se note el cabreo que llevo encima.

Seguí hablando y haciendo el tonto con los demás, intentando pasar lo máximo posible de ellos dos. Pasado un rato, se acercaron a nosotros, que estábamos haciendo una especie de corro mientras nos reíamos. Dani se colocó a mi lado. Al llegar me miró. Le miré durante un segundo y aparté la mirada. Cada vez que sus ojos se posaban en mi, más ganas me entraban de irme, de gritar, de llorar o de mandarle a él y a Cristina a la mierda.. De pronto todos empezaron a decir que me pusiera a bailar en el centro de todos, pero a mi ya no me apetecía. Insistían e insistían, pero yo seguía obcecada en que no. De repente Dani colocó su mano izquierda en mi hombro izquierdo y me apretó contra él.

-¡Vamos rubia! ¡Muévete un poco! -gritó.

¿Rubia? Ahora volvemos a tener confianza por lo que veo. Ahora vuelve con los motes con los que antes se refería a mi. ¿Qué pasa? ¿De pronto somos los Anna y Dani que fuimos? Sin pensarlo, le di un golpe con mi mano derecha en su pecho y le empujé hacia atrás.

-¡Déjame Daniel!

Todos se callaron y se me quedaron mirando, incluido Dani. Resoplé, cogí mi bolso y mi abrigo, que estaban colocados en la mesa en la que antes estábamos todos sentados y me salí del bar. Me apoyé en la pared de fuera. Saqué un cigarro y lo encendí. Con cada calada al cigarro, más ganas me entraban de llorar. Y llegó un instante en que ya no pude controlar las lágrimas. Comencé a llorar sin importarme que la gente que pasaba pudiera verme. De pronto oí cómo se abría la puerta del bar y espontáneamente miré. Dani salía a toda prisa. Miró a su derecha, luego a su izquierda y entonces me vio. Me separé de la pared, me di la vuelta y seguí caminando en dirección contraria a él. Me pareció oír mi nombre salir de su boca, pero seguí caminando sin saber hacia donde me dirigía.

sábado, 29 de octubre de 2011

Capítulo 26. Viernes por la tarde (parte 1)

Llegué a casa y fui directa a la ducha. Tenía tan sólo unos veinte minutos para llegar. Por suerte no tenía que lavarme el pelo, así que me di una ducha rápida por el cuerpo y me cambié de ropa. Me puse unos vaqueros, la primera camiseta que encontré y unas sandalias cerradas con algo de tacón. Me eché colonia, cogí el bolso y la chaqueta y me fui. Por el camino, sin saber por qué, me puse a pensar en por qué Miki aún no me había llamado. Suele llamarme todos los días, aunque sólo sea para saber cómo estoy, pero esta vez, aún no sé nada de él.. Miré el reloj y me di cuenta de que aún faltaban casi 10 minutos para las 6. La casa de María estaba bastante cerca de la mía, así que no tardé en llegar. Fui a cruzar la carretera para llegar, cuando de pronto vi a alguien apoyado en la pared del edificio. Dani, ¿quién si no? Bajé la mirada al suelo, y crucé.

Aún sin subir la mirada, noté como se había percatado de que estaba allí. Me apoyé yo también en la pared, aunque lejos de él, separados por la puerta de la entrada al edificio. Me parecía increíble esa situación.. Él, callado, mirando su móvil, que lo había sacado nada más apoyarme yo en la pared. Yo, callada como él, con los brazos cruzados y mirando al suelo. Me pregunté entonces por qué estamos así. Pensé en hablarle, en preguntarle qué le pasaba, pero no sé por qué no me salían las pa...

-Anna..

Pegué un bote. Lo miré. Siempre consigue sacarme de mis pensamientos. Estaba tan a mi bola, que no me había dado cuenta de que estaba mirándome.

-Dime. -aparté de nuevo la mirada porque me asustó lo que vi en sus ojos. Me transmitió miedo con tan sólo haberle mirado durante dos segundos o tres. Y me asusté.
-Mírame, porfavor..
-¿Ahora quieres que te mire? Después de pasar de mi, ¿quieres que te mire? Estoy harta de tus juegos, Dani.

No contestó, se quedó callado. Entonces lo miré. Estaba mirándome muy fijamente. Y volví a ver el miedo en sus ojos. Aunque ahora vi algo más. Vi arrepentimiento, dolor. Vi que estaba asustado. Me superó verle de esa manera, nunca me había trasmitido esas cosas con su mirada. Todo lo contrario, siempre me transmitía seguridad, por eso me enamoré de él.

Me separé de la pared y me acerqué a él. Estábamos uno en frente del otro. Apenas separados por 5 centímetros de distancia.

-¿Qué te pasa Dani?

Y sin contestarme, me abrazó. No entendía nada, y me molestaba no saber qué ocurría, pero sin pensarlo, dejé caer mi bolso y lo abracé con todas mis fuerzas. Sentí su impotencia, su miedo. Estaba agarrándome muy fuerte, creo que por miedo a que dejara de abrazarle y me fuera. Cuando ya aflojó un poco sus brazos, me separé lentamente de él. Coloqué mis manos en sus antebrazos y él me soltó por completo.

-Gracias..
-No hay de qué Dani.. pero, ¿me vas a decir qué pasa?
*Miró su reloj* -Son casi las 6, la gente va a llegar ya..
-Vale. Tenemos que encontrar un momento para hablar, y cuanto antes -quité mis manos de sus antebrazos y miré a mi izquierda.

Cogí mi bolso y retrocedí un par de pasos. Lo miré y frunció el ceño.

-¿Por qué te alejas? -me dijo serio.

Le hice un gesto con la cabeza, moviéndola hacia mi izquierda.

-¡Dani!
-Hola Cris..

jueves, 27 de octubre de 2011

Capítulo 25. Frío.

Me giré rápidamente tras pegar un brinco.

-¡Raúl!
-¡El mismo! ¿Qué haces ahí?
-¿Yo? Nada, jaja! -mierda, la risa nerviosa..

De pronto se abre la puerta de la terraza y salen Dani y Cris. Ella me miró y no precisamente bien. Yo bajé la mirada, sin saber muy bien por qué.

-¿Anna? ¿Que.. qué haces aquí? -es Dani, está nervioso.
-¡Eso le estaba preguntando yo! Pero parece que aquí sobro.. ¡Por cierto! Deberíais ir a maquillaje, empezamos en un rato. ¡Adiós queridos amigos míos! -Raúl se fue corriendo. Qué loco este chico..

Entonces me di cuenta de que Dani me estaba mirando muy fijamente. ¿Qué hago ahora? No puedo mirarle a la cara.. Estoy nerviosa.. Lo mejor será que me vaya. Miré al suelo y me di la vuelta antes de pensarlo de nuevo y arrepentirme. Eché a andar. Estaba esperando que dijera algo, que me llamara y me dijera que tenía que hablar conmigo.. ¡Quiero que diga mi nombre! Como hace siempre que me voy de esta manera.. Cuando ya me había alejado un poco miré hacia atrás. No había nadie. La puerta de la terraza volvía a estar entreabierta. En cualquier momento habría vuelto atrás y habría entrado para estar con él. Esta vez, será mejor que me vaya. No quiero complicar las cosas..

