sábado, 31 de diciembre de 2011

Capítulo 53. Notting Hill.

Había cambiado la postura, y ahora estaba sentada en plan indio, con las piernas cruzadas. Dani tenía una pierna recogida, sobre la que se sentaba y la otra la dejaba caer. Con una mano sujetaba el bol y con la otra comía. De vez en cuando me acercaba a él y pillaba alguna palomita. Estábamos bastante concentrados en la película, y eso que yo ya la había visto unas cuantas veces y él.. millones.

Estábamos casi a oscuras. La única luz que había provenía de la televisión. De pronto, una luz vino de afuera y yo me giré rápidamente hacia la ventana. Y al instante, un ruido. Tormenta. Estábamos tan metidos en la peli que no nos dimos cuenta de que había empezado a llover y de que ahora había tormenta. Me levanté del sofá y me acerqué a la ventana. Llovía a mares.

-Ven a ver la peli, anda. -dijo Dani aún sentado en el sofá.

Me giré y me senté de nuevo junto a él, pero esta vez, más cerca. La verdad es que no lo hice adrede, pero lo hice. Él me miró y sonrió. Nuestros hombros se rozaban, y nuestros brazos también. Me acercó el bol y yo cogí un par de palomitas y me las llevé a la boca. Él dejó el bol en la mesa y volvió a la posición en la que se encontraba. Yo, automáticamente, dejé caer mi cabeza sobre su hombro. Me dolía bastante el cuello, aún no sabía de qué, y me sentó bien apoyar el cabeza. Lo oí sonreír. Noté cómo movía el brazo y levanté la cabeza de su hombro pensando que le molestaba, pero no, lo que quería era colocar su brazo alrededor de mí, y así yo pudiera apoyar mi cabeza en su pecho y estar más cómodos. Así lo hice, y la verdad es que ahora sí que estaba a gusto.

Yo tenía el pelo suelto, y notaba cómo entrelazaba sus dedos entre mis rizos. Me concentré de nuevo en la peli, y era justo la escena en la que entran a un jardín privado y ella lo besa a él, y pasean por el jardín mientras suena 'When you say nothing at all' Coloqué mi mano derecha en la tripa de Dani y lo acaricié suavemente. Miré a Dani y me sorprendí al ver que él ya esta mirándome.

-Hay quienes pasan la vida juntos.. -dijo Dani a la vez que la protagonista de la película pronunciaba esas mismas palabras.

Nos acercamos un poco más el uno al otro, tanto que nuestras narices llegaron a chocarse. Y de pronto, un ruido que hizo que nos separáramos el uno del otro. Mierda de rayos.. mierda de tormenta.. Ambos nos miramos y nos reímos y seguimos atentos a la película.

Seguíamos abrazados del mismo modo que antes, aunque yo ya no estaba tan atenta a la película como antes, ya que las caricias de Dani en mi cabeza y que no parara de jugar con mi pelo me estaban poniendo muy nerviosa y no era capaz de concentrarme. Yo también estaba acariciándole la tripa y de vez en cuando lo oía sonreír, aunque no sabía si era por la película o por culpa de mis caricias.

Al rato volví a concentrarme en la película, ya que me di cuenta de que llegaba mi parte favorita. Miré al suelo y esperé un poco a que llegara la escena.

-Eso de la fama no es real, ¿sabes? Y no olvides que sólo soy una chica, delante de un chico, pidiendo que la quiera.. -dije al compás de la protagonista.

Dani me miró. Me miró serio, y yo lo miré a él a los ojos. Yo sonreí al darme cuenta de que lo patética que había sido en ese momento, pero él no sonrió, se quedó serio mirándome. Me puse seria yo también y noté cómo se acercaba otra vez a mi cara. Juntó nuestras frentes y al instante nuestras narices también chocaron. Vi cómo cerraba los ojos y se acercaba un poquito más, intentando deshacer la distancia que nos separaba. Yo giré la cara y el beso que tenía cómo destino mis labios aterrizó en mi mejilla.

-Dani no.. -dije en un susurro.
-¿Por qué no..? -dijo también voz baja aún con su frente apoyada ahora en mi cabeza.
-Porque volvimos a empezar, volvimos a empezar para que esto no ocurriera..
-¿Y en serio creíste que esto no ocurriría otra vez? -dijo separando su frente de mi cabeza y abriendo los ojos.
-Esperaba que no.. -dije un poco triste- Esperaba que tú estuvieras feliz con Cristina, y yo con Miki.
-¿En serio? ¿En serio pensaste que eso ocurriría? -dijo sorprendido.
-En realidad no.. -dije y sonrió.
-Anna, te prometí que algún día estaríamos juntos y seríamos felices, ¿no?
-Sí -dije segura.
-Soy de los que cumplen las promesas, ¿de acuerdo? Así que vamos a terminar de ver la película y a disfrutar un poco.

Sonreí y miré a la tele de nuevo.

Cuando la película acabó me levanté para apagar la tele y quitar la peli. Dani se fue a levantar, pero le ordené que se quedara sentado, ya que tenía que hablar con él. Me senté de nuevo a su lado, aunque esta vez un poco más lejos de él.

-¿Dónde te metiste hoy al terminar el programa? No estabas con Cristina y me resultó raro -le pregunté.
-Ah.. Estaba un poco agobiado y me fui en seguida a dar una vuelta -dijo mientras se rascaba la nuca.
-¿Agobiado tú? ¿Por qué? -dije acomodándome un poco en el sofá.
-Está bien, te lo cuento.. Durante la publi, Flo me dijo que tenía que hablar conmigo. Pensé que sería de algo del programa, pero qué va. Me dijo que qué coño pasaba, que se notaba una tensión de narices cuando salía Cristina y estábamos los cuatro en plató. Yo le dije que bueno, que son tonterías, que ya se pasarán, y estuvimos hablando de eso un buen rato y.. y la verdad es que me rayé un huevo. De ahí que me bajase antes al videoclub, y no saliera por ahí, que estaba agobiado.. -dijo serio.

Sin que yo pudiera decirle nada más, sonó el timbre. Me extrañé y me levanté con cuidado hasta la puerta. Miré por la mirilla y vi que era.. ¿Juange? ¿Qué quiere?

-¡Annita abre! Que se que estás ahí -decía Juange desde fuera.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Capítulo 52. Miedos.

-Eh.. Dani.. No sé si..
-¡Anna, no pienses! Deja de pensar tanto y actúa. Si nos apetece ver una película juntos, ¿por qué no lo hacemos? Las cosas son más sencillas si no las piensas tanto. ¡Vamos anda! -dijo meneando la película con su mano derecha cerca de mi cara- Además, vienes a mi casa, vemos la película y luego ya si quieres te vas, que te llevo a casa en coche.
-Está bien. -dije no del todo convencida.

Mientras él se iba a pedir la película yo salí fuera a esperarle apoyada en la pared del edificio. Abrí el bolso y saqué un cigarrillo de la cajetilla. Hacía tiempo que no me fumaba uno, pero ahora mismo lo necesito. Prendí el cigarro con el mechero que tenía en el bolsillo derecho del abrigo y le di la primera calada. Tenía miedo. No suelo tenerlo, ya que me considero alguien valiente, pero esta vez podía decirse que sí, que tenía miedo. No sabía a qué exactamente, pero lo tenía. Me daba miedo meter la pata con Dani, me daba miedo también volver a ponerle los cuernos a Miki, o yo qué sé más.. Le di una segunda calada al cigarrillo. Veía los coches pasar a toda leche por la carretera, mientras salpicaban los bordillos de las aceras con el agua de los charcos. ¿Qué estará pasándose por la cabeza de Dani en este momento para que me haya invitado a ver una película con él? No suele ser así, suele preferir quedarse solo o irse de fiesta con sus amigos.. Tengo que preguntarle. Le di la tercera calada al cigarrillo.

-Ey, ¿cuántas veces tengo que decirte que no fumes?

Me giré hacia la izquierda y miré a Dani. No dije nada. Tan sólo tiré el cigarrillo al suelo y lo pisé para apagarlo. Me miró sorprendido. Me separé de la pared.

-¿Vamos? -dije aún un poco dudosa.

Eché a andar en dirección a la casa de Dani. De pronto noté su mano en mi hombro y su brazo, por tanto, en mi nuca. Me apretó fuerte contra él.

-¿Qué te pasa, eh, qué le pasa a mi rubia ahora? -dijo mientras me miraba.
-Nada Dani, nada -dije mientras me deshacía de su medio abrazo.
-Ey.. Si no quieres ver la película no pasa nada, te acompaño a casa y me voy -dijo serio.

Me paré en medio de la calle y él, en consecuencia, también. Lo miré a los ojos. Me mordí la comisura del labio.

-Pues no sé qué prefiero, la verdad.
-Venga anda, que te acompaño a casa y listo -dijo dándose la vuelta para cambiar de dirección.
-Gracias.

Caminábamos a paso neutro, ni muy deprisa ni muy despacio. A cada poco él me miraba, creo que un poco preocupado. Yo miraba al frente sin ninguna expresión, pero lo miraba de en vez cuando de reojo. Pasó un rato, y ya podía ver mi casa. No nos dirigimos la palabra en todo el camino. Cruzamos la última carretera que quedaba para llegar a mi edificio y nos paramos en mi portal. Mientras rebuscaba las llaves en mi bolso pensaba en la situación en la que me encontraba. El miedo, por primera vez, estaba pudiendo conmigo. ME moría de ganas por estar un rato con Dani a solas, tranquilos, charlando, viendo una peli.. y no era capaz de hacerlo por el maldito a miedo a vete tú a saber qué. No podía dejar que el miedo me evitara hacer las cosas que de verdad quería. Saqué las llaves e introduje la correcta en la cerradura. Giré y abrí la puerta. Antes de empujarla con el pie para entrar miré a Dani, aún a mi lado.

-¿Vemos la peli en mi casa o qué? -dije sonriendo.
-¿En serio? -dijo con una sonrisa en la cara.
-Sube anda.

Empujé con el pie la puerta y ambos entramos en mi edificio. El ascensor estaba libre, así que abrí la puerta y subimos.

-No te entiendo a veces -me dijo.
-¿A mí por qué? -dije extrañada mientras lo miraba.
-¿Por qué ahora tienes claro que veamos la peli juntos? -preguntó.
-Ni yo lo sé.

Abrí la puerta del ascensor, que ya había subido a mi piso y salí para entrar en casa. Coloqué la llave en la cerradura mientras oía cómo Dani cerraba la puerta del ascensor y ambos entramos. Me quité el abrigo, la bufanda y dejé el bolso en la entrada.

-¿Puedes dejar los abrigos en mi habitación, por favor? -le dije mientras le daba mi abrigo junto con la bufanda.
-¡A sus órdenes! -dijo riéndose.

Me quité las botas y las dejé en la entrada. Puse un paquete de palomitas en el microondas y saqué un par de vasos.

-¿Qué quieres de beber? -le pregunté al verlo entrar en la cocina.
-Eh.. No sé, ¿qué tienes?
-Poca cosa. Agua, coca cola y zumo. Lo siento pero no hay alcohol -dije mientras me reía.
-Bebo cosas distintas al alcohol, eh.. Bueno, a veces, jajaja. Ponme coca cola porfa.
-Vale, ve poniendo la peli. Por cierto, puedes quitarte las zapatillas si quieres, eh. -dije riéndome.

Terminé de prepararlo todo y llevé las bebidas y las palomitas al salón. Dejé las cosas en la mesita que hay frente a la televisión y me senté en el sofá junto a Dani. Encogí las piernas y pegué las rodillas al pecho. Él le dio al play con el mando a distancia y acercó las palomitas con la mano derecha. Se acomodó en el sillón, aún con el bol en la mano y se llevó alguna a la boca. Me acerqué a él para comer alguna. Me miré fijamente y al hacerlo yo también, sonrió. Me da que la película va a dar mucho de sí.. -pensé-

lunes, 26 de diciembre de 2011

Capítulo 51. Películas.

La mañana pasó muy rápida. Estuve muy ausente durante la hora y media del programa. Flo me preguntó un par de veces que me pasaba y Dani.. Dani se limitó a mirarme con cara de preocupación. Ya eran las seis menos cuarto. Yo me había quedado por el plató charlando con María mientras terminaba de hacer unas cosas. Hablar con ella siempre me calmaba y me hacía sentir bien. Oí a Cristina reírse sin parar. Supuse que estaría con Dani, así que pasé del tema y seguí charlando con María. Sin aguantar más la intriga, miré hacia donde estaba Cris y extrañamente no estaba con Dani, sino con Nacho. Estaba tocándole el hombro y no paraba de sonreír. Vaya.. no sabía que se llevara tan bien con su hermano.

