miércoles, 11 de enero de 2012

Capítulo 58. El camino de la felicidad.

-Claro que seguimos juntos.. ¿qué pasa? -pregunté desconcertada.
-A ver, te digo. El otro día salí con unas amigas por la noche, bueno, no era muy tarde, eran las 9 o 10, y fuimos a un bar y vi de lejos a Miki y me acerqué a saludarlo. En esto que entre hola, qué tal y estas cosas pues nos quedamos con él mis tres amigas y yo y cenamos juntos. Anna, Miki y una amiga estuvieron toda la noche tonteando.. Y no se fueron a tomar más copas por ahí porque lo impedí. No sé Anna, quizás tú esto no lo ves para tanto, y ni te preocupa, pero si los hubieras visto sí.

Me dio todo tipo de detalles y si no mentía, que estoy segura de que no lo hacía, tendría que hablar con Miki urgentemente. Cuando colgué pensé en llamarlo, pero no, mañana tendría que irme a Mollet después del programa así que hablaría mejor con él en persona.

Me pasé el resto de la tarde pensando en el regalo de Dani. ¿Qué narices le regalo? Se me ocurrieron millones de cosas, pero ninguna era demasiado buena.

Mientras caminaba hacia el programa iba pensando en lo que Claudia me contó ayer.. No me esperaba eso de Miki, aunque quizás Claudia exageró un poco.. No sé, pero hoy hablaré muy seriamente con él.

Entré en plató y al no ver a demasiada gente me di cuenta de que era muy pronto. Dejé las cosas en mi camerino y me fui a la terraza a fumar un cigarro. En cuanto le di la primera calada comencé a llorar. ¿Por qué todo esto tiene que ser tan difícil? Y ahora que Miki tontea con una.. No puedo echárselo en cara, y la verdad es que la idea de hablar con él se me está borrando de la cabeza. No es justo. Yo me he besado con Dani, me he acostado con él y hace unos días hemos estado a punto de volver a besarnos. Decidido, no le digo nada del tema.. Oí de pronto cómo se abría la puerta y al instante me giré.

-Sabía que estarías aquí -dijo Flo entrando y cerrando.

No le dije nada, tan sólo me giré y le di otra calada al cigarro mientras sentía cómo se acercaba y se ponía a mi lado.

-¿Qué pasa, Anna? -preguntó preocupado.
-Nada. -y le di otra calada más.
-Ya, nada, sí, como siempre.
-Ufff.. Flo, ahora no quiero hablar con nadie, ¿vale? Quiero estar sola hasta que empiece el programa, por favor. -y lo miré a los ojos rogándole lo mismo con la mirada.
-Está bien Anna, tan sólo quiero decirte una cosa, te la digo y me voy. Se que puedo parecer de las personas que están de acuerdo con lo de hacer más caso a la razón que al corazón, pero para ser feliz todos sabemos el camino que hay que elegir. Eres una tía de puta madre, y no mereces estar así. Aunque parezca que no sé de que estoy hablando, lo sé, porque sé lo que te pasa, así que haz lo que tengas que hacer, no pienses en los demás, y sobre todo, no hagas caso a anteriores cosas que te he dicho. Tomes la decisión que tomes, hagas lo que hagas, procura ser feliz y no estar así.

Lo miré y lo abracé. Él siempre tiene la palabra exacta, el discurso perfecto o tan sólo el abrazo especial que me hace sentir bien.

El programa pasó rápido, como siempre. Flo no paró de mirarme para cerciorarse de que estaba bien, de que estaba feliz. Dani nos miraba extrañado, como si no entendiera nada.

Al acabar el programa fui al camerino de Dani para decirle que ya me iba a Mollet y no sabía si iba a poder felicitarle a tiempo. Era claramente mentira, porque le felicitaré seguro, pero bueno, soy así.

Llamé a la puerta y al ver que no me abría nadie y tampoco contestaba, entré. No había nadie, como era de esperar. Miré a todos los lados. Vi convers, camisas en su armario que estaba abierto, vaqueros.. También vi en las paredes fotos de él, carteles de fans.. De pronto, mirando todo aquello caí en la cuenta. Ya sé qué regalarle.

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