En un rato ya estaba esperando que Flo nos nombrara para entrar. Me había cruzado un par de veces con Dani desde "el momento terraza" incluso en la comida estábamos sentados relativamente cerca, pero no hubo nada. Ni una mísera mirada. No entiendo qué ocurre.. Le ha dicho a Cristina que está enamorado de mi y ahora hace como que no existo..

"Y ya sabéis que esta movida no sería tan movida sin.. ¡Anna Simon y Dani Martínez!

Sin darme cuenta ya tenía que entrar. Puse una de mis sonrisas más falsas y me acerqué corriendo a Flo. En realidad, en este momento, un abrazo suyo no me viene nada mal.. todo lo contrario.. Lo abracé y ahora sí, sonreí de verdad. Me separé un poco de él y levanté un poco la vista. Dani llegaba corriendo, brincando, feliz como siempre. Anna, tienes que disimular, vamos, venga, no es la primera vez, sé fuerte.. Hice un amago de intentar abrazarlo, o de simplemente saludarlo de alguna manera. Retiró enseguida la mirada y se fue a sentar en su silla. Y sí, este es uno de los momentos en los que me siento terriblemente idiota..

El programa pasó lento, muy muy lento. Dani estuvo muy frío conmigo, y en la sección de Cristina se le veía muy feliz, no paraba de mirarla y de sonreír. Debería hablar con él pero.. no creo que surja efecto. Me fui a me camerino pensando en qué hacer. Entré, cerré la puerta y me senté en la silla. Me miré en el espejo y me quité un poco el maquillaje. Supongo que no era culpa de los potingues que me echan, pero me ardían los ojos.. Aún sentada en la silla me giré y cuando me disponía a levantarme, llamaron a la puerta.

-¿Anna? ¿Puedo?
-¡Claro, pasa!

Abrió la puerta con cuidado y se quedó entre el marco y la puerta de pie, aún con su mano izquierda apoyada en el pomo de la puerta. Era David.

-¿Pasa algo? -pregunté.
-¡No, no! Jaja, tranquila. Sólo venía a preguntarte una cosilla.
-Dime, dime.
-¿Te vas a Mollet hoy como todos los viernes?
-No, este finde me quedo en Madrid, que Miki no está en Barcelona y a mis padres seguro que no les importa que no vaya esta semana. ¿Por qué?
-Ah, es que hablé antes con los demás, y nos vamos a ir a tomar algo a eso de las 6. ¿Te vienes? Hemos quedado en casa de María.
-Eh.. -no sabía muy bien qué contestar; tenía ganas, pero me imaginaba que también iría Dani, e incluso Cristina..-Vale, hecho, a las 6 donde María ¿no?
-¡Sí! Sé puntual eh Annita, que nos conocemos, jajaja.
-No te preocupes, ¡cuando quiero puedo serlo! 

Me sonrió, se despidió de mi y se fue. Cogí mis cosas rápido y me fui a casa. Esta tarde, puede ser una gran tarde.

domingo, 23 de octubre de 2011

Capítulo 25. Tras la puerta.

-Ehh.. Anna tengo que irme ya.. Sino mañana.. Venga.. Chao..

Y se fue. Se fue sin decir nada más. Sin pronunciar un "yo también".. Aunque en el fondo me lo esperaba. Temía que fuera así y no lo dijera.. Al menos ahora sé que él no está enamorado de mi y dejo de hacerme ilusiones.. Si es que no sé cómo se me ha podido pasar por la cabeza.. ¿Dani enamorado? Y encima de mí.. Já.. Qué cosas tienes Anna.. A veces es mejor callarte, pero no, tú siempre tienes que hablar..

Cuando quise cenar eran las 11. Me preparé una sopa y no comí nada más. Recogí la cocina y me fui pitando a la cama. Una vez echada en la almohada me puse a pensar. Mañana es viernes y no tengo por qué ir a Mollet, Miki no está.. Me quedaré aquí en Madrid aunque.. mi plan era estar con Dani, ahora no creo que tenga muchas ganas de verme tras haber dicho eso..

*Ring, ring*

Apagué el despertador en seguida. Ya llevaba un rato despierta. Apenas había dormido pensando en cómo le habrá sentado a Dani que le dijera que estoy enamorada de él.. Lo mejor será discubrirlo.

Había pasado una hora y ya estaba en plató. Busqué a Dani pero no lo encontré. Por el camino me encontré a Flo.

-¡Annita! ¿Qué tal estás? No tienes buena cara..
-Ya.. No he dormido muy bien..
-Esto parece una epidemia, Dani está igual.
-¿Dani? ¿Ha llegado ya? Qué raro, es muy pronto..
-Está en la terraza, dijo que estaba muy agobiado, no entiendo muy bien qué le pasa.. Hazme un favor, sube a la terraza y habla con él, seguro que a ti te escucha.
-Claro papa, lo que tú digas..
-Gracias Annita.

Y se fue tras darme un beso en la cabeza. ¡Bien! Ya tengo escusa para subir a hablar con él. Entré primero en mi camerino para dejar el bolso y peinarme un poco, que con las prisas por llegar no tuve tiempo. En cuanto terminé, subí a ver a Dani.

Ya había llegado y la puerta no estaba cerrada del todo. Oía hablar a alguien, pero no podía ni reconocer quiénes eran ni qué decían. Con cuidado abrí un poco más la puerta y pude verlos. Vi a Cris y a Dani de espaldas a mi, hablando. Ella tenía su mano colocada en su espalda y estaba acariciándole. Entonces pude oírles hablar claro.

-Mira Cris.. No estoy de humor ¿vale? Ya te lo he dicho, déjame tranquilo por favor..
-No cari, no voy a dejarte solo. Cuéntame qué te pasa por favor.. Somos novios ¿no? Confía en mi y déjame ayudarte..
-No lo entenderías..
-No quiero entenderlo, sólo ayudarte. Es por Anna, ¿verdad?
-¿Qué? Que.. que.. ¿qué tiene Anna qué ver en esto?
-Sé que está coladita por ti.. se le nota. Seguro que te lo ha dicho y estás así porque sólo quieres ser su amigo y ella quiere más..
-Ehh.. No, Cris no.
-¡No mientas! Sé que es eso. ¡Y estoy harta de ella! -Cristina ya había subido el tono de voz.
-¡No tienes ni idea de lo qué pasa!
-¿Y qué pasa entonces? ¡Sé sincero! ¡¿Qué pasa?!
-¡Que estoy enamorado de ella!

Los ojos se me abrieron de par en par. No me lo podía creer.. Pero.. pero.. ¿entonces por qué no me lo dijo anoche? ¿Por qué ha tenido qué decírselo a ella y a mi no? No entiendo nada.. Entonces.. ¿está enamorado de mi, en serio?

-¡Anna! ¿Qué estás haciendo aquí?

martes, 18 de octubre de 2011

Capítulo 24. Ahora o nunca.