Cuando ya eran casi las seis me fui a mi camerino. Abrí la puerta y entré dentro sin cerrar. Mientras recogía un poco todo, alguien llamó a la puerta. Miré por el rabillo del ojo y vi que era Dani.

-¡Pasa pasa! No hace falta que llames -dije con buen humor.
-Vaya Anna, qué feliz estás.

Me giré extrañada y sorprendida por su voz y al girarme me di cuenta de que no era Dani, sino su hermano. ¿Nacho? ¿Qué hace aquí?

-¡Ah hola Nacho! Pensé que eras Dani, jaja -dije un poco cortada y sonrojada.
-No pasa nada, jaja, suele pasar. Venía.. Venía a darte esto, que te lo has dejado en plató -dijo mientras se acercaba y alargaba el brazo con mi móvil en su mano.
-¡Coño, gracias! Qué despistada soy.. -aproveché la situación y le pregunté algo- Por cierto, no sabía que te llevaras tan bien con Cris. Sabía que os llevabais bien por Dani y eso, pero no sabía que tanto -dije intentando parecer neutral.
-Pues.. -dijo entrecerrando un poco la puerta- La verdad es que yo tampoco sabía que nos lleváramos tan bien, últimamente está más simpática conmigo que de costumbre.
-Qué raro, bueno, querrá llevarse mejor con su cuñado, jajaja -dije golpeándole el hombro con el puño suavemente.

Sonrió, pero de manera extraña. Nacho me cae genial, y antes nos llevábamos genial, pero cuando Dani y yo dejamos de vernos tan a menudo nos distanciamos. Creo que las cosas entre él y y yo están un poco frías, y no me gusta porque Nacho es un cielo. Se fue tras disculparse por si me había molestado. Qué raro todo. Me quité un poco el maquillaje, recogí mis cosas, me puse el abrigo y la bufanda y salí de mi camerino.

No había visto a Dani desde que acabó el programa, así que supuse que se habría ido a casa. Qué extraño, siempre lo suelo ver por los pasillos, o a veces viene y se despide de mí.. Vi de lejos a Cris caminando. Se irá a casa ya -pensé- o a casa de Dani, pero, ¿por qué no está con Dani? Vale, esto sí que es raro. Me fui caminando a casa mientras pensaba, y me rayaba a la vez. Por el camino me di cuenta de que este domingo iba a ser su cumpleaños, así que a lo mejor había quedado con alguien para que le diera su regalo de cumpleaños adelantado o algo..

Llegué a casa y me metí directamente en la ducha. Apenas tardé, así que aún era pronto cuando decidí sentarme un poco en el sofá. Puse la tele, pero no había nada. Me apetecía ver alguna comedia romántica, y dado que había un videoclub cerca de mi casa, bajé a por alguna peli.

Adoro pasear en esta época. Está todo lleno de luces y la gente lleva cantidad de bolsas con regalos. Hablando de regalos.. no sé si debería comprarle algo a Dani. Tengo la sensación de que sí debería pero, ¿qué le compro? Esta chico tiene de todo. Bueno, aún hay tiempo Anna, relájate.

Entré en el videoclub y empecé a rebuscar entre las películas parándome de vez en cuando con algunas personas que me pedían alguna foto. La verdad es que no había mucha gente. Me fijé en un chico que estaba buscando alguna película en la sección de acción y esas cosas. No estaba segura si era la persona que yo pensaba o no, pero me acerqué. Estaba justo detrás suyo y entre la poca distancia que había entre ambos y su olor, supe que era él. Recordé el jueguecito de 'volver a empezar' y decidí seguir con el.

-Perdona, te conozco, ¿verdad? -dije riéndome.

Dio un pequeño brinco. Creo que lo había asustado. Se giró rápidamente y cuando estaba frente a mí sonrió.

-¿Seguro? No sé.. Me suenas, pero no recuerdo tu nombre -dijo con una de esas sonrisas que me pueden.
-Anna, Anna Simon. Y tú Raúl, ¿a qué sí? -dije jugando muy bien.
-¿Perdona? No bonita, Daniel, D-a-n-i-e-l soy -dijo casi deletreando su nombre.

Estuvimos un rato jugando al mismo jueguecito, pero al rato nos cansamos y comenzamos a hablar de tonterías. Me contaba que estaba aburrido y bajó aquí a por una película, pero no tenía ni idea de qué ver y  yo le conté que no había nada en la tele por eso vine aquí a buscar alguna comedia romántica y él, como siempre, se rió de mi. Le di un puñetazo en el brazo.

-¡No te rías de mí! ¿Cuántas veces has visto Nothing Hill eh, señorito? -dije pareciendo indignada.
-Mira que eres mala eh.. -decía riéndose.
-¡¿Yo?! Anda majo, ¡vete a tu pueblo! -dije mientras me iba lejos de él.
-¡Eh, vuelve! -decía siguiéndome.
-Qué quieres ahora, a ver -dije mientras me ponía frente a él.
-¿Vemos una peli juntos?

Me puse seria de pronto. ¿Juntos? ¿Como una pareja o qué? ¿Y por qué está hoy aquí, en un videoclub de mierda, si siempre sale por ahí con sus amigos o está con Cris? ¿Por qué está tan simpático conmigo?

-¿Anna? ¡Que te he pedido que veamos una peli juntos, no matrimonio hija! Jajaja -dijo mientras me miraba.
-Es que.. No nos pondríamos de acuerdo en la peli -dije intentando escabullirme.

Se fue corriendo hacia un estante y vi cómo buscaba algo. En el fondo me moría de ganas de ver una película con él pero tenía miedo de que el ver una peli tornara en algo distinto a eso. Soy una puta veleta, lo reconozco, de pronto quiero que me bese como de pronto quiero alejarme de él, pero yo no soy como la prota de una peli de amor, que lo tiene todo claro, no, soy una persona normal, que tiene dudas, miedos, que nunca sabe qué hacer, que da vueltas y más vueltas y que aunque tan sólo quiera una cosa, se lía y acaba consiguiendo todo lo contrario a lo que quería.

Lo vi caminar hacia mí mientras protegía la película que había escogido. Se paró a centímetros de distancia de mi cara y sonrió. Separó sus manos de manera que pudiese ver el título de la película. Tras ver el título lo miré a los ojos. Le brillaban muchísimo.. Y la sonrisa también.. ¿Qué coño hago?

-Bueno qué, ¿vemos Nothing Hill o no?

sábado, 17 de diciembre de 2011

Capítulo 50. Volvamos a empezar.

-¿Qué? ¿Co.cómo que te bes.se? -dijo sorprendido.
-Joder Dani -dije acercando mi cara aún más a la suya- no estropees esto, y no hagas que me arrepienta de lo que te acabo de pedir. Bésame.
-Pero Anna..
-¿Anna qué, Dani, Anna qué? Hasta hace un momento no parabas de calentarme para que te diera un beso, y ahora dudas, ¿qué narices te pasa? -dije alejándome de él cabreada.
-No sé.. La verdad es que no entiendo que me pasa contigo.. -dijo tocándose la cabeza con la mano derecha.
-Pues yo sí que lo entiendo menos. ¿Ya se te pasó el calentón y ya no quieres besarme? ¿Es eso? -dije poniendo los brazos en jarras.
-¡No te pases, joder! Que sabes perfectamente que lo que siento por ti no es sólo un calentón, así que no me vengas con esas. ¿Sabes por qué insistí y, según tú, te calenteé tanto para que me besaras? -dijo acercándose.
-Pues no.
-Porque sabía que no lo harías, porque sabía que acabarías escabuyéndote, como siempre haces. Lo que no me esperaba es que ahora me pidieras que te besara.. -dijo mirando al suelo.
-¿Y por qué no me besas ahora y dejamos esta absurda discusión? -dije agarrándole de la camisa.
-No.. -dijo quitándome las manos de su camisa- Anna, no voy a besarte, no ahora. ¿Y sabes por qué? Porque me jodería que ahora nos besáramos tranquilamente, y esta misma tarde cuando intentara volver ha hacerlo, me dijeras que estás arrepentida -dijo muy serio.

Miré el reloj. Si tardábamos un poco más, llegaríamos tarde al programa.

-¡Mierda! Me voy a cambiar, espérame abajo.
-¿Por qué, qué pasa?
-¡Tenemos que ir a plató, imbécil!

No entiendo por qué le insulté, aunque sí me había molestado que no me besara.. Le oí reírse antes de cerrar la puerta, cosa que no entendí. Seguro que se había pensado que no había escuchado el motivo por el que no me ha besado, pero lo he escuchado y me ha dolido. Me ha dolido porque tiene toda la razón, soy una cobarde y suelo arrepentirme de muchas cosas. Lo único que quiero hacer es estar con él, pero besándole sólo conseguiría eso, arrepentirme y martirizarme por haberlo hecho. Aún sigo recordando aquella noche y todos los besos que no debimos darnos, y sigo sintiéndome mal por haberle hecho eso a Miki pero.. Fui tan feliz..

Terminé de vestirme, cogí el bolso y todas mis cosas y cerré la puerta con llave. Bajé corriendo y abrí la puerta de abajo. Al salir, vi cómo Dani ya estaba metido en el coche, con el motor encendido, esperándome. Abrí la puerta del coche y me senté tras cerrar la puerta de golpe. Dani me miró durante un segundo y nos pusimos en camino a plató.

El viaje estaba siendo muy incómodo. No quería mirarlo, y la verdad es que estaba consiguiendo no hacerlo hasta que tuvo que hablar.

-¿Vamos a estar así mucho tiempo? Es que me cansa esta situación.. Pensé que éramos amigos ante todo.

Lo miré, y reconozco que mi mirada no expresaba cariño ni mucho menos.

-Y lo somos Dani. Y tienes razón, tenemos que dejar a parte todas estas bobadas que nos llevan a nada. ¿Amigos entonces? -dije intentando no resultar irónica o algo así.
-Amigos.. Esa palabra en nuestro vocabulario hace mucho que no existe pero, sí, amigos.

Miré de nuevo a la ventana. Dani conducía mirando al frente, concentrado. El semáforo más próximo se puso en rojo, así que paró el coche. Empecé a oír música que venía de la calle, y abrí la ventana. No sabía de donde venía, pero reconocía la canción perfectamente. 'Volvamos a empezar' de Melendi. Escuché detenidamente el estribillo, que era lo que sonaba ahora, y aunque me sabía de memoria la canción, nunca me había plantado a escuchar lo que en realidad decía. "El sueño de quererte, dejar de ser inerte, de ser tu Robinson y de que tú seas mi viernes, de ser el veterano, de estar condecorado, en esta dura lucha que mantengo con tus labios.. Volvamos a empezar" Y supe que era exactamente eso lo que debía hacer. Volver a empezar. Hacer como que nada había ocurrido, volver atrás. Miré a Dani, que casualmente también estaba mirando y escuchando la canción, ya que movía su dedo índice colocado en el volante al compás de la música. Miró al frente y arrancó.

Por fin aparcó, y por suerte no había nadie en el parking, así que nadie se daría cuenta de que habíamos llegado juntos. Salimos del coche y él dio la vuelta y vi cómo pretendía dirigirse ya a plató.

-¡Dani espera! -dije mientras iba hasta él.
-¿Por qué no hacemos como si nada hubiera ocurrido?
-¿Cómo? -dijo extrañado.
-Como.. Como decía la canción. Volvamos a empezar.

Se rió, pero noté una risa irónica. Se metió la manos en los bolsillos traseros y colocó los dientes superiores en el labio inferior mientras arqueaba las cejas. Quitó esa mueca y me miró a los ojos. Extendió su mano.

-Dani Martínez, encantando -dijo mientras sonreía.

Lo entendí al instante y supe que también quería volver a empezar. Estreché su mano y sonreí.

-Anna Simon, encantada. ¿Trabajas aquí? -dije.
-Sí, soy co-presentador, aunque algún día me haré con todo esto y seré el jefe, jajaja -sonrió.
-Jajaja, yo también soy co-presentadora.. Espero que nos llevemos bien.
-Te aseguro que lo haremos.

Hubo un silencio incómodo, hasta que ambos decidimos andar hacia plató. En cuanto entramos, vi cómo Cristina estaba por allí y se giró nada más vernos. Echó a andar en dirección a nosotros y cuando estábamos cerca, se plantó delante de Dani y lo abrazó. Él respondió a su abrazo.

