jueves, 29 de septiembre de 2011

Capítulo 13. Paren el mundo que me bajo.

Pulsé el botón para que subiera sin decir nada. Estaba entre feliz y sorprendida. Esperé en la puerta hasta que llamara al timbre. No quería parecer una desesperada. Me miré un momento en el espejo de la entrada. Me coloqué un poco el pelo y suspiré. Sonó el timbre y sin pensarlo dos veces abrí la puerta. Allí estaba él, con su camisa de cuadros blancos y rojos, vaqueros claros y sus converse. Entonces lo miré a los ojos. Sonrió.

-¿Puedo pasar? Es hora de hablar... -noté algo raro en él.
-Claro... 

Cerré la puerta y lo seguí hasta el sofá. Se sentó. Quería estar pegada a él, pero por miedo a que él no me senté sin que nuestros cuerpos pudieran rozarse lo más mínimo. Junté las piernas y coloqué mis manos sobre las rodillas. Lo miré.

-¿Puedo empezar? -estaba nervioso, sí.
-Por favor.
-Como empecé a contarte el otro día, Miki se acercó a mi para que habláramos. Fuimos a mi camerino y cambió totalmente su tono de voz. Empezó a gritarme y a decirme qué coño pasaba entre tú y yo. Me dijo que estaba harto de que fuera tan cariñoso contigo, que me pegaba mucho a ti. Yo le dije que somos amigos y punto, que no hay absolutamente nada entre nosotros. No me creyó y volvió a gritarme. Se revolucionó, intenté bajarle los humos pero no hubo manera, y.. bueno, acabó prohibiéndome que pasara tiempo contigo. Me dijo que si volvía a ver algún tipo de contacto extraño entre nosotros se encargaría personalmente de joderme la vida y de alejarte de mi- al decir esto bajó la mirada, y se quedó observando el suelo.

Imposible. ¿Miki diciendo eso? No podía ser. Él nunca me haría esto. No sería capaz de hacerle daño a Dani, y menos de alejarme de él, cosa que yo no consentiría. No, no y no. 

-¿Qué coño dices Dani? ¡Miki es incapaz de decir cosas como esas! ¿Qué coño quieres? ¿Joderme a mi? ¿Qué pasa? ¿Que te joda que sea feliz con él? ¿Es eso? -me levanté del sofá indignada.
-¿Qué dices tú? ¿Crees que me lo estoy inventando? ¡Anna por Dios! -también se había levantado.
-¡Es lo que creo! Es más, estoy segura de que es cosa tuya. ¡Te jode que sea feliz! 
-¿Sabes qué? No me jode que seas feliz, me jode que lo seas con él. 

Me quedé callada. ¿Qué está diciendo? Parece que las cosas están saliendo por fin a la luz. Parece que el orgullo de Martínez está saliendo fuera. 

-¡¿Cómo?! Tú no me hiciste feliz en su momento, no me voy a quedar llorando por las esquinas. Encontré al hombre que necesitaba, al hombre que quiero, no a ti, que fuiste un cabrón.
-¡Ahora me reprocha cosas del pasado! ¡Claro! ¡Debí imaginármelo! ¿Pues sabes que te digo? Ahora mismo yo puedo hacerte muchísimo más feliz que él- se había acercado un poco a mi.
-¿Tú a mi? ¿Hacerme feliz tú a mi? ¡Perdona que me ría! -di un paso al frente.
-Reconócelo. Tú también sabes que entre tú y yo hay mucho más que una amistad. Sabes perfectamente que cinco minutos conmigo significan más que una vida entera con él.

Ahora sí que no sabía qué decir. Tenía toda la razón. Yo misma sabía que el hombre que quiero no es Miki, es Dani. Pero no puedo decírselo. Él me está vacilando, no puedo caer. Tengo que seguirle el juego, hacerme la dura.

-¿Y tú qué? Te vas liando con todas, pero en realidad la mujer que quieres soy yo. Hiciste lo que quisiste conmigo, porque yo te quería. Te acostaste conmigo, luego me dejaste y cuando yo empecé a sentir cosas por Miki y a saber que él era el hombre de mi vida, te diste cuenta de lo que perdiste. Es tarde.

Estábamos pegados, no cabía un finísimo papel entre él y yo. Nos mirábamos a los ojos, que aunque estaban llenos de odio, también estaban repletos de pasión. Y nuestras bocas, que aunque soltaran cuatro verdades mal dichas sólo quería juntarse y no sentir nada más, sólo disfrutar de un beso, un beso que no podía ser..

-Nunca es tarde.

Colocó rápidamente sus manos en mi cara. No me dio tiempo a reaccionar. Me miró durante apenas un segundo más a los ojos y lo hizo. Hizo que en ese momento todos los besos hasta ahora dados en cada una de las historias de amor del planeta se quedaran en nada y sintieran vergüenza. Entonces supe que ese momento era único y respondí. Respondí al mejor beso de mi vida. Coloqué mis manos en sus brazos, cerca de sus hombros y sentí placer. Nuestros labios se movían al compás de las agujas de un reloj que ya se había encargado de parar el tiempo, y de romper todos los límites de la felicidad.

8 comentarios:

  1. Por cierto, quería preguntarle a una lectora de mi historia, que antes escribía otra historia de la pareja Anna-Dani si tiene Twitter. Cristina, va por ti. Si tienes Twitter sígueme, ( SandraTontaca97 ) ¡Graciias igualmente! :3

    ResponderEliminar
  2. Madre mía... Como tu has dicho, es el mejor!! Sin duda! Increíble el capítulo. Me ha encantado el último párrafo. Me encanta como lo describes todo y la forma en que lo cuentas. Me encanta todo!! Te felicito.;) Espero el siguientee!!

    ResponderEliminar
  3. MADRE MIA!!!!!!!!!!!! me has matado! estoy muerta!!!!!!! AAAHHH! q grandeeeee!dios necesito el siguiente pero yaaa! yaaa! jajajaj me encanta me encantaaaa!

    ResponderEliminar
  4. Aggg...
    Me matas me ha encantado
    solo tengo que decir siguiente por favor!!

    ResponderEliminar
  5. Holaa :) Creo que tu comentario va por mí, a lo mejor la estoy cagando x)
    Te sigo en Twitter, yo soy @enana_6 :D

    ResponderEliminar
  6. No la cagas, jaja. Claro que iba por ti, ya te sigo :3
    Y muchas gracias a todas de verdad, que me alegra muchísimo leer vuestros comentarios! /L.

    ResponderEliminar
  7. genial el capítulo!! ; ) quiero el siguiente! me he leido todos los caps que iba algo perdida!!

    ResponderEliminar