Dejé la nota en la mesa y me fui a mi habitación. Abrí el armario y me puse unos leggins negros y una camiseta ancha azul clarita. Aunque la camiseta era informal, también era muy sexy; al ser ancha, una de las mangas se caía por mi brazo y dejaba un hombro al descubierto. Perfecta para Dani -pensé. Me coloqué un cinturón negro y me fui a la cocina otra vez. Abrí la caja de la pizza y sí, olía muy bien. No tenía muy claro de qué era, pero en ese momento era lo que menos me importaba. Me senté en una silla y, me di cuenta de que la música aún estaba puesta. Empezó a sonar "Menamoré" de Georgina, y pensé en Dani, aunque no había dejado de hacerlo.

Cuando la canción ya estaba por la mitad, sonó el timbre. Apagué corriendo la radio, y me acerqué al telefonillo. Abrí sin preguntar quién era. Esta vez, sí que era él. Esperé con la puerta abierta mientras oía a Dani subir corriendo las escaleras. Automáticamente sonreí. Qué bobo es.. -pensé mirando al suelo. Dejé de escuchar sus pasos, así que levanté la cabeza. Dios mío.. está guapísimo.. Lleva puesta una camisa negra y unos vaqueros, y sí, sus convers.

.¿Puedo pasar o nos vamos a quedar aquí mientras la pizza se enfría? -y sonrió, como él sólo sabe hacerlo.
-Ah.. sí, osea no, pasa anda pasa.. -aún estaba embobada.

Entró en casa y pasó delante de mi, entonces pude oler su colonia; hacía mucho tiempo que no olía así. Reconocería ese aroma siempre. Es la colonia que se ponía antes. La que llevaba cuando.. cuando estuvimos juntos.. Resoplé y cerré la puerta. Cuando me giré ya estaba sentado en una silla, esprándome para comer la pizza.

-No pierdes el tiempo, ¿eh? -le dije mientras me acercaba para sentarme en frente de él.
-Ya sabes que yo nunca.
-Ya..

Empezamos a comer, y aunque estábamos riéndonos, yo no podía dejar de pensar en los besos que nos habiamos dado, en Miki, en Cristina.. Y hablé, porque no podía más.

-Dani, has venido aquí para que hablemos..
-Tienes razón.. -dijo mientras se limpiaba la boca con una servilleta.
-Qué.. ¿qué va a pasar a partir de ahora? Quiero decir.. A ver.. Ahora que sabemos que.. eso, que..
-Que nos gustamos, sí.
-Eeeso.. ehh.. a ver..

Suspiré y coloqué mi mano izquierda en mi frente, mientras que la otra estaba apoyada en la mesa, con la palma de la mano hacia abajo. De pronto noté que Dani colocaba su mano sobre la mía y lo miré.

-Anna, relájate. Soy Dani, joder, tenemos confianza, ¿no?
-Sí pero.. este tema es complicado.

Quitó su mano de encima de la mía y se colocó bien en la silla. Resopló.

-A ver cuqui, tú y yo hasta ahora nos hemos comportado como dos amigos, sí, vale, nos hemos besado pero.. no tiene por qué pasar nada que tú no quieras que pase, quiero decir.. si quieres que las cosas sigan como estaban antes, pues perfecto..
-Es que yo tengo novio y.. y bueno, conociéndote, seguro que no has dejado a Cristina.. Que lo veo normal eh. Creo que tanto yo como tú sabemos que, por ahora, es mejor que dejemos las cosas como estaban.. ¿no?
-Sí.. claro.. entonces, ¿amigos como siempre? -dijo mientras se acercaba otro trozo de pizza a la boca.
-Claro.. -dije terminándome el mío.

Pasamos un rato genial. Risas y más risas. Y yo en esos momentos era feliz, porque aunque sólo quisiera besarle, me sentía afortunada de tenerle como amigo y poder ser alguien especial en su vida.

-Oye Annita.. voy a hacerte una pregunta, si quieres contestas, sino no, ¿vale?
-Asentí-
-¿Hace cuánto tiempo que sabes que.. que no soy.. que soy más que un amigo para ti.. ?
-Eeeh.. A ver.. Cuando nos conocimos pues me atraías y eso.. pero, cuando nos volvimos a encontrar en tonterías pues.. ya sentí más cosas.. y me enam.. y eso, que en Tonterías las justas supongo..
-¿Qué has dicho, Anna?
-¿Eh? Nada, eso, que en tonterías..- mierda, he dicho la palabra "enamorar"
-Ah.. bueno.. creo que me voy a ir yendo, es tarde.

Se levantó de la silla y fui tras él. Abrió la puerta para irse, pero antes, se giró y se me quedó mirando muy fijamente. Levanté la vista y lo miré a los ojos. Entonces me abrazó, y yo a él también. Sentí que era como un abrazo de despedida, diciendo adiós a los besos que nunca más serán.. Se separó de mi lentamente, y supe entonces que tenía que ser sincera, que tenía que decirle la verdad del todo, que ya no podía esconderle nada, o me arrepentiría siempre. Se había girado ya, y se disponía a irse.

-¡Dani!
-Dime -se giró rápidamente y me miró.
-Creo que estoy un poco enamorada de ti. Bueno, no lo creo, estoy segura. Estoy enamorada de ti, totalmente.

domingo, 16 de octubre de 2011

Capítulo 23. ¡Sorpresa!

Salí del camerino de Dani, asegurándome antes de que nadie me viera. Cuando ya estaba fuera de plató, vi de lejos a Dani y a Cristina. Estaban hablando. Decidí pasar del tema y no quedarme mirándoles como una estúpida. Cogí el móvil entonces de mi bolso y marqué el número de Miki.

-¿Si? -contestó al instante.
-Hola.. -intenté que pareciera un hola cariñoso, aunque no sé si lo conseguí.
-¡Amor! Al fin me llamas. Te mandé el mensaje porque tenía que hablar contigo de algo..
-Sí, dime.
-Éste fin de semana no estaré en Barcelona, me han llamado unos amigos que hace mucho tiempo que no veía y me han pedido que esté con ellos de viernes a domingo.
-Ah.. -no está bien, pero me alegró oír eso.
-¿No te importa? Si quieres me quedo y paso contigo el fin de semana como siempre.
-No, no, tranquilo cielo, ve con ellos.
-Vale, sólo era eso. ¡Chao mi vida, te quiero!
-Adiós. Y yo a ti..

Colgué, aunque creo que él había colgado antes que yo. Qué raro.. que yo sepa, Miki no tiene amigos que vivan fuera de Barcelona.. Bueno, el caso es que este finde puedo elegir entre irme a Mollet o quedarme en Madrid.. A ver qué hago..

Sin darme cuenta había llegado ya a mi casa. Subí y abrí la puerta. Dejé las cosas en la entrada y me puse a limpiar un poco y puse la radio a tope. Justo empezaba 'Quiero un camino' de Taxi, y subí aún más el volumen. Mientras limpiaba la encimera iban sonando en mi cabeza cada una de las palabras que la canción pronunciaba. "Quiero escuchar hoy tu voz, pendiente de tus palabras. Quiero un camino entre los dos, siempre atento a tu mirada. A tu llamada.." Y vino a mi mente sólo una persona, un nombre, una sonrisa, una mirada. Él, sólo él. Y recordé que me había dicho que me llamaría y fui corriendo a por el móvil como una idiota. No, aún nada.