-¿Veníais juntos? -preguntó con mala cara tras separarse de él.
-Nos hemos encontrado en el parking -dije yo.
-Ahh.. Bueno cari, ¿te vienes a mi camerino? Allí tengo el guión tuyo junto con el mío -dijo pasando de mí y dirigiéndose a Dani.
-Claro.. -me miró- Adiós, eh.. ¿cómo era tu nombre? -preguntó sonriendo.
-Anna -dije cansándome ya del estúpido juego que yo misma había empezado.
-Eso, jaja, adiós Anna.

Escuché como Cristina le preguntaba sobre por qué "no se acordaba de mi nombre" pero no entendí que fue lo que él le respondió. Me fui también de allí y me acerqué a Flo, que también andaba pululando por allí. Me sonrió y yo hice lo mismo.

-¿Entrabais juntos? -me preguntó.
-Flo, no empecemos, sí, entrabamos juntos, nos encontramos en el aparcamiento.
-Entonces veo que cumples la promesa.
-¿Cuál de ellas? -pregunté sin pensar.
-¿Cómo que cual? La única que me has prometido cumplir -dijo extrañado.
-Ah sí, claro que sí -dije confundida.
-Bueno y.. ¿qué tal estás? -me dijo.
-Pues.. Pues como si hubiese vuelto a empezar.. -dije intentando que me saliera una sonrisa, mientras veía cómo Dani y Cris entraban en el camerino agarrados de la cintura.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Capítulo 49. Recuerdos y.. ¿promesas rotas?

-¡Eh, para! -dije agarrándole de los brazos como pude.
-¿Cómo qué pare? ¿Primero me calientas y ahora me dices que pare? -dijo apartando los brazos y mirándome.
-¡Empezaste tú! -dije mirando hacia otro lado.
-Anna, ¿por qué cojones me has dicho que la promesa no valía y que quieres cortar esto por lo sano? -dijo acomodándose encima mío y colocando los brazos a ambos lados de mi cuerpo.
-Porque.. Porque es.. es lo que pienso! -dije.
-Anna.. Hasta hace menos de un minuto estabas con unas ganas horribles de besarme.. Y seguro que.. Seguro que aún tienes ganas.. -dijo mirándome los labios.

Y lo miré a los ojos, y él, al notar mi mirada en la suya también lo hizo, dejando a un lado mis labios. Pegó de pronto su frente a la mía, algo que no tardó en conseguir ya que estábamos muy pegados el uno al otro. Y se me pasaron todo tipo de cosas por la cabeza.. Todos los momentos bonitos que habíamos pasado juntos y, ahora mismo, no tenía fuerzas para alejarme de él del modo en que Flo me lo había pedido.

-Dani.. ¿te acuerdas cuando nos conocimos? -dije de pronto.
-¿Qué? -dijo separando nuestras frentes y sonriendo.
-En 'Éstas No Son Las Noticias' que estábamos todo el día pegados como lapas.. En los pasillos siempre estábamos juntos, y cómo le pedíamos a todos que nos ayudaran a que nos pusieran una sección juntos.. ¿No te acuerdas de nada de eso o qué? -dije un poco molesta de que no se acordara de cómo empezó esta relación tan extraña que tenemos.

Colocó sus antebrazos en el sofá, a ambos lados de mi cuerpo y se pegó un poquito más a mí. Hizo una mueca, como diciendo "qué bobadas dices, tú te acordarás de todo, pero yo de nada" Resoplé y miré hacia otro lado. Él, con su mano derecha, me giró la cara para que lo mirara de nuevo.

-No, la verdad es que no me acuerdo de mucho.. A ver.. Bueno, me acuerdo de aquel doblaje que hicimos tú y yo, que fue lo único que nos dejaron hacer juntos. Estábamos en la sala esa pequeñita que había, grabando las voces y eso.. Me acuerdo que ya no quedaba nadie, o casi nadie. No parábamos de hacer el imbécil, y.. Y hubo un momento, un momento en el que te tocaba a ti doblar al personaje y yo me quedé mirándote, y justo te giraste y yo me acerqué poco a poco a ti, y.. -se reía- y te besé, ¡al fin te besé! Y, y también me acuerdo que primero fue un pico y tú te separaste, y me acojoné vivo pensando que no querías nada conmigo.. Y sonreíste, una de esas sonrisas que tanto me gustan.. Y me besaste tú, y no paramos de besarnos en.. no sé, pasó mucho tiempo.. Pero no, ¡no me acuerdo de nada y eso! -y sonrió, y me guiñó un ojo.

Estaba segura de que tenía las lágrimas en los ojos y que me había puesto colorada. Levantó entonces un poco el brazo derecho y me apartó el pelo que tenía en la cara y volvió a sonreír, pero esta vez sonrió de una manera extraña.. Creo, no, estoy segura de que echaba de menos esos ratos.. Pero no creo que más que yo..

-Era todo tan fácil.. -dije.
-Sí.. Pero por aquel entonces creo que nos lo tomamos un poco como un juego, no éramos conscientes de nada.. Nos gustábamos y nos liamos pero.. -y volvió a reírse sin acabar.
-¿Pero qué?
-Pero no estaba tan enamorado de ti como lo estoy ahora.

Me puse seria de pronto. No me esperaba eso. Enamorado.. Es que esa palabra es tan fuerte y tan bonita a la vez..

-Y lo que no entiendo es por qué no podemos estar como estábamos antes.. En 'Éstas No Son Las Noticias' eran muy amigos y encima nos gustábamos.. Era todo perfecto, pero claro.. Luego vinieron las complicaciones..

Nos quedamos en silencio. Creo que ninguno de los dos sabía qué decir ahora.

-Bueno Anna y.. ¿por qué me dijiste eso?
-Fue.. Fue Flo.. Me pidió que cortara de raíz con esto. Se lo he prometido Dani.. -dije lamentándome de lo que había hecho.
-¿Y qué hay de nuestra promesa?
-No puedo fallar a Flo, no podemos..

Se levantó de golpe del sofá. Primero se apoyó en sus rodillas, intentando no aplastar mis piernas y al final se levantó. Me puse las manos en la cara y resoplé. Me levanté y me puse en frente de él. Se acercó a mi y colocó sus manos en mis antebrazos. Y reventé. Empecé a llorar desesperadamente. Me coloqué las manos en la cara para que no me viera llorar.. Sentí cómo me abrazaba, pero yo no tenía fuerzas para hacerlo.

-Anna joder.. No llores.. -me decía.

Se separó de mi y me quitó las manos de la cara agarrándome de las muñecas. Lo miré a los ojos aún con lágrimas en los ojos. Me pegué a él y lo agarré de la nuca. Pegué nuestras narices y froté la mía con la suya. Noté como sus manos se desplazaban alrededor de mi cintura y entrelazaba sus manos en mi espalda. Coloqué las palmas de mis manos en su cabeza y le levanté un poco la cara para que me mirara a los ojos.

-Dani.. ¿Me haces.. me haces un.. favor? -le dije aún con tristeza.
-Claro.. Pídeme lo que quieras..
-..Bésame..

domingo, 11 de diciembre de 2011

Capítulo 48. Esquemas rotos.

Cerré la puerta lentamente pensando en todo lo que iba a decirle. De lo único que estaba segura era de que cuando él se fuera cabreado de allí, rompería a llorar como una tonta, pero a veces es mejor sufrir tú misma que hacer sufrir a los demás.
Me giré y Dani estaba de pie mirándome, con las manos metidas en sus bolsillos traseros de los vaqueros. Caminé despacio hacia él y le hice un gesto para que se sentara en el sofá conmigo y pudiéramos hablar tranquilos. Me hizo caso y ambos nos sentamos. Junté las piernas y coloqué las palmas de mis manos sobre las rodillas mientras las frotaba contra ellas. Las manos ya empezaban a sudarme.. mierda.. Ante la atenta y aturdida mirada de Dani, me giré un poco hacia él. Sabía que todo lo que iba a salir de mi boca tenía que sonar convincente, como si estuviera muy segura de todo eso, si parecía dudosa y me temblaba la voz, todo se iría a pique.

-Lo primero, no quiero que te pongas como un energúmeno. Y lo segundo, no hables hasta que haya terminado, ¿vale? -le dije muy seria y segura de mí misma.
-Vale.
-Hay que dejarse de chorradas, que ya somos mayorcitos. Somos amigos, punto, no hay más. Ayer en el párking Flo nos vio en una situación en la que no debíamos estar. Y mira, por suerte fue él y no Cristina, pero si nos ha pillado Flo, ella puede pillarnos cualquier día. Sé que hicimos la promesa esa, de que ahora seríamos amigos y en un futuro estaríamos juntos, pero no Dani, bien sabes que en ese momento ninguno de los dos iba a dejar de tontear con el otro. Así que ahora sí, de verdad, no hay promesas que valgan, tú y yo sólo amigos, pero sólo amigos para siempre -y tras decir todo esto, tragué saliva.
-¿Ya has terminado?
-..Sí.

Supuse que se levantaría, empezaría a gritarme y a decirme que hice una promesa, que pensaba que le quería y todo eso, pero en cambio, empezó a acercarse a mí, y lo hizo tan deprisa que no me dio apenas tiempo a reaccionar. Pegó su pierna izquierda a la mía y colocó la palma de su mano en mi nuca, salvo el pulgar, que lo colocó en mi mejilla. Me agarraba muy fuerte, supongo que para que no me escapara, pero me había quedado paralizada, así que no creo que pudiera hacerlo. Habría como unos 10 centímetros de distancia entre su cara y la mía.

-Ahora, mirándome a los ojos, di todo lo que acabas de decir mientras piensas en todos los momentos que hemos pasado juntos. En aquella noche, cuando lo hicimos en tu cama, en los besos que nos hemos dado, en las miradas que sólo tú y yo podíamos entender. Si me dices que no quieres estar conmigo y que me vaya de tu casa ahora mismo mientras me miras a los ojos, te juro que me voy.

Su aliento golpeba mi cara al compás de las palabras que pronunciaba. Mi corazón no podía bombear más fuerte, lo sentía en la cabeza, en el estómago, en la garganta. Abrí la boca para pronunciar que no le quería, que se fuera de aquí, pero no me salían las palabras y tan sólo conseguí que dejara de mirarme a los ojos y mirara mi boca.

-Vamos Anna, dilo- dijo muy serio.

Me oía a mí misma respirar. Seguía con la boca medio abierta, y dejaba salir todo el aire que podía, como si acabara de correr una maratón y estuviese agotada. Dani apretaba su mano contra mi nuca aún más fuerte. Acerqué mi cara un poco más hacia él, y lo hice tan deprisa que casi hago que nuestros labios se rocen, pero no, mis labios quedaron a unos cinco centímetros de los suyos. Clavé mis ojos en éstos y pude ver cómo se mordía el labio inferior. Con mi mano derecha agarré su camisa muy cerca del cuello e con ésto conseguí que nuestras narices se chocaran. Él giró un poco la cabeza hacia su derecha y se fue acercando un poco más a mis labios. Aprovechando que había aflojado su mano, y ya no me agarraba demasiado fuerte la nuca, me separé un poco de él, pero sólo lo justo para que colocara su cabeza de nuevo recta y sonriera pícaro. Lo miré a los ojos y vi deseo, pasión, e intenté encontrar algo de inseguridad, algo que me dijera que no estaba seguro de si yo tenía ganas de besarle o no, pero por más que buscaba no encontraba nada. Lamentablemente él sabía que tenía ganas de pegar mis labios a los suyos. Sonreí. Quería jugar, jugar con él y con toda la pasión y el deseo que encontré en su mirada.

-¿Qué intentas hacer? ¿Besarme? -dije terminando con una sonrisa juguetona.

Él, en vez de responderme algo ingenioso, quitó su mano de mi nuca y la colocó en mi hombro, algo que también hizo con su otra mano. Me empujó lentamente hacia atrás, mientras se echaba sobre mí, aunque intentando no aplastarme. Subí mis manos hasta agarrar el cuello de su camisa con fuerza. Bajó su cabeza y empezó a besarme el cuello. Empezó detrás de la oreja y siguió hasta la clavícula. Yo intentaba ponérselo difícil, pero me estaba resultando imposible. Sabía que me volvían loca los besos en el cuello. Vi que quería jugar, y seguí jugando yo también. Empecé a acariciarle el pelo, empezando por la nuca y terminando un poco más arriba. De vez en cuando  movía mis manos por su cuello, haciéndole pequeños masajes mientras le hacía parar con los besos en mi cuello, ya que notaba que le entraban escalofríos y le era imposible hacer algo más que sonreír. La pasión no cabía en la habitación, y el deseo de besarle y no parar hasta que me dolieran las mandíbulas iba aumentando. Bajó sus manos hasta mi cintura como pudo, y empezó a pelarse con el nudo de mi albornoz.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Capítulo 47. Promesas.

-¿Cómo que lo sabes? -dije aturdida, sin saber por qué.
-Dani.. Dani me lo contó hace tiempo, pero lo que no sabía era que tú sentías lo mismo que él.. Pensé que tú eras feliz con Miki.
-¡Y lo soy! Quiero decir.. Le quiero, más bien, le tengo cariño.. No me gusta hacerle esto, no me gusta saber que con el que quiero estar es con Dani y él no tenga ni idea..
-Anna, nunca te pido nada, pero esta vez tienes que hacerme un favor -dijo poniéndose aún más serio.

Me coloqué el pelo detrás de la oreja derecha y lo miré rápidamente a los ojos. Suspiré, suspiré con miedo. No tenía ni idea de lo que podía pedirme, ni siquiera si me gustaría. Moví un poco la cabeza, así como asintiendo, como pidiéndole que lo dijera ya. Miró a su derecha, esquivando mi mirada llena de miedo.

-Tienes que cortar esto de raíz. Tienes que dejar de sonreírle de manera en que lo haces, y de mirarle de ese modo. Anna, aunque duela tú tienes que estar con Miki y él.. bueno, no digo que él tenga que estar con Cris, pero contigo desde luego no. Él no es para ti, aunque seamos amigos, él no te conviene. Él es.. un cabeza loca, y ya lo ves, aunque ahora está con Cris, mañana puede estar con otra. Por favor, Anna, no seas tan infantil como él y para esto.
-Flo..
-No, Anna, tienes que parar esto ya. ¿Se merece Miki esto? ¿Se lo merece Cris? Y lo más importante, ¿te lo merece tú? ¿Mereces perder todo lo que tienes por él?

Miré al suelo. No podía mirar a Flo a los ojos, si lo hacía,sabía que contestaría que no a las últimas preguntas que ha hecho. En realidad no sé si merece la pena perderlo todo sólo por.. Dani. Flo tiene razón, nunca me ha pedido nada.. Lo miré a los ojos, y dije lo que en ese momento me pedía la cabeza y no el corazón.

-Te lo prometo..

Sonrió y me abrazó. Y al instante supe que había hecho lo que debía hacer, pero no lo que quería. Dani me había prometido que estaríamos juntos algún día, pero no sabía si en ese momento la promesa tenía ya mucho sentido. Seguro que las promesas no valen demasiado para él.

Flo se despidió de mi y se fue. Al cerrar la puerta miré el reloj que había en el salón colgado en la pared. Eran casi las ocho. Aproveché para meterme un poco en Twitter, que lo tenía muy olvidado. Contesté a algunos fans, subí alguna foto y poco más. Vi que Dani estaba conectado y andaba contestando a gente. Entonces bajé al mundo real. Me preguntaba una y otra vez qué demonios había hecho, ¿por qué tuve que prometer algo que no sabía si cumpliría? Mi móvil empezó a sonar, supuse que era Dani, no sé muy bien por qué, pero lo supuse. Miré la pantalla y para mi sorpresa, era Miki.

-¿Si? -dije intentando parecer serena y feliz.
-¡Amor! ¿Qué tal todo?
-Bien, bien, todo como siempre, ¿tú qué tal el finde? No me contaste nada.
-¡Ah, pues muy bien! Estuvimos todos los días por ahí, y luego por la noche estábamos cansados, así que ni salimos de fiesta ni ná. Mis primos son igual de aburridos que yo, jajaja.
-¿Primos? ¿No me dijiste que eran unos amigos tuyos? -dije extrañada.
-¿Eh? Ah, sí, sí, claro, pero es que también estaban unos primos míos.. Que como son tan lejanos les considero amigos y eso, jajaja -lo noté nervioso, aunque preferí no insistir.
-Ah vale, vale.. Bueno cielo te dejo, que tengo que preparar la cena e irme a dormir, que me muero de sueño ya.. jajaja.. ¿este finde estás en Barcelona?
-Claro, que te echo mucho de menos..
-Y yo.. Adiós, ¡te quiero!
-Y yo a ti.

Colgué. ¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué está tan raro? No entiendo nada.. Decidí pasar un poco del tema y, aprovechando que tenía el móvil en las manos, le escribí un mensaje a Dani.

"Mañna tenems que hablr, esperme n mi camerino si no t importa!!" 


Me fui a la cocina y empecé a prepararme la cena. Cada cinco segundos miraba el móvil para ver si respondía, pero nada.

Había terminado de cenar y tenía sueño, así que decidí irme a la cama más pronto de lo habitual. Miré por última vez el móvil, sin éxito alguno, y me tapé hasta arriba con la sábana tras haberme puesto el pijama. Puse el despertador a la hora, y no tardé apenas en dormirme.

*Toc, toc, toc, toc, toc*

Apreté con fuerza los ojos y me giré hacia un lado. El ruido no cesaba, y empecé a darle golpes al despertador. Tras un par de golpes sin que el ruido parara, abrí los ojos y caí en la cuenta de que no era eso lo que sonaba. Me levanté deprisa y al hacerlo casi me caigo. Me dirigí a la puerta, tras haberme dado cuenta de que era eso lo que sonaba. Miré por la mirilla y me cagué en todo lo cagable. Fui corriendo al baño, sin dejar de escuchar cómo sonaba el timbre y sus nudillos chocando en la puerta. Me miré al espejo y me mojé el pelo un poco. Cogí el albornoz y me quité el pijama. No quería que me viera con ese pijama, no sabía por qué, pero en ese momento me daba mucha vergüenza, así que hice todo eso para que creyera que acababa de salir de la ducha. Me fui corriendo de nuevo a la puerta y abrí.

-¡Sorpresa! Jajaja -dijo terminando con una gran sonrisa.
-Dani, ¿qué haces aquí?
-¿No teníamos que hablar, según tú? Pues aquí estoy. ¿Qué le pasa a la abuela? ¿le duele aún la nariz y quiere que yo le cure? -dijo sonriendo aún más ya cercándose a mi.

Puse mi mano en su pecho para alejarlo y me puse muy seria.

-Dani, tenemos que hablar en serio, basta de chorradas.

Y le invité a pasar tras ver que no quedaba rastro de su sonrisa.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Capítulo 46. Ésta es la verdad inocultable.

Ambos miramos hacia la persona que había interrumpido ese momento. Justo en el instante en el que lo miramos nos apartamos un paso del otro.

-¡Flo! Nada, aquí, que Anna se dio una leche con una farola y..
-¿Y qué? ¿La estabas curando con la mirada y con la sonrisa? -dijo Flo ya de mala leche.
-Flo, que no pasa nada -dijo Dani poniéndose serio.
-Viéndoos así, entiendo por qué Cristina se ha ido así.
-¿Cris? ¿Qué ha pasado?
-Antes la vi por los pasillos, cuando acabo el programa, y casi me muerde de la mala leche que llevaba encima. Chicos, que no sois unos críos eh. Todo quedó claro, me dijisteis que estabais borrachos esta noche, pero yo no me lo acabo de creer ahora que os he visto así. No quiero líos.

Y se fue antes de que pudiéramos decir nada. Dani me miró de nuevo, aunque no lo estuviera mirando podía notar su mirada fija en mí. De pronto había vuelto a bajar a la tierra, y como siempre Flo había sido el responsable de ello. Sin mirar a Dani otra vez me puse a caminar en dirección a mi casa, pero cuando pasé a su lado me agarró del brazo.

-No te rayes joder.. Sabes cómo es. Recuerda que me prometiste algo, y ahora no puedes echarte atrás.

Lo miré a los ojos y recordé las dos palabras que hacía unas horas había pronunciado yo misma. 'Trato hecho'

-Nunca me echaría atrás -y tras decir esto seguí caminando.

Cuando iba de camino a casa vi a lo lejos a Cristina y a Flo hablando. A medida que me iba acercando veía cómo Cristina gesticulaba mucho y la notaba de muy mal humor, ya que la estaba oyendo gritar aún estando en la otra acera. Intenté pasar desapercibida, más que nada porque no quería malos rollos, pero fue inevitable que no me vieran.

-¡Anna! ¡Ven aquí! -oí a Cristina gritar.

La miré y sabiendo que no podía esquivar ese grito, crucé la carretera y me acerqué a ellos. Reconozco que estaba un poco "asustada" porque no sé para qué me querría Cristina, y más aún porque me imaginaba que el motivo empezaría por "D" y acabaría por "ani"

-Anna, tú sabes perfectamente que Dani y yo estamos saliendo, ¿a qué sí? -me dijo ella muy cabreada.
-Claro que lo sé -dije de la manera más tranquila posible.
-¿Entonces por qué tonteas tanto con él?
-Yo no tonteo, te recuerdo que yo tengo novio, eh.

Flo nos miraba atónito, creo que no se atrevía a decir nada.

-Sí, já, pues bien que tonteas con Dani.
-Cristina, Dani y yo somos amigos, punto.
-¡A ver, basta ya! Cada una que siga su rumbo, y punto final. Cris, vete a donde tengas que ir, que yo me voy con Anna, que tengo que hablar con ella.

Cristina se fue, tras mirarme como nunca me habían mirado. Si las miradas matasen.. Flo se quedó conmigo, tal y como había dicho, y me dijo que fuéramos hasta mi casa, que teníamos que hablar.

Entramos en mi casa y tras quitarnos los abrigos nos sentamos en el sofá para hablar. Le ofrecí algo de beber, pero me dijo que no, que tenía que ir al grano directamente.

-Anna, ¿qué te traes con Dani? Ahora hablando en serio.
-Nada, ¡somos amigos!
-No soy tonto. Veo lo que hacéis, cómo os miráis.. en fin, todo eso, y eso no es de ser sólo amigos.

De pronto, antes de que pudiera contestarle, sonó mi móvil. Rebusqué en el bolso y vi que Dani me estaba llamando. Sabía que si colgaba volvería a llamarme una y otra vez, pero si lo cogía, Flo insistiría aún más con el tema y estaría más seguro aún de que entre él y yo pasa algo. Decidí descolgar y hacer como si fuera una amiga. Más tarde se lo explicaría a Dani.

-¡Celia! ¡Cuánto tiempo! -dije levantándome.
-¿Eh? Anna, ¿estás boba? -decía Dani confundido.
-Pues muy bien, ando aquí en casa.
-¡Anna! ¡Que soy Dani!
-No, jajaja, estoy aquí con Flo.
-¿Flo? ¡No entiendo nada!
-¡Sí, es que me lo encontré cuando venía para casa y estamos aquí hablando!
-¿Qué pasa, qué no quieres que Flo sospeche más? ¿Es eso? -al fin pilló lo que ocurría!
-Sí, jajaja, lo es, es muy majo! Bueno cari, que luego te llamo y hablamos más ¿vale? Un besazo! ¡Chao!

Colgué el teléfono y me senté de nuevo en el sofá junto a Flo.

-Perdona, jaja, era una amiga. ¿Qué decías? Ah, lo de Dani, tranquilo papa que no pasa nada, somos amigos! -decía casi victoriosa por haber fingido tan bien.
-Qué nombre más raro tiene tu amiga.
-¿Eh? Se llama Celia, sí, no es muy común tampoco, ¿a qué viene eso ahora?
-¿Celia? No, no, Dani.
-¿Eh? -digo poniéndome nerviosa.
-Anna, he visto en la pantalla del móvil que era Dani antes de que te levantaras y descolgaras el teléfono.

Sentí que tenía que dejar de mentir, que era inútil ocultar todo. Coloqué mis manos en la cara en modo de desesperacion, porque en el fondo ya lo estaba.. estaba desesperada.. ya no sabía qué hacer, y sin pensar, hablé.

-Sí, Flo, sí, ¡era Dani! ¿Y sabes qué? No ocurre nada entre nosotros, pero no precisamente porque yo no quiera, sino porque las cosas son complicadas, como tú mismo nos dices siempre. No estoy orgullosa de ello pero Dani me gusta, y me gusta de verdad.. Siento cosas por él que nunca llegué sentir por Miki, y ahora mismo, si tuviera el valor suficiente, lo dejaría por Dani, para estar con él. Y estoy harta de tener que mentirte y decirte que no pasa nada, porque sí pasa, por mi parte claro que pasa.. -dije desahogándome.
-Y también por parte de Dani, lo sé -dijo Flo suspirando.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Capítulo 45. Hay que evitar esto.

Subo la mirada y, abriendo los ojos como puedo, lo miro de nuevo.