Limpiando, viendo la tele, bañándome y esperando aún su llamada, la tarde pasó volando. Ya eran más de las ocho y media, y aún no sabía nada de él. Me senté en el sofá y aunque la tele estaba encendida, no prestaba atención a lo que estaban echando. La apagué. No sabía qué hacer, así que me asomé a la ventana y me quedé mirando la calle. Comencé a imaginar cómo sería una vida con Dani. Me pregunté si sería de los que llevan el desayuno a la cama, si le gusta que le despierten con un beso.. Y me di cuenta de que todo lo que tenía planeado antes para mi vida se había esfumado sólo con su presencia en mi vida. Antes quería casarme, tener hijos, formar una familia y hacer todo eso con Miki. Ahora ya voy sin rumbo. Ahora no me importa nada de eso, ahora lo único que quiero es poder besarle sin sentirme culpable, poder abrazarle y que todos sepan que nos queremos. Ahora sólo lo quiero a él, y nada más me importa.

De pronto sonó el timbre. ¿El timbre? No será Dani.. ¿Dani? Por favor que sea él.. Me acerqué a la puerta y, como estaba tan segura de que sería él, no miré por la mirilla. Abrí la puerta y la decepción fue evidente.

-¿Anna Simon?
-Eh.. sí. ¿Qué pasa?
-Aquí tiene su pizza.
-¿Pizza? Yo no he pedido nada, ha debido usted de confundirse.
-No, qué va. No puedo decirle quién, pero alguien ha pedido esto para usted, y me ha pedido que se la entregue aquí. Ya está pagada, así que no se preocupe.

Me da una pizza, que no sé ni de qué es. No entiendo nada, pero la cojo, no quiero ser maleducada.

-Ah, y, esa misma persona escribió esta nota -me entrega un trozo de papel, algo parecido a un post-it. Lo cojo con la mano que no está ocupada por la pizza. - buenas noches.
-Buenas noches..

Cierro la puerta como puedo y me voy a la cocina. Dejo la pizza encima de la mesa y abro la nota, que estaba doblada a la mitad. Leo intrigada lo que pone y al instante sonrío.

"Espero que sea de su agrado, abuela. Si el repartidor ha sido puntual, en unos 15 minutos llegaré a su casa dispuesto a comerme esa pizza, que seguro que huele genial, con usted. Firmado: Un pelo-pincho que la quiere con locura"

sábado, 15 de octubre de 2011

Capítulo 22. Interrupción.

Estaba sobre él, aún besándole. El sofá no es demasiado grande, pero creo que si hace falta nos echamos en el suelo sólo por poder besarnos. Seguíamos en la misma posición que hace.. que hace.. ¿cuánto tiempo ha pasado? no lo sé, ni me hace falta saberlo. Mis labios recorrían los suyos. Tenía los ojos cerrados, pero ¿y él? Abrí un ojo para saber si estaba como yo o no. Y mientras seguía en el paraíso vi que tenía los ojos también cerrados. Sonreí. Y los volví a cerrar para poder seguir disfrutando.

-A. Ann. Anna.. -había separado sus labios de los míos, bueno, lo estaba intentando.
-Qué quieres.. -me separé yo también, pero volví a besarle de nuevo.

Con sus manos aún en mi cintura separó un poco mi cuerpo del suyo, supongo que para poder hablar.

-¿Qué pasa ahora? -dije mientras fruncía el ceño.
-Te he dado un discurso de tres pares de narices.. Te toca a ti decir lo que sientes.
-¿No te vale con ésto? -volví a besarle, pero sólo fue un pico.
-Me vale, pero quiero que hables..

Suspiré y quité mis manos de su cabeza. Apoyé los codos en el espacio que había libre en el sofá, a ambos lados de su cara. Empecé a tocarle la frente con la yema de los dedos pulgar e índice.

-Siento que podría quedarme aquí toda la vida.. ¿Contento? -dije terminando la frase con una sonrisa.
-No.. Quiero que hables tanto como yo he hablado..
-Te quiero Dani, te quiero más de lo que piensas. Llevo mucho tiempo pensando en qué significas para mi, en qué lugar ocupas en mi vida. Aún no lo sé. Eres como.. como un amigo, pero te quiero como algo más que a un amigo.. Serías como el chico que me gusta, pero eres más importante en mi vida que eso. Y bueno, cuando estoy contigo, cuando paso ratos a tu lado como este o simplemente cuando me haces reír siento que te quiero como nunca he querido a nadie. Entonces pues.. no sé. Déjalo en que te quiero y ya está.

Sonrió, pero luego se rió. Más bien soltó una carcajada, pero no, no se estaba riendo de mi ni de lo que había dicho. Esa era una carcajada de felicidad. Ese es el tipo de risa que tiene cuando me hace cosquillas, cuando me llama abuela, cuando me ve por la mañana sin maquillar y yo me enfado con él, cuando yo sonrío.. Y creo que ya lo entiendo todo. Me quiere.

Noté como subía sus manos desde mi cintura hasta a mis hombros y me empujaba lentamente hacia él para volver a besarme. Evidentemente no se lo evité y volví a mezclar su aliento con el mío.

*Toc, toc*

Me separé de Dani con cara de asustada. ¡Mierda! Se me había olvidado que estábamos en su camerino, y tarde o temprano tenía que venir alguien.

-¿Dani? *toc,toc* ¿Dani estás? 

Miré a Dani y, sin hablar, sólo moviendo los labios dije "¿Cristina?" Él tenía la misma cara de asustado que yo. Me levanté rápidamente del sofá intentando no hacer demasiado ruido.

-Sí Cris, ¿qué pasa? -dijo Dani tras tragar saliva.
-¿Puedo pasar? Tengo que hablar contigo cari.

Miré a Dani, que ya se había levantado del sofá. Fruncí el ceño y le dije, sin hablar claro, sólo moviendo los labios de nuevo "¿Cari?" intentando parecer indinganda porque yo sólo puedo llamarle así.

-¿Dani? ¡Dani venga, ábreme! Tengo que irme, ¡vamos! -Cristina ya había subido el tono de voz- ¿Pasa algo?
-¡No, no! Espérame fuera anda, que salgo enseguida. 
-Vale, no tardes eh.

Oímos sus pasos alejándose. Uf.. al fin se había ido.

-¿Qué hacemos? Si salgo ahora puede que me vea..
-A ver, salgo yo, me aseguro de que estamos fuera y de que no pueda verte salir de aquí. Tú intenta que nadie más te vea, por favor.
-Vale.. -no quería irme, quería quedarme ahí, con él.

Se dio cuenta de que no me había hecho ninguna gracia que nos interrumpiera, así que se acercó a mi. Colocó sus manos a ambos lados de mi cadera y apoyó su frente en la mía.

-Esta tarde te llamo, ¿vale? Y hablamos más tranquilamente de todo..
-Vale.. 