-Te duele, ¿verdad?
-Mucho.. -dijo tocándome la nariz.
-¡Pero no te toques! -dice quitándome la mano de la nariz.
-Noooo... ¡nunca! -digo haciendo el tonto- ¡auch! ¡duele!
-Jajajaja.. te pasa por hacer el idiota, anda ven, que tengo pañuelos en el coche, al menos que te limpies la sangre.

Me coge de la muñeca y me arrastra casi hasta el parking. Abre la puerta y saca un paquete de pañuelos. Yo me mantengo detrás de él, esperando de pie, con la mano aún en la nariz.

Se gira y saca un pañuelo. Me mira y se queda parado en frente de mi. Yo retiro la mano de la cara y entonces se pega más a mi. Me agarra suavemente de la nuca con la mano que no sostiene el pañuelo.

-¡Ay! ¡Bruto! ¡Qué duele, coño! -digo gritando y haciendo aspavientos con las manos.
-Anna, si no te estás quieta.. -dice mirándome a los ojos.

Bajo los brazos y dejo que con el pañuelo me limpie la sangre. Cuando parece que ha terminado, baja el brazo y retira el pañuelo de mi nariz; en vez de separarse, se me queda mirando mientras sonríe.

-¿Qué pasa? -digo abriendo los ojos.
-¡Nada, nada! -dice apartándose de mi y dándome la espalda.
-¡Dani! ¡Tonto! ¿Qué pasa? -digo tocándole la espalda.

Se gira rápidamente y me mira aún más fijamente. Mis pulsaciones estallan.

-¿De verdad quieres que te lo diga?
-Sí.
-¿Seguro, seguro?
-Sí Dani.. -digo sonrojándome.
-Está bien.. te lo firé.. -dijo sonriendo- Anna.. ¡tienes la nariz hinchada! Jajajajajajaja.

Y estalla a reír sin parar. A carcajada limpia. Con esa risa tan homosexual que tiene.. y que tanto me gusta. Enfadada, lo agarro de la cintura por detrás y le empiezo a pellizcar la barriga, que sé que no le gusta nada.

-¡No vayas por ahí! No, no, jajajajaja. ¡Para Anna! -dice intentando separar mis manos de su barriga.
-¡Ahora te aguantas mamón! -digo pellizcándole aún más.

De pronto, sin saber muy bien cómo lo hace, quita mis manos de su barriga y se gira, quedándose así frente a mi. Seguía riéndose, pero creo que no se dio cuenta de que al girarse tan rápidamente quedaríamos a escasos centímetros de distancia. Lo sé porque de pronto se puso serio y dejó de reírse. Yo hice lo mismo, pero no me separé de él ni un milímetro.

-T.t.ten.nemos q.que ev.vit.tar es.stas cosas.. -dijo casi tartamudeando.
-Sí..

A pesar de decir eso, ninguno de los dos se movía. Sin quererlo empecé a sonreír. No sabéis cómo me siento ahora.. Mirarle a esos ojos tan bonitos que tiene y que él también me mire a mi es una sensación que no sería capaz de describir con palabras. Me siento tan bien.. Él es como la pieza de un puzzle que siempre encaja con mi piezas. Al verme, él también sonrió. Me colocó un mechón de pelo detrás de mi oreja derecha y yo sonreí aún más.

-¿Qué hacéis, chicos?

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Capítulo 44. Todo vuelve a la normalidad.

Cuando quise darme cuenta ya era hora de empezar el programa. Flo nos llamó, como todas las tardes, y yo salí con ganas de divertirme un rato. Abracé a Flo y nos quedamos esperando a Dani. Me miró y sonrió, y esta vez, igual que antes, me abrazó. Durante el programa no paraba de mirarle; probablemente Flo ya lo habría notado y después quizá me preguntaría, pero me resultaba imposible dejar de mirar a Dani.. Y muchas de las veces se giraba, me miraba y yo me ponía roja.. Lo sé, parecemos dos niños pequeños, bueno, en realidad yo parezco la niña pequeña pero es que Dani me puede.. Es muy especial.

Terminó el programa y Miki me llamó. Estaba hablando con él y riéndome de lo que decía mientras salía de mi camerino y cerraba la puerta, justo entonces me giré y vi a Dani. Se dio cuenta de que estaba hablando con Miki, porque estaba hablando catalán y se fue enseguida con una cara un poco.. ¿triste? Terminé de hablar con Miki y busqué disimuladamente a Dani por el plató. Tras buscar un rato sin recompensa me dirigí a la salida, y justo lo vi saliendo por la puerta.

-¡Dani! -grité.

Se giró rápidamente y, tras buscar un poco con la mirada, se fijó en mí y se dio cuenta de que había sido yo la que lo había llamado. Al instante sonrió y levantó las cejas como preguntándome qué quería. Sin decirle nada me fui acercando a él, sin prisa, pero sin pausa.

No sé si os ha pasado alguna vez esto.. Es decir, es una sensación increíble. Estoy caminando en dirección al chico más especial que hay en mi mundo mientras lo miro a los ojos, y de vez en cuando miro hacia otro lado porque si clavo los ojos en él probablemente me tropezaré. Y cada paso significan cinco latidos del corazón, y siento cómo, al verle ahí de pie esperándome llegar me sudan las manos, pero a la vez las tengo congeladas. Y no sé si ir sonriendo como una estúpida y acercarme a él con una expresión indiferente, como haciéndome la importante.. Y de a poco lo voy teniendo más cerca de mí, y es ahora cuando me tiemblan un poco las piernas y me sale la risa tonta, la que ya no se puede controlar y me ve sonreír y él se ríe, y aunque no sepa exactamente por qué lo hace, me gusta que lo haga.

-Cuqui.. -me dice con esa voz de seductor que tiene, y arrastra la última letra de la palabra "cuqui" para que suene aún más seductor si cabe, y al final, sonríe.
-¿Te vas ya? -le pregunté aún con la sonrisa de tonta en la cara.
-No, me quedo aquí a cenar.. ¿tú que crees? -dice mientras se ríe.
-Bueno, bueno.. -dije riéndome y mirando ya al suelo.

De pronto se produjo un silencio, pero no de éstos incómodos, como los de los ascensores cuando subes con tus vecinos, no, sino uno de estos silencios que existen porque las palabras sobran, porque en este instante lo mejor que podría haber sería este silencio, y por supuesto, una mirada. Levanté los ojos del suelo y lo miré. Estaba ahora apoyado en la pared con las manos en los bolsillos del pantalón, mirándome con una mueca que parecía una sonrisa, pero no estaba del todo segura de lo que significaba esa media sonrisa. Noté que él no diría nada, así que preferí decir algo yo, tras unos segundos de silencio.

-Bueno.. Me voy ya a casa y eso.. -dije.
-¿Quieres que te lleve? -dijo separándose de la pared.
-No, no, tranquilo, prefiero caminar un poco.
-Vale -dijo sonriendo, esta vez mostrando sus dientes.

Me acerqué un poco a él para darle los besos y así, despedirme. Le agarré del hombro derecho con la mano izquierda, y coloqué la derecha en su cintura y él a mi, me agarró de la cintura también. De pronto, me vino uno de esos flashbacks de los que tanto se hablan en las pelis.. Esta misma postura es la que teníamos cuando nos besamos en tonterías las justas.. Y aunque no fuese la primera vez que lo besé fue muy especial, porque por aquel entonces yo ya estaba saliendo formalmente con Miki, pero con aquel beso me replanteé demasiadas cosas.. Fue, fue increíble ese día.. Estaba nerviosísima aunque no lo pareciera..

-¡Anna, vuelve a la tierra! -dijo Dani casi gritando y despertándome de mi flashback.
-Ah, ehh.. sí, jaja, me quedé empanada.. -dije centrándome un poco.
-Ya veo, ya.

Ahora sí, le di un beso en la mejilla y él a mi otro, en la otra mejilla. Me separé, nos dedicamos otra sonrisa y me fui. Me giré, como de costumbre, y él se estaba yendo en dirección contraria, supongo que al parking para coger el coche e irse. En esto que seguía mirándole, cuando de pronto se gira él también y me mira. Yo seguía con mi mirada clavada en la suya cuando de pronto veo que empieza a hacerme señas con los brazos y a gritar mi nombre. Extrañada, miro al frente y ¡ZAS! Me coloco la mano en la nariz y cierro los ojos muy fuerte.

-¡Mierda de farola! -grito.

Retiro la mano de la nariz y veo un poco de sangre. ¡Genial! Ahora me sangra la nariz.. Me giro un poco y veo a Dani a pocos centímetros de mí, con una cara divertida; supongo que se estaba riendo de mi y mi torpeza..  Veo como se acerca, aunque a duras penas, ya que tengo los ojos entrecerrados, en acto reflejo al dolor que siento en la nariz.

-A ver abuela.. eso le pasa por ir mirando cosas que no debe de mirar.. -me dice mientras se ríe.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Capítulo 43. Trato hecho.

EN cuanto me oyó entrar se quitó las manos de la cara y se echó hacia atrás, haciendo cómo que no pasaba nada. Cerré la puerta al entrar. Me quedé ahí de pie, sin saber qué decir. Él miraba hacia todos los lados, menos a mi. Me senté en la silla, cosa que le desconcertó, pude verlo en su cara. Creo que se pensaba que me sentaría a su lado, y no sé si debía hacerlo o no. Una vez sentada, me armé de valor y lo miré fijamente, aunque él seguía sin mirarme.

-¿Vas a hablar? -dije sin pensármelo dos veces.
-¿Qué esperas que diga? -me dijo muy seco.
-¡No me toques las narices Dani! Dios, es que me hartas. Te busco por todo el plató para hablar contigo tranquilamente y cuando te encuentro estás aquí, ¡en mi camerino! Y encima borde, ¿por qué estás así conmigo?
-¿Y tú qué? -dijo mientras se levantaba del sofá- Te recuerdo que fuiste tú la que se fue de mi casa a toda hostia, y yo como un idiota llamándote para que me explicaras. ¿Te parece normal eso?

Di un paso adelante. Me puse cerca de él, muy cerca.

-¿Y qué es eso de que estás mal porque no quieres perderme? Ahora delante de mi te haces el chulo, pero por detrás me vas echando de menos, ¿a qué sí? -dije con toda la chulería del mundo.
-¿Y tú qué, eh? Bien que rebuscas entre mis cosas y me miras las fotos.. Y no, no pongas esa cara haciendo como que no sabes nada, porque sé que cotilleaste bien en mi casa. -dijo acercándose aún más a mi.

No sabía qué decir. Tenerle así, a centímetros de mi cara sólo aumentaba mis ganas de besarlo, y disminuia las ganas de seguir discutiendo. Y me acordé de todos los momentos en que lo tuve así, y más aún de los que acabaron en un beso de película. Y en todos esos ratos en que me miraba, me sonreía y yo me sentía la única chica en el mundo. Y recordé, aunque nunca me hubiera olvidado, de que éste era el chico del que me había enamorado, éste era el único capaz de hacerme temblar. Y que le quería demasiado como para guardarle rencor por todos los momentos en los que me lo hizo pasar mal. Apreté los dientes, intentando que las lágrimas no salieran. Mi respiración había aumentado y noté cómo la suya también.

De pronto, noté cómo su mano comenzaba a rozar la mía. Con su dedo índice rozaba la palma de mi mano, y no paraba de subir, haciéndome cosquillas en la muñeca. Volvió a bajar su mano y poco a poco intentaba entrelazar sus dedos con los míos. Mientras lo hacía me miraba a los ojos y yo a él también. No lo impedí, e hice que nuestras manos se agarraran, mientras nuestros dedos estaban entrelazados. Pegó su frente a la mía y yo cerré los ojos. Juraría que una lágrima cayó de mi ojo derecho, pero al sentir el corazón en todas las partes de mi cuerpo, no podría asegurarlo.

-¿Por qué discutimos? -decía mientras su respiración golpeaba mi cara - no lo entiendo.. Anna, no quiero hacerte daño, te lo juro.. pero todo esto se nos está haciendo más cuesta arriba de lo que nunca pensamos..
-Dani yo.. Yo no quiero estar así contigo.. Pero es que no sé si voy a poder ser tu amiga, haciendo así cómo que nunca ocurrió nada entre nosotros.. -dije aún con los ojos cerrados.

Separó su frente de la mía y eso me hizo abrir los ojos. Colocó la mano que no tenía entrelazada con la mía y la colocó en mi mi cara.

-Voy a prometerte algo. Voy a prometerte que algún día, en algún lugar del mundo y en algún momento de nuestras vidas vamos a estar juntos, pero para ello ahora hay que llevarse bien.. Tenemos que ser amigos, dejar de discutir, de gritarnos.. Cada vez que me veas, piensa en esta promesa, piensa que si finjes y haces cómo que sólo somos amigos algún día conseguiremos ser felices.. ¿Trato hecho?

No dije nada, sólo lo agarré de la nuca y lo atraí hacia mi. Pegué su cuerpo al mío y con mis brazos le rodeé la espalda.. Noté cómo sus dedos recorrían mi espalda y me hacían cosquillas. Me estremecí y coloqué mi cabeza entre su cara y su hombro. Me agarró más fuerte y yo le susurré unas simples dos palabras que en realidad lo decían todo.

-Trato hecho.

Capítulo 42. Charla pendiente.

La tarde pasó más tranquila de lo que esperaba. Desde que llegué de casa de Dani no había parado de pensar en todos los errores que he cometido hasta ahora. El primer error de todos, y el peor, fue besarle. El segundo, volverle a besar. El tercero.. todos sabemos cuál fue el tercero. Y aún cuando Flo nos dijo todo eso yo no acabé de convencerme a mi misma de que tenía que dejar esta estupidez llamada "Daniel". Hoy por fin ya he caído en la cuenta de que esto está mal y por suerte he cortado de raíz.. o eso espero. Cené y me fui a la cama. Antes de dormirme miré el móvil. Tenía siete llamadas y un mensaje de Dani. Cerré todas las llamadas y el mensaje sin leerlo. Punto y final.

La semana pasó justo cómo esperaba. Dani y yo no hablábamos ni para darnos los buenos días, ni para despedirnos. Esa semana estuvo muy pegado a Cris, y eso, aunque en el fondo me molestaba, me hacía sentir bien, ya que era lo que yo pretendía, que se fuera con ella y estuvieran felices juntos. Miki vino un día al programa, y estuvo toda la tarde conmigo. Está muy cariñoso.. Demasiado. Pero no puedo quejarme, la vierdad es que estar con él hizo que me olvidara un poco de Dani, y eso me vino muy bien. Flo estaba un poco preocupado por nosotros, pero le convencí para que nos dejara tranquilos diciéndole, y cito: "Todos tenemos nuestros malos rollos y nuestros roces, no te preocupes, se nos pasará" y parece que se lo creyó. En general esperaba encontrarme peor, pero lo asimilé bastante bien.. creo. Cuando peor me encontraba era en el programa; teníamos que fingir que entre nosotros estaba todo bien sólo porque el guión lo exigía; es decir, parecía que nos llevábamos genial sólo gracias a un puñetero papel.

Volvía a ser lunes, y yo me dirigía al programa. Había llegado pronto, así que como me aburría me fui al camerino de Flo para que me diera el guión y me cotara un poco qué haríamos hoy. Fui a abrir la puerta cuando, de pronto, se abrió desde adentro. Levanté la vista y lo miré a los ojos, algo que no hacía desde hacía una semana. Él hizo lo mismo y no reconocí muy bien lo que vi en sus ojos. Su mirada me desconcertó, al igual que sus gestos, sus muecas.. él entero me desconcertó. Bajó la mirada y sin decirme nada se fue. Lo miré mientras se iba.

-Anna, me dijiste que esto pasaría y aún seguís igual -dijo Flo desde dentro del camerino.

Me sobresalté y entré dentro, cerrando la puera trás de mi. Suspiré apoyándome en la puerta y noté cómo Flo se levantaba y se acercaba a mi.

-Anna.. Yo quiero que estéis bien, como antes.. Y, aunque no debería, voy a contarte por qué Dani estaba aquí.. ¿me vas a escuchar? -dijo Flo mientras me levantaba la cabeza agarrándome de la barbilla.

-Claro.. -dije mientras nos sentábamos en el sofá.
-Esta mañana cuando llegué, él ya estaba aquí. Me pareció muy raro porque Dani nunca ha llegado tan pronto. Lo noté muy agobiado y le pregunté qué le pasaba. Anna, Dani está muy jodido, nunca lo había visto así..
-¿Y.. y qué le pasa? -pregunté con miedo.
-¿Qué le va a pasar? Tú le pasas. Está destruído porque no quiere perder todo lo que tenía contigo Anna.. Está hecho una mierda porque sabe que te ha perdido. Yo intenté convencerle de que aún no estaba todo perdido, y podía arreglar las cosas contigo pero.. es muy cabezota.. Anna -dijo mientras me agarraba de las manos- habla con él, dile que no quieres ser más su amigo o dile que quieres recuperar todo lo que antes teníais, pero dile algo, no sabe qué hacer..
-Vale, voy ha hablar con él ahora.

Flo me sonrió, me abrazó y me dio fuerzas para decirle a Dani lo que tenga que decirle. Llamé a su camerino, pero no había nadie. Me fui a la terraza, pero tampoco estaba. Entré incluso en el camerino de Cris, y en el de Raúl, pero nada, no estaba por ninguna parte. Preocupada, me fui a mi camerino pensando en todo lo que le diría cuando consiguiera encontrarle. Abrí la puerta de mi camerino y, todo lo que pensaba decirle, se esfumó al verle sentado en mi sofá con las manos en la cara.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Capítulo 41. Culpable.

Le respondí que vale y volví a la habitación. Rebusqué de nuevo en los papeles pero ya no había nada más interesante. Decidí abrir el armario. Madre mía.. que cantidad de camisetas, camisas, vaqueros y sudaderas.. ¡Y convers! La virgen.. Y luego las mujeres somos las de la ropa.. Rebusqué entre las cajas de zapatos y, al fin, encontré algo interesante. Era un buen taco de fotografías. Me senté en la cama y empecé a mirarlas. En la mayoría salía él con sus amigos, entre ellos Broncano, Rovira, Dani Martín, Quequé.. Y me fijé en que había mogollón de Cristina y él.. Y lo cierto es que salían muy bien.. Me había fijado en que hacían muy buena pareja, pero creo que nunca lo había pensado tan detenidamente. Y en las fotos se les ve tan felices.. Y pensar que yo estoy en medio de esta relación.. No es justo -me dije- no es justo que me interponga entre ellos, ¡se les ve felices! y en realidad lo son.. Aunque Dani me diga esas cosas, que no se puede olvidar de esa noche y esas cosas sé que la quiere y que puede ser feliz con ella.

Dejé las fotos donde estaban y me fui al salón a asomarme a la ventana. Lo hice con cuidado al darme cuenta de que estaban justo debajo sentados en un banco. Y ahora me doy cuenta de lo mala que soy, de que no es justo ésto para ella.. Ni para ella ni para Miki.
Seguía mirando por la ventana y los veía reír.. ser felices, besarse, quererse y me entraron unas ganas horribles de desaparecer. ¿Cómo puedo ser así? ¿Cómo he podido sucumbir a los encantos de Dani? Joder, que tengo ya casi mis 30.. Si alguna vez tuve algo con Dani lo mejor será dejarlo aquí, se acabó. Dani tiene que estar con Cristina y yo con Miki. Es lo que debe ser, y lo que tiene que ser. Me separé de la ventana y me eché en el sofá. Mi móvil sonaba, pero casi no lo oía porque lo había dejado en la habitación y había entrecerrado la puerta. Se está tan a gusto aquí que.. que..

Oía unos ruidos un poco lejanos. A medida que pasaban los segundos los oía más fuertes y los sentía más cercanos. Meneé la cabeza e intenté abrir los ojos. Poco a poco lo conseguía y entonces sentí que había alguien más conmigo.

-¿Te he despertado?

Abrí un poco más los ojos. Vi a alguien sentado al otro extremo del sofá, con mis pies colocados en sus pantorrillas. Estaba mirándome de manera divertida, mientras sonreía y estaba tan guapo.. Llevaba una sudadera azul clarita y estaba mucho más despeinado que de costumbre, y encima sonríe, con esa sonrisa que me transmite tanta paz, tanta seguridad y sobre todo, tanto amor y tanta dulzu.. ¡Anna calla! -me dije a mi misma- me levanté del sofá a toda prisa y al hacerlo casi me caigo al suelo. Volví a mirarle a los ojos y vi que estaba riéndose, riéndose a carcajadas.

-¡Abuela! -dijo Dani divertido.
-T.t.tengo, q.q.que irm.m.me -dije aún adormilada.
-Puedes quedarte.
-¡No!

Busqué mi bolso, entré en su habitación para coger mi móvil que, extrañamente, recordé que estaba allí y cogí la cazadora mientras oía cómo me llamaba y me preguntaba qué pasaba. Me limité a escuchar sus gritos, y a callarme, a no decir nada que pudiera evitarme salir de la casa de Dani. Abrí la puerta y salí al portal. Me dispuse a bajar las escaleras, pero esta vez gritó más fuerte mi nombre. Me detuve y miré al suelo. Quise volver atrás como siempre y decirle que no pasaba nada, que no se preocupase, pero esta vez sí pasaba algo. Si no hubiera seguido bajando las escaleras y me hubiera dado la vuelta para decirle algo, ese algo habría sido parecido a un "se acabó"

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Capítulo 40. La carta.

-¿Y.. quieres olvidarte de esa noche? -a la par que hablaba lo miraba a los ojos.
-No, claro que no. Fue.. -y sin terminar la frase se rió.

En este momento sólo me apetece besarle. Quiero dejar de hablar, para besarle, y no parar. Pero lamentablemente no puedo.. no podemos..
Seguíamos mirándonos muy fijamente. Podría quedarme aquí toda la vida. De pronto, y ya por costumbre, sonó su móvil. Hizo una mueca y resopló. Cogió el móvil y se alejó un poco de mi.

-¿Eh? ¿Ahora? ..Vale.. No, no. Sí.. ¿Aquí abajo? ¡No! Vale.. Sí.. adiós, adiós.

Se guardó el móvil en el vaquero y me miró con cara de susto.

-¿Qué pasa?
-Cris que.. Hemos quedado y tal, pero hay un problema..
-¿Cuál?
-Está aquí abajo, y si sales, te verá y..
-Ya, ya.. Lo entiendo.. Vale pues, baja tú y yo me quedo aquí, y cuando pase un rato me voy, no pasa nada -dije con una sonrisa.

Se acercó a mi, tanto que me asustó. Me agarró de la mano y sonrió mientras miraba al suelo. Al instante me sonrojé. Me pone tan nerviosa.. Entrelacé mis dedos con los suyos y le agarré muy fuerte de la mano. Subió la cabeza, ahora serio y con la otra mano me colocó el pelo detrás de la oreja. Me mordí el labio inferior y él, poco a poco, se fue acercando a mi oreja.

-Ojalá algún día las cosas cambien y podamos hacer lo que queramos, sin miedo a nada..

Miré hacia un lado y sonreí. Me soltó de la mano tras darme un beso en la mejilla y se fue. Suspiré tras que él cerrara la puerta y decidí sentarme en el sofá. Me tranquilicé un poco y esperé a que mis pulsaciones volvieran a la normalidad para volverme a levantar. ¡Tenía que aprovechar que estaba sola en casa de Dani para cotillearle! Sí, lo sé, está mal, pero todas las chicas en esta situación lo haríamos..

Me fui directamente a su habitación. Hay una pequeña mesa justo en frente de su cama repleta de papeles. Madre mía.. que desordenado es este chico.. Me senté en la silla y comencé a rebuscar un poco entre ellos. Esperaba encontrarme números de teléfono de cualquier persona, notas de bobadas, nombres de canciones, o cualquier cosa de esas pero no esperaba encontrar lo que encontré. Vi una carpeta morada en la que había un sólo papel dentro. Cogí la carpeta y saque el papel. Lo agarré con ambas manos y lo puse más cerca de mi para cerciorarme de que era lo que parecía que era. Y de pronto me vino a la mente aquel día..

Era mi cumpleaños y Dani se presentó en mi casa por sorpresa. 'Estas no son las noticias' ya había acabado, y hacía tiempo que no lo veía, así que fue aún más sorpresa que viniera a mi casa. Al abrir la puerta lo abracé, porque lo había echado mucho de menos, la verdad.. Me dijo que tenía mucha prisa, que sólo venía a traerme mi regalo de cumpleaños. Me lo dio y se fue.
Era un paqeuete de tamaño medio, estaba envuelto en papel rosa clarito y tenía un pequeño lazo a un lado, al que iba una hoja enganchada, doblada un par de veces. Me acordaba perfectamente, porque fue muy especial.. Y comencé a leer la carta de nuevo, como si fuera aquel día..