Acortó la distancia que había entre ambos, pero sólo durante un instante. Después se acercó a la puerta y se fue. De pronto me acordé de que Miki me había mandado un mensaje diciéndome que en cuanto pudiera que le llamara. Puf.. ¿qué querrá ahora éste? 

viernes, 14 de octubre de 2011

Capítulo 21. Dulce sabor a verdad.

Me miró. Me miró muy fijamente. De pronto se levantó y se acercó a la puerta. Puso entonces el tranco, y volvió a sentarse a mi lado, aunque esta vez más pegado a mi.

-¿Quieres qué te diga lo que pasa? -miraba al suelo; estaba con los codos apoyados en las rodillas, y las manos en la cara. Movía la pierna derecha sin parar; estaba nervioso.
-Es lo que llevo esperando desde hace mucho tiempo Dani..
-Tienes que prometerme que esto quedará entre nosotros, sabes que tengo mucho orgullo, y puedo asegurarte que todo lo que saldrá de mi boca no es propio de mi, y tampoco estoy seguro de si te va a gustar o no. ¿Preparada?
-Preparada.

Se giró hacia mi. Me miró a los ojos, tras vacilar una milésima de segundo. En ese instante estaba segura de que no iba a mentirme, de que todas las palabras que iba a pronunciar para mi serían ciertas. No sé por qué, pero lo sabía.

-Ayer fue uno de los mejores días de mi vida. No me acordaba de todo lo que me gustaba besarte.. Llegué a casa muy emocionado, te lo aseguro. No podía dormir, así que llamé a mi hermano para contarle lo que había pasado contigo.. Él sabe, bueno, él lo sabe todo. Lo llamé, pero me dijo que no podía hablar porque tenía cosas que hacer, y me pidió que lo llamara por la mañana pronto. Entonces me desperté por la mañana, te mandé el mensaje, y me fui a plató. Allí llamé a Nacho y le conté todo. Le dije que nos habíamos besado y que quería estar contigo. Estaba en mi camerino entonces, pero me fui al baño, con tan mala suerte de que mientras le contaba que quiero estar contigo, que lo que tuvimos tú y yo sólo fue un rollo y ahora lo que quiero es que seamos novios y nos dejemos de tonterías, que estoy hasta las trancas por ti.. y esas cosas pues, Cris estaba escuchando detrás de la puerta. Me oyó decir todo eso y se creyó que iba por ella.. No sabía qué decirle, no podía contarle que de la que estaba hablando era de ti, así que ahora se supone que ella y yo estamos saliendo porque a Cris le sigo gustando..

Me cogió de las manos. Las tenía muy frías, pero esa no fue la causa de que se me pusieran los pelos de punta. Sabía que todo era cierto, que por fin la verdad había salido a la luz. Lo que no me esperaba era lo que llegaba ahora..

-Anna, te prometo que por ella no siento nada, que la única que me vuelve loco eres tú. Que fui un gilipollas por dejarte escapar, por sólo querer un rollo contigo, pero aquellos días en que estuvimos juntos fueron los mejores de mi vida. Ayer recordé que los únicos labios que quiero besar son los tuyos, que eres tú la culpable de que venga con ganas a trabajar día tras día. Me gustaría que todo fuera más sencillo, que yo no fuera un cobarde y pudiera decirle a Cris que no la quiero, y que tú no estuvieras con.. con él. Anna, te quiero.

No dudé. En ese momento no dudé de nada y me olvidé de todo. Creí en esa situación, creí en una vida sin Cristinas ni Mikis. Y lo único en lo que pensé fue en él, en la persona que tenía delante, en el único capaz de hacerme sentir todo esto. Solté sus manos, casi entrelazadas a las mías. Puse mis manos en su cara y me abalancé sobre él. Y reconstruí las sensaciones de ayer. Pegué mis labios a los suyos y sentí que nada malo podía ocurrir en ese momento. Sentí, incluso, como en una milésima de segundo nuestros dientes chocaron, de la emoción del momento. Y deseé parar el mundo, deseé que nadie pudiera robarnos la felicidad que estábamos alcanzando en ese instante. Con mis dedos acariciaba su pelo, mientras él me tenía agarrada de la cintura, atrayéndome así un poco más hacia él. Noté que sonreía, pero no paraba de besarme. Estaba feliz, y lo mejor no era eso, lo mejor era que él también lo estaba siendo.

martes, 11 de octubre de 2011

Capítulo 20. Love the way you lie (parte 2)

Y sin saber por qué estaba yendo al camerino de Dani. No quiero ser la tonta de siempre. Entro, le canto las cuarenta y me voy. Eso haré, sí. Espera, ¿llamo o no llamo? ¡Parezco Patricio! Ya Anna, céntrate. Va, ante todo educación. Llamo. *Toc, toc* No contesta.. llamo otra vez venga. *Toc, toc* ¡Joder! Pues entro. Giro el pomo de la puerta y empujo. Me meto en su camerino sin mirarle aún a la cara y cierro la puerta a mis espaldas. Busco su mirada, que se encuentra en el sillón. Lo noto cansado, sorprendido, agobiado.

-Dani, ya sé que dije que lo que paso ayer sería mejor olvidarlo, pero tengo que sacar otra vez el tema. ¿Por qué narices me besaste si estás con Cristina? Lo primero, me parece de gilipollas hacer eso, y lo segundo, creo que soy más importante para ti que todo eso, creo que no soy una tía más a la que besas mientras estás con otra. No soy una de tus amiguitas, ¿vale? -quería seguir, y decirle la verdad, terminar con la verdad, pero no salía nada más de mi boca.
-Joder Anna.. joder, joder, joder. Sabía que pasaría esto. ¡No es lo que parece! -se había levantado.
-¡Como siempre! Nunca es lo que parece. Dani, me he cansado de tus tonterías.. Quiero saber la verdad, quiero que me digas lo que pasa aquí.. Joder.. ¿has vuelto con Cristina?
-¡No Anna no! No estoy con ella ¿vale? -se sentó en el sofá de nuevo- Buf...

Lo miré. Nunca lo había visto así. Estaba como destruido. Tenía la mano colocada en la cara. Creo que no quería que le viera así. Decidí tranquilizarme y sentarme a su lado. Me pegué a él. Coloqué mi brazo izquierdo en su espalda. Él entonces apartó la mano de la cara y me miró de frente. Sonrió.

-Lo siento.. en realidad todo esto es más fácil de lo que parece.. Lo siento Anna, de verdad.. -tras decir esto colocó su mano en mi rodilla descubierta por el vestido corto que llevaba.
-¿Y por qué no me explicas lo que pasa? Ayer parecías muy sincero..
-Para contarte lo que pasa necesito que tú me seas sincera. Necesito que me digas qué sentiste ayer.. si te arrepientes de lo que pasó o no..- no me miraba a los ojos, y eso me hacía dudar de él.

De pronto sonó una música. Mi móvil. Mensaje de texto. Estaba en catalán. Miki. Lo leí en bajo. Decía que tenía que hablar conmigo, que era importante, que lo llamara en cuanto tuviera tiempo. Miré a Dani entonces. Seguía mirándome fijamente. Bloqueé el móvil y lo guardé en mi bolso.