¡Simón! Seguro que la he pillado de sorpresa.. Hacía mucho que no nos veíamos ¿eh? Tenía ganas de verte, la verdad. Bueno, a lo que iba. ¡Feliz cumpleaños! Que te me haces vieja abuela.. Seguro que ahora has puesto cara de ofendida, como sueles hacer cuando te llamo abuela.. Sé que en el fondo no te enfadas, y te hace gracia, pero me encanta cuando te pones así, y te enfurruñas toda conmigo.. Ojalá no hubiera acabado el programa. Ya me había acostumbrado a verte por los pasillos y estar todo el día juntos haciendo el tonto.. ¡Me he puesto un poco ñoño! No me lo tengas en cuenta.. Bueno, te anticipo que el regalo es un poco mierdo, lo importante de verdad era la nota esta. Quería que supieras que aunque no lo parezca te tengo mucho cariño y me encanta pasar tiempo juntos.. Al menos espero que uses bien mi regalo y no lo dejes guardado en una caja cualquiera al fondo del armario o algo así!!! Bueno, ya acabo, que enrrollo. Te voy a prometer una cosa. Te voy a prometer que siempre vamos a tener la relación que tenemos ahora, y si cambia, será a mejor. Nunca voy a dejar que pases un cumpleaños sola. Siempre estará aquí tu Martínez, dándote el coñazo. 
¡Felicidades de nuevo! 
Un besazo Annita!!!
El Martínez que te aprecia! ;)


No pude evitar que una pequeña lágrima cayera por mi mejilla.. En realidad esta carta debería tenerla yo pero, un día me enfadé mucho con él por una movida y se la dejé en su camerino con una nota que decía que no quería tener nada suyo.. Lo que no entiendo es por qué la sigue teniendo aquí y por qué la tiene guardada en una carpeta.. Sonreí sin quererlo al saber que la guardaba tan bien.

De pronto mi móvil empezó a sonar. Corrí al salón y vi que era un mensaje de.. Dani. "Ni se t ocurra bjar.Stams justo abajo y si sals t vera.Qdate ahi hasta q yo t dga!!!" 

sábado, 19 de noviembre de 2011

Capítulo 39. Miedo.

Y mientras cruzaba la puerta de la salida con Raúl me di cuenta de que no podía dejar que todo esto siguiera del modo en el que está pasando. Tengo que evitar que Dani y yo dejemos de ser lo que hemos sido, que olvidemos la cantidad de momentos bonitos que hemos vividos, que todo quede en un simple recuerdo. No, tengo que evitar todo esto. Tengo que tragarme mi orgullo, darme la vuelta y hablar con él. Tengo que correr si hace falta para que no se vaya de mi vida. Tengo incluso que gritar para que me oiga. Decirle en unas cuantas palabras que aunque las cosas sean difíciles yo le quiero, y todo lo que dije que sentía cuando estaba con él es de verdad, que lo que sentí fue y es cierto, y que ahora mismo no puedo pensar en otra cosa que no sea mirarle a los ojos y sentir que soy su rubia.

-¿Anna? Llamando a Anna, eo, eo. -decía Raúl mientras me tocaba la cabeza con su dedo índice.
-¡Lo siento Raúl, ahora no puedo, tengo que hablar con Dani urgentemente!
-¿Qué le vas a decir? ¿Qué le quieres? -dijo Raúl tan tranquilo.
-¿Qué?
-Anna, puedo parecer tonto pero no lo soy. Sé perfectamente lo que pasa.
-¿Y qué pasa?
-Pasa que Dani está con Cristina y tú con Miki pero os queréis.
-¿Y de dónde sacas eso?
-No debería decirlo pero.. me lo ha contado Dani.
-¿Cómo? ¿Qué te ha contado? -pregunté poniéndome nerviosa.

De pronto vi cómo Dani salía de plató. Tenía que pararlo y contarle todo.

-¡Dani! Espera un momento, tengo que hablar contigo -dije mirándole y haciéndole frenar y fijarse en mi.
-Tengo prisa -dijo de manera muy seca.
-Por favor.
-¿Y qué tienes que decirme? Todo está dicho ya -dijo mirándome muy fijamente a los ojos.
-Chicos, me voy, que veo que tenéis mucho de lo que hablar.. -dijo mirando a Dani- Anna, dejamos lo del batido para otro día. ¡Chao chicos!

Raúl se fue, y pensé que se iría molesto, pero no fue así. Creo que quería de verdad que habláramos y arregláramos esto de alguna manera. Dejé de mirar a Raúl y volví a fijarme en Dani. Estaba plantado en medio de la acera, con las manos metidas en los bolsillos del vaquero y mirándome.

-No podemos seguir así.. Tenemos que hablar en serio. No somos críos.
-Está bien. Tengo aquí el coche, podemos ir a mi casa. Hablar aquí no es muy lógico, así que..
-Vale.

Caminamos en silencio hasta el parking. Una vez allí, abrió su coche y me senté a su lado. Arrancó y puso la radio. Yo iba mirando por la ventana, con las manos agarradas en mi bolso, colocado en mis piernas. De pronto empezó a sonar "Miedo" de Pablo Alborán. Dani subió el volumen de la radio. Me puse a escuchar la letra.

"Empiezo a creer que te quiero y empiezo a soñar con tus besos. Sin embargo no voy a decirlo, hasta que tú sientas lo mismo. Porque tengo miedo, miedo de quererte y que no quieras volver a verme. Por eso dime que me quieres, o dime que ya no lo sientes. Que ya no corre por tus venas el calor que siento al verte. No lo intentes, sé que me mientes.." 

Y me pregunté entonces si Dani ya había dejado de sentir lo que dijo que sentía por mi, o si me mintió y en realidad nunca sintió nada de eso.. Y ya no sabía si decirle que le quería y que seguía sintiendo todo lo que sentí aquella noche, y todos los momentos en los que estuvimos tan cerca del paraíso..

Estábamos ya en su casa. Me había ofrecido asiento, pero le dije que prefería quedarme de pie. Él, hizo lo mismo que yo, así que ambos estábamos de pie cerca de la puerta.

-A ver, dime qué querías.
-En realidad quería hacerte una pregunta.. -dije no muy segura.
-Pues dime.

Y decidí arriesgarlo todo. Lo miré a los ojos y supe que neesitaba saber la verdad, que no aguantaba tanta mentira y tanta confusión.

-¿Qué sentiste esa noche?
-¿Qué noche? -preguntó algo nervioso.
-Ya sabes qué noche Dani.. -dije tartamudeando un poco.
-No sé, no sé qué sentí.. -dijo rascándose la nuca con la mano derecha.
-Sí lo sabes. Dilo.
-¡Anna no sé qué sentí! -dijo gritando.
-¿No lo sabes? ¿Ahora no lo sabes? ¡Eres un idiota Dani! Aunque pensándolo mejor.. la idiota soy yo. ¡Fui una idiota por pensar que sentías por mi lo que yo sentía! ¡Te creí, joder, te creí como una estúpida! -dije ya muy alterada.

Se mordió el labio inferior y suspiró. Colocó ambas manos en sus caderas y miró hacia otro lado. Yo, con una risa irónica, me giré y fui hasta la puerta, decidida a irme. Cuando fui a tocar el pomo la puerta para girarlo, salir de ahí y poder llorar tranquila escuché cómo gritaba mi nombre. Me paré en seco, no giré el pomo y miré al suelo. Escuché sus pasos, y sentí cómo se acercaba a mi. Podía sentir los latidos de mi corazón en todas las partes de mi cuerpo.

-No te vayas.. -dijo.

Me giré lentamente y me quedé frente a él. Pensé que estaría más lejos de mi, pero al girarme, ambos quedamos a unos centímetros de distancia. Eso hizo que me pusiera aún más nerviosa.

-Sé lo que sentí. Estoy segurísimo de lo que sentí.
-¿Y, y qué, qué sentiste? -dije tartamudeando.
-Joder Anna.. ¿en serio tengo que decirlo?
-Sí.
-¿Por qué?
-Porque yo no entiendo nada ya. Porque sé que le dijiste a Flo que estábamos borrachos, y sé que ahora vas de feliz por la vida con Cristina. Y estoy muy perdida Dani. Por eso necesito que me digas lo que sentiste..

Se acercó un poco más a mi y sonrió. No estoy aún segura de por qué lo hizo, pero sonrió.

-Mira, vamos a hacer una cosa. Voy a decirte lo que no sentí. Voy a decirte todo lo contrario a lo que sentí de verdad -y sonrió de nuevo.
-Vale.. -y me reí, me reí de veras.
-No sentí nada. Quería irme de tu cama en seguida. No quería tocarte, ni mirarte, y menos besarte. No quería ver tu sonrisa. Odié la idea de levantarme por la mañana y ver tu cara y también la idea de desayunar juntos. Me pasé la noche soñando con cualquier chica que no fueras tú, ya que quería olvidarme de ese momento que habíamos vivido juntos. Y te odié, te odié como nunca lo había hecho.

Sonreí, pero no lo miré a los ojos mientras lo hacía. Bajé la mirada al suelo, pero sonreí, sonreí como una niña enamorada. De pronto noté sus dedos fríos en mi barbilla. Quería que subiera la cabeza y lo mirara, y así lo hice. Lo miré a los ojos, que le brillaban tanto como aquella noche.

-Le dije eso a Flo porque sabía que si yo mismo le confesaba que no quise hacer eso contigo, se lo tragaría y no seguiría enfadado con nosotros. Y voy de novio feliz con Cris porque lamentablemente tengo que olvidarme de esa noche.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Capítulo 38. Lo que fue y ya no será

"Vale" Tras contestar me quedé pensando. Si es que lo mejor es eso, hablar.. Bueno, será mejor que cene ya, porque si no luego me voy tarde a la cama y no rindo por la mañana.

Sonó el despertador a la hora a la que lo había puesto anoche. Me levanté, aunque me costó un buen rato, comí algo, me vestí y me fui a plató. Por el camino me di cuenta de que no habíamos quedado en ningún sitio en concreto para hablar, pero al entrar me di cuenta de que no tendría que buscarlo para saberlo. Estaba de pie apoyado en la pared que hay nada más entrar metido en su iPhone como siempre. Llevaba puestos unos vaqueros y un polo rojo, a juego con sus convers. Me acercaba lentamente a él, como con miedo, en realidad no sabía cómo saludarle.. Al estar frente a él, me paré y me quedé quieta sin decir nada. Él levantó la vista del móvil y hizo amago de sonreír pero, no lo hizo, tan sólo movió un poco los labios, acabando así todo en una simple mueca.

-Hablamos en mi camerino si quieres.
-Vale. -dije no muy segura.

Se separó de la pared y fue caminando delante de mi hasta su camerino. Casi se choca con la puerta, porque seguía metido en su iPhone. Abrió la puerta, entró y la dejó abierta para que yo pudiera pasar. Cerré la puerta y él, por fin, guardó su móvil. Sin darle tiempo a que dijera nada, me senté en el pequeño sofá y él también. Lo miraba cada segundo, pero no le aguantaba la mirada, al contrario que él, que ni me miraba.

-Bueno pues.. Hablo yo ¿no? -dijo aún sin mirarme.
-Sí, bueno, como quieras.
-Mira, lo de la otra noche fue un error tremendo. Se nos fue la olla completamente y no debimos hacer lo que hicimos. ¡Si es que Flo tenía razón! Somos compañeros, no podemos ir liándonos por ahí, y encima teniendo parejas. Bueno, entonces, ¿todo arreglado?
-Claro.. todo, todo como antes..
-Bien, bueno, me marcho a por el guión y eso eh Annita, nos vemos.

Se levantó del sofá, abrió la puerta y tal como dijo, se fue. Me levanté yo también y al salir, giré mi cabeza a la derecha, y vi cómo Dani y Cris se iban juntos hablando. Giré de nuevo la cara y me quedé mirando a cualquier lado, pensando en las palabras que hacía menos de dos minutos Dani me había dicho. "Lo de la otra noche fue un error tremendo" Esas palabras sonaban en mi cabeza una y otra vez. Lentamente me dirigí a mi camerino, pero de pronto me coqué con alguien.

-¡Anna!

Subí la cabeza y vi a Flo. Había chocado con él por estar pensando en otras cosas.

-Flo..
-Annita, ¿qué pasa?
-¿Estás de buenas hoy? -dije refiriéndome a la discusión del sábado.
-De eso quería hablarte. Lo siento, me pasé un poco, sois libres de hacer lo que queráis, sólo que me molestó que fuérais tan irresponsables.. Pero bueno, Dani me explicó y está todo arreglado. Confío en vosotros.
-Espera, ¿qué te ha dicho Dani?
-Lo que pasó, que estabais un poco, eh, contentos, por así decirlo, jaja, y que entre charla y charla os besasteis y se os fue de la manos. No soy quien para meterme en vuestras vidas, pero confío en que hagáis lo correcto, y por lo que veo lo correcto es que Dani esté con Cris, por el momento, y tú con Miki.
-¿Dani te dijo que estábamos borrachos y nos liamos por eso?
-Sí, ¿no fue así?
-¡Claro, claro! Así fue, jajaja, bueno, pues me alegro de que esté todo bien..
-Claro que sí boba. Ah, toma el guión. ¡Chao!
-Adiós, adiós..

Vale, no entiendo absolutamente nada. Primero Dani me dice que lo que pasó fue un error y ahora me entero de que le ha dicho eso a Flo. Por lo que veo él quiere estar con Cristina.. Pues muy bien, veo que todo vuelve a la normalidad, y que tengo que olvidarme de lo que pasó como él ha hecho.

Tras leer el guión, ir a maquillaje y camibarme de ropa, empezamos el programa. Cuando Flo nos llamó para entrar, no sabía muy bien por dónde tiraría, no sabía si iba a abrazarme como hasta ahora, o qué.. Esperé junto a Flo a que llegara y, tan sólo me tocó un poco la mano y me saludó. Me senté e intenté olvidarme de que la persona sentada a centimetros de mi me está haciendo la vida imposible..

Al terminar el programa y hacerme algunas fotos con los fans, me fui a mi camerino y me cambié de ropa. Miré el móvil y vi que Miki me había mandado un mensaje. Lo leí. Me preguntaba qué tal estaba y que me echaba de menos. Otro raro.. Primero pasa de mi y está con sus colegas y ahora me dice que me echa de menos. *Toc, toc* Me giré rápido y me quedé mirando a la puerta.

-¿Se puede? -Raúl.
-¡Claro! Jajaja, ¿qué pasa?

Abrió la puerta del todo y alargó su brazo derecho. Llevaba un batido de fresa, el mismo que probé en el bar al que fuimos ayer, y en la otra mano, uno de chocolate, el que se había tomado él ayer.

-¿Te hace otro batido? Venga va.
-Jajaja, venga vale, pero vamos fuera a tomarlo mientras damos un paseíto, que aquí no hacemos nada ya.

Recogí mis cosas y salimos del camerino. Ahora mismo, lo que más necesitaba, era un poco de la locura de Raúl. Íbamos caminando por plató en dirección a la calle cuando vi que Dani salía de su camerino. Miré disimuladamente para él y me di cuenta de que estaba mirándonos. Giré la cabeza con todo el orgullo del mundo, miré a Raúl y empecé a decirle bobadas, y lo mejor es que él me seguía el juego. Al pasar casi completamente delante de Dani, Raúl se dio cuenta de que estaba allí.

-¡Hombre Dani! ¡No te había visto macho!
-Pues yo a vosotros os he visto perfectamente. ¿Qué, le habéis cogido el gustillo a eso de estar juntitos todo los días y a todas horas?
-Siempre es un placer estar con aquí mi prima. -me hizo gracia el comentario de Raúl y me reí, aunque no dije nada más.
-Claro, claro.. Pasadlo bien y eso, eh.
-Te puedes venir con nosotros si quieres tío -dijo Raúl.

Miré a Raúl y me giré rápidamente para mirar a Dani. Estaba mirándome a mi muy fijamente, y vi en sus ojos algo que no me gustó nada. Esta muy enfadado, pero muchísimo, notaba rencor y.. ¿celos? No, no puede ser. Sin saber por qué, me entraron ganas de hablar, ahora sí.

-Seguro que tiene que hacer cosas más importantes que tomarse algo con nosotros, Raúl.
-Ah, seguro que has quedado con Cris, ¿no? -dijo Raúl.
-Sí, claro, he quedado con ella más tarde. Ahora que tengo una novia de verdad tengo que aprovecharlo al máximo! -dijo Dani mientras me miraba a mi.
-Se os ve muy bien juntos. Mu cuquis como diría aquí mi rubia de ojos azules. -dijo Raúl mientras se reía.

Al decir "mi rubia" miré de nuevo a Dani y él a mi. Rubía mía.. mi rubia.. así es como Dani me llamaba.. Él captó la idea en un segundo, porque se puso de nuevo serio. Y me di cuenta de que esas dos míseras palabras dichas ahora mismo por Raúl no significaban absolutamente nada, sólo eso, dos palabras, y sin embargo cuando Dani lo decía era distinto. Me sentía tan bien cuando él lo decía.. O cuando me llamaba cielo, o cari.. Bajé la mirada con miedo de que pudiera ver que alguna pequeña lágrima quería salir de mis ojos.

-Bueno, ¿nos vamos Anna?
-Claro.. -dije en un susurro.
-Adiós colega. -dijo mientras le daba una palmada en la espalda a Dani.

Pasamos delante de Dani y nos fuimos a la calle, pero antes de salir, sin saber muy bien por qué me giré para mirarlo otra vez. Y dolió, dolió darme cuenta de que esta vez no se había quedado parado en medio del pasillo mirándome y rogándome con la mirada que volviera..

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Capítulo 37. Raúl, Juange, Dani.

Lo miré mientras se iba. Tenía tanta rabia dentro que podría estarme saliendo humo por las orejas. Odio que me corte así, que me diga adiós porque no tiene nada mejor que responderme, le odio.. Sí, ¡le odio! Y me fui hasta mi casa otra vez con ese pensamiento en la cabeza.

A la mañana siguiente me despertó el ruido del móvil. Di un par de vueltas por la cama y me tapé con la almohada los oídos. Quería seguir durmiendo.. Cuando el móvil dejó de sonar, me desperté del todo y cogí el móvil sin apenas moverme de la cama. ¿Raúl? Me senté en la cama y lo llamé.

-¡Anna! Te desperté ¿a qué sí?
-Pues sí.. jajaja. ¿Qué pasa?
-Ah nada, es que estamos aquí Juange y yo, en su casa, y nos apetece que te vengas y comamos aquí los tres!
-¿Comer? ¿Qué hora es?
-Ay Annita, Annita.. ¡Son casi las dos!
-¡Uf! Vale, pues voy para allá, pero.. Raúl, ¿por qué me llamas si estás aquí al lado? ¿No sería mejor que hubieras llamado al timbre y listo?
-Anda.. no se me había ocurrido.. Bueno, en plan sorpresa ha estado bien! Ahora te veo, ¡chao!

Este chico.. cada día peor. Me di una pequeña ducha y salí por la puerta para ir.. a la puerta de al lado. Qué patético suena..

Comí allí y la verdad es que fue lo mejor que podía haberme pasado. Disfruté, me reí, me olvidé de todo lo malo y pude sentirme bien, al fin.

-Bueno, ¿y qué hacemos ahora? -dijo Raúl tras haber terminado de comer.
-¿Salimos a dar una vuelta o a tomar algo a un bar? -dijo Juange mirándonos. 
-¡Vale! Podemos ir al bar ese que hay en la esquina, que me han dicho que hacen unos batidos.. ¿Qué te parece rubia de ojos azules cristalinos? -cpntestó Raúl muy emocionado.
-Jajaja, ¡genial, genial! -contesté.

Terminamos de recoger y Juange dijo que fuérmos bajando Raúl y yo, que él tenía que terminar de recoger unas cosas. Así pues, bajamos y fuimos caminando hasta el bar sin prisa. La verdad es que Raúl es increíble, puede estar como una cabra, pero es un cielo, siempre me hace reír, y eso me gusta.

-¡Ea, hoy nos vemos todos eh! -dijo Raúl todo contento mirando al frente.

Subí la cabeza y vi a alguien que hizo que recordara todos los problemas que Raúl y Juange habían hecho desaparecer. Dani, ¿quién si no? Venía caminando hacia nosotros, a medida que se acercaba pude ver que su cara no era precisamente de felicidad.. 

-¡Daniéh! -gritó Raúl mientras le daba un abrazo.
-Hola. -dijo Dani casi en un susurro, de manera muy seca y cortante.
-¿Qué pasa, muchacho? -dijo Raúl preocupado.
-Nada, ¿qué va a pasar? ¡No me pasa nada! Absolutamente nada. Tengo prisa ¿vale? Adiós Raúl.

Y se fue sin ni siquiera haberme mirado. Raúl empezó a preguntar qué pasaba entre él y yo, porque evidentemente le había parecido muy extraño que no me hubiera dirigido la palabra. Aún así, quise olvidarme del asunto y seguí caminando al compás acelerado de Raúl.

Pasé una tarde estupenda, y aunque de vez en cuando me agobiaba, me dejé llevar y me reí como nunca. Ya estaba en casa, y me disponía a cenar cuando oí un ruido. Era un mensaje de Dani. "Tenemos que hablar, hay programa mañana y no quiero que este mal rollo influya o Flo se enfadará más. Mañana hablamos, así que intenta estar pronto en plató"

martes, 15 de noviembre de 2011

Capítulo 36. Incomprensión.

La tarde pasaba lenta. No había vuelto a saber nada de él desde el mensaje de texto que me envió, al cual no contesté. Estaba intentando distraerme viendo la tele, pero no había forma. No paraba de pensar en Dani, en la nota y en la reacción de Flo. No sabía qué hacer.. Y de pronto me vino a la cabeza una idea, buena o mala, no estaba segura, pero una idea al menos. Busqué mi móvil entre los huecos del sofá y busqué en la agenda. Una vez encontrado el número que quería, pulsé la tecla de llamada.

*Jajajajaja! shh, shh. ¡Calla, que me llaman!* -Ejem, ¿si?
-¿Miki?
-¿Anna? ¡Anna!
-¿Pasa algo?
-No, claro que no. Estoy aquí con unos amigos.. ¿te pasa algo a ti?
-¿A mi? No, no, sólo llamaba para ver qué tal estabas..
*Jajajaja, ¡cállate hombre!* -Ah, pues bien, muy bien.
-Bueno cielo, te dejo, que veo que estás ocupado.
-¡Vale amor! Ya hablaremos, ¡chao!

Y colgó antes de que pudiera decirle nada más. Buf.. ahora mismo Miki era mi única opción para distraerme.. ¿qué hago? Quiero llamar a Flo y hablar con él pero me da miedo.. También quiero llamar a Dani y que este conmigo, y decirle que le quiero.. Bueno, lo mejor será que me vaya a dar un paseo, a airearme un poco, porque si no..

Rato después ya estoy en la calle, paseando por las calles en busca de distracción. Sin darme cuenta estoy cerca de la casa de Dani. Si es que soy tonta.. Aún me encuentro a unos metros del edificio, pero puedo reconocer a alguien saliendo del portal. No, no es Dani. Me acerco poco a poco, haciéndome la distraída.

-¡Anna! -grita saludándome con la mano y acercándose a mi.
-¡Hola Cris! -digo con una sonrisa un tanto forzada.
-¿Qué tal estás? ¿Qué haces por aquí?
-Ah nada, caminaba simplemente, me estaba agobiando un poco estar metida en casa. ¿Y tú?
-Vengo de casa de Dani, ¡como puedes ver! Jajaja. Le llamé y me dijo que me viniera a casa, pero ahora ha quedado con unos amigos así que me voy. ¡Chao Annita!

Y se va en dirección contraria tras darme dos besos. Osea que, ha estado con Cris.. Ahora sí que tengo claro que lo nuestro no iba a funcionar.. La miro mientras se va, se la ve tan feliz con él.. Va Anna, deja de pensar ya..

-¿Anna?

Me giro y lo veo delante de mí. Quieto, mirándome con el ceño fruncido.

-Ah hola Dani, ya me iba.

Me giré, cabizbaja, encontrármelo así de frente no me había sentado bien..  Cuando ya estaba a unos centímetros más lejos de él decidí girarme disimuladamente. Seguía ahí parado, inmóvil. Volví a mirar al frente y seguí caminando.

-¿Te piensas que voy a ir corriendo detrás de ti para pedirte que estés conmigo?
-¿Cómo? -me giro automáticamente.
-Que si te piensas que te voy a suplicar estás equivocada, Anna.
-¿Qué te pasa a ti ahora? -digo acercándome a él.
-¿Y a ti?
-A mi nada Dani. Sólo que yo tengo los pies en la tierra.
-¿Y yo no, no? Ahora hacer lo que uno quiere es tener la cabeza y los pies en las nubes por lo que veo..
-Hacer lo que uno quiere sin pensar en los demás sí. Es de egoístas.
-Uf.. adiós Anna.
-Adiós Daniel.

Y se fue, rumbo a no sé donde, y lo peor de todo es que a mi sólo me apetecía correr y pedirle que vuelva conmigo.