-No es un buen sitio éste para hablar.. ¿no crees?
-Anna, no puedo más, estoy harto de esta situación. Tengo que explicarte lo que está pasando, pero soy un cobarde de mierda y no me atrevo. Me gustaría contártelo todo, pero tengo miedo de tu reacción, por eso, como te he dicho, necesito que tú hables primero.. -apartó su mano de mi rodilla, y miró al suelo.
-No, estoy harta de eso. Quiero que me digas qué pasa, estoy harta de mentiras..

domingo, 9 de octubre de 2011

Capítulo 19. Love the way you lie (parte 1)

Giré la cara en seguida y miré hacia la derecha. Sí, era él. Volví a mirar al frente pasando de él. Aún tenía su mano colocada en la parte baja de mi espalda, y aunque a mi se me había erizado la piel sólo por aquel pequeño contacto, seguía haciéndome la dura.

-¿Me vas a contar lo que pasa? Me has visto antes por el pasillo y te has metido corriendo en tu camerino, que te he visto. Y ahora te subes aquí arriba sin venir a verme. ¿Eso es que te has arrepentido de lo que pasó ayer? -al ver que yo no respondía, entrelazó sus brazos por delante de mi cintura y me pegó a él- Anna..
-¡Ni Anna ni leches! -me separé de él, deshaciéndome del lazo que habían hecho sus manos en mi cuerpo.
-¿Qué pasa ahora?

Me giré para mirarlo a la cara. Quería gritarle, insultarle, mandarle a mierda y con eso olvidarme de él, pero no me salía ni una palabra de la boca. Le di una calada más al cigarro y lo apagué. Miles de cosas pasaban por mi cabeza entonces. En realidad, si en ese instante hiciera lo que tenía ganas de verdad, le besaría, pero no.

-Mira Dani. Lo de ayer fue un error tremendo, la cagué ¿vale? Tengo novio, y estoy enamorada de él, así que no sé por qué me besé contigo ayer. Vamos a dejar las cosas como estaban antes. Tú y yo somos compañeros, somos.. amigos. Punto y final -estaba mirándole a la cara, pero no directamente a los ojos, porque ni yo me estaba creyendo ese discurso.

Eché a andar, pasé a su lado esperando que me agarrara del brazo y no dejara irme, como siempre hace cada vez que discutimos. Pero, esta vez, no hizo nada. Cuando ya estaba detrás de él, giré un poco la cabeza. Estaba quieto, no se movía. Me fijé en su mano derecha. Tenía el puño cerrado. Lo mejor será que me vaya. Y ahora sí, me fui de allí.

Ya era hora de empezar, y así lo hicimos. Ésta vez fue un programa totalmente distinto. Cuando cruzábamos nuestras miradas sentía frío, no era la mirada cálida de Dani que tanto me gustó. Estaba claramente molesto conmigo. Llegó el momento de que saliera Cristina. Intenté relajarme y sonreír. Vi cómo se miraban Dani y ella y fue entonces cuando me di cuenta de que la tonta de la historia era yo. Él había jugado conmigo, pero aún no entendía por qué.

Cuando el programa acabó fui a mi camerino, y me encontré a Cristina por el camino.

-¡Anna! ¿te pasa algo? Te he notado un poco cabizbaja durante el programa..
-Ah, no, tranquila. Sólo es cansancio, nada más. -era mi momento, tenía que sacarle información, asegurarme de que lo que me había dicho Flo era cierto, o sólo una verdad a medias- ¿Y tú qué? Te noto muy feliz últimamente, uy.. eso seguro que tiene que ver con el tema amor eh!
-Jajajaja.. no te pierdes una eh. Sí.. la verdad es que lo estoy intentando con alguien.. bueno, ¡lo estoy volviendo a intentar! -no paraba de sonreír, y se había puesto roja.
-¿Cómo? Osea que.. ¿estás saliendo con un ex no?
-Sí.. Suena un poco mal dicho así, pero.. Bueno mira, te cuento quién es, total, te ibas a enterar de todos modos.. Dani y yo hemos vuelto.

Tras decir esto se despidió de mi y se fue. Yo me quedé ahí parada, como una estúpida. Levanté la mirada del suelo y lo vi a él. Estaba mirándome fijamente. Creo que se percató de que Cris y yo estábamos hablando. Miró hacia otro lado y se metió en su camerino. ¿Se siente bien ahora? ¿Le gusta mentirme? O simplemente hacerme daño..

viernes, 7 de octubre de 2011

Capítulo 18. ¿Te acuerdas?

La puerta se abrió un poco. No me esperaba a la persona que la había abierto.

-¿Puedo? -sonreía mientras.
-Claro.. pasa.. -hice lo que pude para no parecer arisca.

Abrió la puerta del todo y la cerró. Se sentó en el sofá. Cruzó las piernas. Me miró y sonrió.

-Supongo que Flo ya ha hablado contigo.. No te tomes muy en cuenta lo que te haya dicho.. Tú y yo nos llevamos bien ¿o no? -sonrió de nuevo- así que tampoco te preocupes, ¡que tú me caes muy bien Annita! -no paraba de sonreír, y eso me gustaba, creo.
-Ah, sí, claro, tú a mi también me caes muy bien Cris.. aunque entiendo a Flo en cierto modo, sólo quiere lo mejor para todos.. -sonreí, al menos lo intenté.

Tras hablar un rato con ella sobre ese tema, se levantó y se fue. Aún quedaba un rato para empezar, así que aproveché para irme a la terraza un rato.. Tenía miles de cosas en la cabeza.. Llegué allí y saqué el paquete de tabaco. Le había prometido a Dani que no fumaría pero, él me ha mentido, así que ya no importa mucho.

Sin quererlo recordé los momentos más especiales que he vivido hasta ahora con Dani. El día que nos conocimos.. no puedo evitar sonreír al recordarlo..

Era pronto. Yo me dirigía al plató del nuevo programa en el que iba a participar, "Estas no son las noticias" Esperaba encontrarme gente simpática allí, aunque estaba muy nerviosa, tenía miedo de no encajar. Llegué a tiempo. Andaba un poco perdida, tanto que no sabía por donde andaba. De repente, como iba mirando a todos los lados, me choqué con un chico. Él también iba distraído, metido en su móvil. Nos dimos tal leñazo que se le cayó el móvil al suelo.


-¡Lo siento! Soy así de torpe siempre.. -le dije mientras me agachaba a recoger la tapa del móvil, que se le había desprendido.
-Bah no importa.. Yo también iba distraído, y además, ya lleva muchos golpes.. tengo que comprarme un iPhone.. -me miró y sonrió- ¿Vas a trabajar aquí?
-Sí, eh, bueno, a ver qué tal lo hago.. No te vi en las reuniones que tuvimos con el equipo.. Yo, bueno, soy Anna -esbocé una pequeña sonrisa sin enseñar los dientes y coloqué mi mano de manera que tuviera la "obligación" de estrechármela.
-Yo tampoco te vi.. Qué raro.. Yo soy Dani, encantado -sonrió, él sí, enseñando los dientes y me estrechó la mano.


A partir de ese momento comenzamos a hablar, contándonos que íbamos a hacer en el programa, y parecía que todo estaba a favor nuestra. Aunque nunca coincidíamos  durante el programa, siempre hablábamos fuera.. Conectamos tan bien..


Y aquí me encuentro hoy, ha pasado ya tiempo desde aquel encuentro tan peculiar, y ahora mismo, en este instante, sólo me gustaría saber que no me ha engañado, que lo de ayer fue todo de verdad, que me quiere tal y como ayer me dijo que me quería.. Y abrazarlo.. Y sentir que nada nos puede separar..

De pronto, pegué un brinco que hizo que me asustara y me sacara de mis pensamientos..

jueves, 6 de octubre de 2011

Capítulo 17. Mentías cuando me decías..

"Ven a plató ya. Tengo que hablar muy seriamente contigo, Anna. Te espero en mi camerino, no tardes" ¿Flo? ¿Qué pasa? Me vestí rápidamente y desayuné lo que pude. Fui casi corriendo. Estaba preocupada y creo que en el fondo tenía miedo. Entré en plató. Juanger y María estaban por allí, pero ni los saludé. Me dirigí a su camerino directamente. Llamé a la puerta, y entré.

-Siéntate ahí, que ahora te digo -estaba serio, muy muy serio.

Me senté en el sofá mientras veía como colocaba unos papeles. Crucé las piernas. Estaba nerviosísima, nunca había visto a Flo así. Se giró y me miró.

-Anna, no sé si sabes de qué va esto o estás perdida, pero bueno, a lo que voy es a que noto cierta tensión entre Cris y tú, y eso no nos beneficia. Pon un poco de tu parte e intenta ser más simpática con ella. No entiendo por qué no te llevas bien, siempre eres agradable con la gente.. No tendrá nada que ver que esté saliendo otra vez con Dani, ¿no?

-¿Eh? Ah, no no, tranquilo que intentaré llevarme mejor y eso.. sí, eh, bueno, me voy ya. ¿Me das el guión y así me pongo ya al día? -me levnaté rápidamente del sofá; quería irme de allí.

-¡Claro! -rebuscó en su mesa y me lo dio- Toma anda, y gracias Annita -sonrió.

Me fui del camerino tras haberle respondido con otra sonrisa y cerré la puerta a mis espaldas. ¡Lo sabía! Si es que eres tonta Anna.. Te ha engañado, otra vez has conseguido caer en sus redes.. ¿Por qué? ¿Le gusta jugar a dos bandas? Le he puesto los cuernos a Miki con él.. Dios mío.. Y encima va ayer y deja mal a Miki delante mío.. Si ayer no me creí su discurso, ahora menos.. Sólo quiere joderme por lo que veo..

Me giré un poco para ir hacia mi camerino cuando, al levantar la vista del suelo lo vi apoyado en la pared, metido en su iPhone. Mierda.. no quiero hablar con él.. no joder, no.. Corrí hasta mi camerino y entré rápidamente, rezando para que no me hubiera visto. Cerré la puerta de golpe y me apoyé en ella. Eché la cabeza hacía atrás y resoplé. Uff.. por suerte estaba metido en su móvil y no me ha visto.. Me acerqué a la silla y me senté. Apoyé los codos en la mesa y coloqué la cabeza sobre mis manos. ¿Por qué me ha hecho esto? ¿Por qué me besó ayer si está con Cristina? Creo que no merezco esto..

*Toc, toc*

Levanté de pronto la cabeza sobresaltada y me quedé mirando a la puerta. No, por favor, ahora no..

miércoles, 5 de octubre de 2011

Capítulo 16. Todo va bien hasta que va mal.

Ambos estábamos tirados en mi sofá. Dani estaba haciéndome cosquillas. Sabe que lo odio, pero le encanta verme patalear y gritar como una niña pequeña. Parecíamos una pareja de novios felices, que viven la vida, que se quieren, que tratan de llevar su amor al límite y disfrutar cada día el uno del otro. Pero lamentablemente no es así.

-¡Dani para! Ayyyy, jajajaja. ¡Dani! ¡Para! -no podía deshacerme de él, aunque en realidad no quería hacerlo.
-¡Abuela! Jajaja. Está bien, ya paro, ya paro. -se quitó de encima mío y pude colocarme bien.

Nos quedamos uno en frente del otro. Nos mirábamos fijamente. En ese instante sólo quería besarle, pero sabía que eso empeoraría las cosas y me sería aún más difícil todo.

-Dani.. es muy tarde ya.. -dije con voz triste.
-Sí.. tendré que irme, que mañana toca madrugar.

Se levantó del sofá y se dirigió a la puerta. La abrió y yo me quedé allí parada, pegada a la puerta. Él se giró y metió las manos en los bolsillos traseros de su pantalón. Parecía la escena de una película; de esas en las que la pareja protagonista no sabe cómo despedirse tras por fin haber conseguido intimidad.

Se acercó a mi. Yo tragué saliva. No sabía dónde besarme, si en la mejilla como siempre o en los labios. Se paró frente a mi y yo lo miré a los ojos y sonreí. Sin pensarlo me acerqué a él y le di un beso en la boca. Sabía que a partir de ese momento no volvería a besarle, al menos no por ahora, así que quería disfrutar de sus labios una vez más. Sólo fue un pico, me separé al instante. Creo que estaba roja.

-¿Te vas a despedir de mi siempre así? Porque si es así creo que me voy a despedir de ti muchas veces.. -sonrió como él sólo sabe hacerlo y me agarró de la cintura.
-Recuerda que aún tengo novio.. Que por cierto.. Habías venido aquí a contarme eso de Miki y..
-Anna, no me crees, ¿verdad? -apartó sus manos de mi cintura y se puso serio.
-No sé.. me parece tan raro que te haya dicho eso..
-Te prometo que voy a demostrarte que no te miento.

Al instante sonreí, porque me encanta que luche por lo que quiere. Se acercó a mi, se quedó a milímetros de mi boca y.. y no me besó. Se limitó a sonreír. Se separó de mi y se dio la vuelta. Estaba dispuesto a dejarme así, con unas ganas horribles de besarle, y cuando ya estaba de espaldas lo agarré de la parte final de su camisa, se giró y lo pegué contra mi. Lo agarré de la cara y lo besé, esta vez como dios manda. Al separarnos suspiró, lo hizo bajito y sin mirarme, pero lo hizo, y yo me quedé en la puerta mirándole hasta que se fue.

Cené cualquier cosa y me fui a la cama. Quería dormirme con el sabor de Dani en los labios.

Me despertó el ruido del móvil. Era un pelín pronto. Abrí un ojo y miré la pantalla. "Buenos días princesa, he soñado toda la noche contigo, íbamos al cine y tú llevabas aquel vestido rosa que me gusta tanto, solo pienso en ti princesa, siempre pienso en ti.." Dani, ¿quién si no? Sonreí, más porque es un gañán que por otra cosa. En cuanto fui a responderle, recibí otro mensaje. Lo abrí. Este ya no me gusta tanto..

lunes, 3 de octubre de 2011

Capítulo 15. Me desnudo por y para ti.

Ambos estábamos sentados en el sofá. La tele estaba encendida pero aunque ambos la estábamos mirando, ninguno de los dos estaba atento. Lo miré entonces de reojo y descubrí que me estaba mirando fijamente. Al verlo sonreí y él también lo hizo. No sabíamos muy bien qué hacer ahora. Acabábamos de besarnos y ese momento era de todo menos cómodo. Y estoy segura de lo que había sentido. Él me da que no. Me atreví entonces y hablé.

-Dani.. Lo que ha pasado.. -miraba al suelo, era incapaz de mirarle a los ojos.
-¿Qué? ¿Ha sido un error? -noté sorpresa en sus palabras.
-¿Tan claro tienes que no lo ha sido?
-Para mi no ha sido un error.

Mi cara lo decía todo y nada. ¿Para él no ha sido un error? ¿Pero en plan "me mola liarme con las tías, por eso no ha sido un error" o en plan "nunca es un error besarte a ti" ?
Se acercó a mi sacándome de mis pensamientos. Se quedó mirándome. Abrió la boca para decir algo, pero se quedó en silencio. Sonrió de forma nerviosa. Colocó su mano derecha sobre las mías, que estaban colocadas en mis muslos y entonces sí, abrió la boca para hablar.

-Sabes que soy el Dani de siempre, el que no piensa lo que hace, el que no quiere nunca nada formal, el que no suele tomarse las cosas en serio, el que ve películas románticas, el que se inventó un culebril de mierda, el que odia que le despeinen, el que no soporta la impuntualidad, el que se sabe de memoria Nothing Hill.. Pero en el fondo también soy un Dani que tiene predilección por una rubia, la única persona que me saca una sonrisa con tan sólo una mueca, la única chica que haga lo que haga siempre consigue sorprenderme, la que con una sonrisa lo cambia todo.. Aunque no me creas también soy el Dani que te quiso, te quiere y te querrá siempre, pero no sólo como a una amiga.. -y tras decir esto bajó la mirada al suelo mientras sonreía.

No podía parar de mirarlo. No podía creerme lo que había dicho. ¿En serio me quiere así? Y no me lo pensé dos veces y agarré su barbilla con mi mano derecha. Aún así, seguía sin mirarme a los ojos. Creo que estaba muy avergonzado. Tanto él como yo no podíamos creer que haya sido capaz de decir todo eso. Le di un pequeño golpe en la barbilla con mi dedo y ahora sí, pudimos mezclar nuestras miradas.

-Tú también sabes que yo soy la Anna de siempre, la que se encarga de controlar las cosas, la que todo lo quiere hacer a la perfección, la que siempre se toma las cosas muy en serio, la que tiene un lado demasiado infantil, la que ama bailar o sólo intentarlo, la que adora los animales, la abuela.. También soy la Anna que tiene novio, sí, pero la que te quiere como a nadie, la que hasta hace unos segundos estaba tocando el cielo con la yema de los dedos, la que se enloquece cada vez que sonríes, la tonta que hace todo lo posible para pasar tiempo contigo y por supuesto la que te quiso, te quiere y te querrá siempre como algo más que un amigo.. -y esta vez no miré al suelo, porque estaba demasiado ocupada disfrutando de su sonrisa.

Y entonces lo abracé porque no aguantaba más. Creo que cayó una pequeña lágrima por mi mejilla, pero se mezcló rápidamente con la tela de su camisa. Sentí entonces sus manos en mi espalda y me agarré más fuerte a él. Se separó un poco de mi un rato después para darme un beso cerca de la oreja. Aunque estaba muy emocionada pude oírle susurrar algo.

-Somos.. algo especial.. ¿no? -y no pude evitar enterrar mi cabeza en su cuello y mezclar, entonces sí, mis lágrimas con su olor.

sábado, 1 de octubre de 2011

Capítulo 14. Y eso es lo que quiero, besos.

No quería separarme de él. Sus labios presionaban contra los míos de una forma imposible de explicar. Éste parecía nuestro primer beso. Y lo extraño es que sólo eran nuestros labios los que estaban enlazados. Antes nuestros besos mezclaban nuestras lenguas, pero ésta vez no. Y eso me gustaba.

Lo agarré del cuello de la camisa con mis manos y lo acerqué aún más a mi. Él sonrió, pero siguió besándome como si no hubiera mañana. Lo extraño es que ambos sabíamos que lo que estábamos haciendo no estaba bien, pero ninguno de los dos se separaba. Y seguí sintiéndole un poco más, porque es lo que ambos queríamos.

De pronto sonó su móvil. Aparté mis manos del cuello de su camisa para dejar de besarle y que cogiera su móvil. Él sin embargo bajó sus manos a mi espalda y me agarró aún más fuerte. Esta vez la que sonrió fue él. El teléfono no dejaba de sonar, y podía ser importante, así que le quité las manos de mi espalda y, con toda mi fuerza de voluntad, separé de mis labios de los suyos.

-Dani.. el móvil.. -aún estábamos bastante pegados.
-Anna.. bésame..

Y volvió a pegar nuestros labios, pero esta vez con un toque más de pasión. Y entrelazó con miedo su lengua con la mía. Pero fue bonito, intenso. Y seguimos así durante un rato más, hasta que tuvo que salir la parte de mi cerebro que me dice que lo que estábamos haciendo no estaba bien. Me separé de él de una forma más seca y cortante.

-Dani, esto no está bien. -dije pegándole un suave empujón.
-En realidad esto es lo que está bien. Y tú lo sabes.. -volvió a pegarse a mi e intentó besarme de nuevo.
-No. No me pongas las cosas más difíciles.. coloqué mis manos en su pecho para separarlo de mi.
-Anna.. niégame que no quieres volver a besarme. Niégamelo y te dejo en paz -colocó sus manos en las mías, aún colocadas en su pecho.
-Dani.. -agaché la cabeza y miré al suelo.
-¿Por qué no quieres reconocerlo, rubia?
-Porque tengo novio, porque tú eres un cabeza loca, porque esto es imposible.. -seguía mirando al suelo.
-Pensé que ibas a decirme que no me besabas otra vez porque no te había gustado.. -y puso esa sonrisa pícara que tanto me gusta.

Y lo miré a los ojos y supe entonces que me daba igual el mundo. Que en ese instante podía haber una guerra allá fuera que a mi no me importaba nada más que él. Quité mis manos de su pecho y las coloqué detrás de su cabeza, muy cerca de la nuca. Separé una mano y le acaricié el pelo. Él, entonces, colocó sus manos en mi cintura y se acercó a mi. Colocó su cabeza muy cerca de mi oído y me susurró algo.

-Si no tuviera tanto orgullo y fuera un poco menos cabeza loca, te diría que te quiero.

Acerqué mis labios a su oreja y le di un pequeño beso.

-Martínez.. siento decirte que ya lo has dicho.. -y sonreí como una niña enamorada.